David Santiváñez

En los últimos años, a nivel global, la fiebre de la creación y del consumo de ha crecido de manera exponencial. Cada día somos más los consumidores que nos sumergimos en historias impactantes y cada día son más las personas que deciden contar historias inmersivas y vivir aventuras en un cosmos artístico en el que podemos ser los líderes de una horda de orcos, un maestro del sigilo, unas tacitas con superpoderes que intentan salvar sus almas, una pandilla de tortugas ochenteras que regresan a la actualidad con aventuras más arcade o un ‘hyliano’ que salva su reino múltiples veces a través del tiempo.

En América Latina, el entusiasmo se acrecienta cada año y el Perú, como parte de este continente rico en emprendimiento, no es la excepción. Como país, la comunidad de desarrolladores (‘devs’) peruanos ha decidido que nuestra tierra no solo sea reconocida por su inigualable comida, sino también por los juegos de video que produce. Uno de los eventos internacionales que impulsa esta industria es el , una puerta para que la comunidad nacional muestre al mundo su arte y grite que aquí también se hacen buenos videojuegos.

Pero ¿qué es la GJ+? Para decirlo en pocas palabras, es un evento anual considerado “el campeonato mundial de desarrollo de videojuegos”. En este evento, participan competidores de 34 países a nivel global. Son cinco sedes que compiten en simultáneo en el desarrollo de un producto en 48 horas basado en un tema secreto que se revela únicamente el día de la competencia. Los clasificados en esta primera ronda pasan a una siguiente, en la que reciben capacitaciones durante ocho meses para mejorar su juego en diferentes aspectos, de la mano de grandes expertos de la industria. Solo los mejores llegarán a la gran final de Brasil, en la que tendrán la oportunidad de exhibir sus creaciones y ‘pitchear’ su videojuego ante las mejores y más importantes empresas y ‘publishers’ del mercado. Y claro, en esta aventura también se hace presente un aspecto del que poco se habla o mucho se ignora: el lado legal.

Aunque el GJ+ es una celebración de la creatividad y de la pasión por los videojuegos, no se puede pasar por alto la importancia de la protección legal, que es fundamental para garantizar que los intereses de los ‘devs’, los organizadores y los patrocinadores estén debidamente protegidos. Además, pensar que el límite está únicamente en los derechos de autor es no ver todo el panorama. Proteger las creaciones a través de registros es importante, pero también lo es respaldar los contratos entre los ‘devs’ de cada equipo para establecer correctamente el desarrollo de su trabajo; los acuerdos de confidencialidad; los términos y condiciones propios del evento que establecen reglas claras; y los acuerdos de patrocinio para apoyar al evento y a los ‘jammers’, como se llama a los participantes.

Y esto representa solo la primera parte del proceso, ya que, al crecer como ‘devs’, los registros de marca, la elaboración de estatutos o la constitución de empresa, con la elección del correcto régimen societario que beneficie en el pago de impuestos, serán decisiones claves en las que solo un equipo legal conocedor del mercado de juegos para consolas, computadora o dispositivos móviles realmente podrá ayudar. Como repito en cada una de mis conferencias y clases: “Solo cuando los ‘devs’ y todos los involucrados saben que sus derechos están protegidos y que los contratos son justos, pueden concentrarse en su creatividad y en la creación de videojuegos de alta calidad”.

Además, la protección legal también alienta a los patrocinadores a involucrarse. Empresas e inversores tienen más probabilidades de participar en eventos donde sus intereses estén protegidos y los contratos sean claros y equitativos. Esto no solo beneficia a GJ+, sino que también estimula la inversión en dicha industria.

Este año, la GJ+ se realizó por primera vez de manera presencial en nuestro país y la Universidad de Lima se convierte desde ahora en una importante aliada en la promoción del emprendimiento y el desarrollo tecnológico en nuestro país.


* El autor es fundador de GameMetron.

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David Santiváñez es docente de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Lima