Milagros Asto Sánchez

Frases o fotos en memoria de las se han hecho indispensables en históricas marchas y conferencias en favor de la mujer y sus derechos, sobre todo en Latinoamérica. Patria, Minerva y María Teresa, las tres hermanas dominicanas, fueron asesinadas en su país por orden del dictador Rafael Leónidas Trujillo. “Si me matan, sacaré los brazos de la tumba y seré más fuerte”, dice la frase de Minerva que más se lee en los carteles en su honor.

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El impacto de su historia es tal que el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer fue instituido en 1999 por la ONU en la fecha de sus decesos en República Dominicana, el 25 de noviembre de 1960.

“El día se utilizó para rendir homenaje a las hermanas Mirabal, así como para el reconocimiento mundial de la violencia de género”, dice la ONU en su página web.

Patria, Minerva y María Teresa, nacieron en 1924, 1927 y 1935, respectivamente, en la región de Cibas. Las tres estudiaron en República Dominicana. Minerva y María Teresa tenían títulos universitarios.

Las hermanas Mirabal eran conocidas en su país como “Las mariposas”. Ellas y sus maridos se involucraron en actividades contra el sangriento régimen que Trujillo encabezaba desde hacía 30 años y participaron en un movimiento clandestino de resistencia a la dictadura.

Las hermanas Patria, Minerva y María Teresa Mirabal eran opositoras al régimen de Trujillo.
Las hermanas Patria, Minerva y María Teresa Mirabal eran opositoras al régimen de Trujillo.

Como activistas políticas, las hermanas Mirabal se convirtieron en símbolos muy visibles de la oposición a Trujillo, lo que provocó que ellas y otros integrantes de sus familias fueran perseguidos y encarcelados en varias ocasiones. Pero nada de eso las detuvo.

La ONU recuerda que en enero de 1960 “Patria se hizo cargo de una reunión que finalmente estableció el Movimiento Clandestino del 14 de Junio, en el que participaron todas las hermanas. Cuando este complot contra la tiranía fracasó, las hermanas y sus camaradas del Movimiento de Resistencia Clandestina fueron perseguidos en todo el país”.

A inicios de noviembre de ese mismo año, el régimen, que se caracterizaba por eliminar sistemáticamente a sus detractores, declaró que sus dos problemas eran la Iglesia y las hermanas Mirabal.

Crimen atroz

Los cuerpos de Minerva, María Teresa y Patria Mirabal aparecieron destrozados el 25 de noviembre de 1960 en un jeep en el fondo de un barranco del noreste de República Dominicana. Junto a ellas estaba el conductor del vehículo en que viajaban, Rufino de la Cruz, quien también fue ultimado.

Su muerte fue atribuida a un escuadrón de la policía secreta enviado por Trujillo que las interceptó en una ruta de la provincia de Salcedo, en el centro norte del país, cuando volvían de ver a sus esposos encarcelados en la Fortaleza de San Felipe, a 215 kilómetros al norte de Santo Domingo.

La policía secreta asesinó a las hermanas Mirabal por orden de Rafael Leónidas Trujillo. (Foto: AFP)
La policía secreta asesinó a las hermanas Mirabal por orden de Rafael Leónidas Trujillo. (Foto: AFP)

Las mujeres, que por entonces tenían entre 26 y 36 años y seis hijos en total, fueron ahorcadas y apaleadas con brutalidad para tratar de hacer pasar su asesinato como un accidente de tránsito. El auto fue lanzado a un barranco.

“Fue un día terrible, porque aunque lo sabíamos, no pensábamos que se iba a materializar el crimen”, dice en el documental “Las Mariposas: Las Hermanas Mirabal”, Ángela Bélgica “Dedé” Mirabal, hermana de Minerva, María Teresa y Patria.

Dedé Mirabal mantuvo viva la memoria de sus hermanas. (Foto: AFP)
Dedé Mirabal mantuvo viva la memoria de sus hermanas. (Foto: AFP)

Las protestas y el repudio por el asesinato fueron claves para que se empezara a sellar el fin de la dictadura. “Las hermanas Mirabal fueron brutalmente asesinadas por ser mujeres y activistas. Su único crimen fue haber luchado por sus derechos contra el dictador dominicano Rafael Leónidas Trujillo”, dice la Unesco.

Tras el asesinato, Dedé se hizo cargo de los hijos de sus hermanas y se encargó de preservar la memoria de la familia. Ella falleció en febrero del 2014 a los 88 años, en Santo Domingo.

Memoria presente

La historia de las hermanas Mirabal tuvo gran impacto en la lucha por los derechos de las mujeres y se mantiene presente hasta hoy. Gracias a sus esfuerzos, en 1981 se realizó el primer Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe, celebrado en Bogotá (Colombia), donde se propuso establecer el 25 de noviembre como el Día de Lucha Contra La Violencia Hacia las Mujeres.

Las hermanas son consideradas un símbolo de la resistencia popular y feminista y son recordadas en poemas, canciones, libros, películas y series de televisión. Minerva, María Teresa y Patria también son parte del libro del escritor peruano Mario Vargas Llosa “La fiesta del chivo”.

Hace exactamente un año, el 8 de marzo del 2023, Star+ estrenó “El grito de las mariposas”, un drama histórico inspirado en el caso de las hermanas y en la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo.

Susana Abaitua (Arantxa Oyamburu) y  Sandy Hernández (Minerva Mirabal) en el afiche oficial de "El grito de las mariposas". Foto: Star+
Susana Abaitua (Arantxa Oyamburu) y Sandy Hernández (Minerva Mirabal) en el afiche oficial de "El grito de las mariposas". Foto: Star+

Además, en la Casa Museo Hermanas Mirabal, ubicada en la zona donde las hermanas pasaron sus últimos meses antes de ser eliminadas, se exhibe una colección de sus artículos personales: muebles antiguos, cuadros, vestidos y manteles, con los que se las recuerda y honra hasta hoy.

“La memoria de las hermanas Mirabal y su lucha por la libertad y el respeto de los derechos humanos para todos las ha transformado en símbolos de dignidad e inspiración. Son símbolos contra los prejuicios y los estereotipos, y sus vidas levantaron el espíritu de todos aquellos con los que se encontraron y más tarde, después de su muerte, no solo de la República Dominicana, sino de otros de todo el mundo”, dice la ONU.