Hace siete años que vivo en el Perú y nunca había ido a la selva, hasta que visité Puerto Maldonado. Contacté a Inkaterra, que tiene dos hospedajes allí y programas turísticos
completos.
Para empezar, te trasladan por un río hasta el lodge que está en medio de la selva y desde allí empieza la aventura. Son imperdibles las salidas a la Reserva Nacional de Tambopata, que tiene especies únicas, y al Lago Sandoval, hábitat de uno de los caimanes más grandes del mundo.
También está la visita a la comunidad de Gamitana, donde apoyan la producción de frutas y verduras que luego usan en sus menús. Por esa zona, hay una quebrada en donde también hacen avistamiento de aves.