Periodismo vivo en transformación

Rossana Echeandía

LEER ARTÍCULO
Rossana Echeandía

El futuro del periodismo hoy

Juan Carlos García Vargas

LEER ARTÍCULO
Juan Carlos García Vargas

En tiempos que confunden verdad con versión, cuando periodistas conocidos afirman que han invitado a fulano “para que diga su verdad”, como si la verdad fuera de uno, podríamos creer que este oficio agoniza.

Felizmente, no es así. Y felizmente no solo para quienes lo ejercen, sino para una sociedad que, nos guste o no, necesita del buen . En papel, audio o video, en todas las plataformas y adecuándose a las aplicaciones que aparecen, allí está. Su función sigue siendo informar, denunciar, abrir espacios para la opinión.

El impacto de los ha dado paso a un cambio importante en la forma en que se recoge, se procesa y se difunden las noticias, y también en los modelos de negocio. Antes, la publicidad evidente en periódicos, programas radiales y de televisión permitía saber de qué vivía ese medio. Hoy, con la prevalencia de lo digital, esto no es tan transparente.

Precisamente, esos medios digitales, nacidos de emprendimientos periodísticos, atentos a audiencias definidas, son los que están liderando el cambio. Algunos prosperan, probando, ensayando, hasta que logran conectar, y muchos quedan en el camino al primer tropiezo. Estamos en una etapa en la que es difícil distinguir, además, a los que realmente hacen periodismo de aquellos que hacen propaganda o que difunden información según agendas o militancias particulares. Saber quién los financia ayudaría a despejar dudas.

Hoy preside la el destacado periodista mexicano Roberto Rock, director del medio nativo digital La Silla Rota. Eso nos dice cuánto peso han ganado los medios digitales en el mundo de las comunicaciones.

A la revolución digital se acaba de sumar la inteligencia artificial. Como ella, las herramientas seguirán apareciendo para servir mejor a este oficio tan humano que, parafraseando al periodista británico Paul Johnson, tiene sentido si es un vehículo para cuestionar y criticar a los notables, enderezar entuertos, atacar a gobiernos corruptos y humillar a los arrogantes, pero que también, de vez en cuando, nos recuerda que vivimos en un mundo infinitamente bello, donde abundan la gente fascinante, los hechos alentadores y las risas, y que Dios está en su cielo.

*El Comercio abre sus páginas al intercambio de ideas y reflexiones. En este marco plural, el Diario no necesariamente coincide con las opiniones de los articulistas que las firman, aunque siempre las respeta.