Alessa Basso Valladares

Cuando pensábamos que no habría más para subir, un camino rodeado de plantas y montañas se abre a nuestro paso. El cuerpo pide agua y el corazón se siente retumbar en los oídos, pero la motivación de llegar al final del camino es más grande, más aún cuando es solo el primer tramo del día. Nos encontramos en la provincia de Huarochirí, aproximadamente en el kilómetro 67 de la carretera central, donde habita un paraíso natural: las cataratas de Huanano y Songos. Llegar no es fácil, requiere bastante físico y adrenalina, pero es perfecto para los amantes de la aventura y naturaleza.

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