El Post indicó que seis meses después de la reunión entre Al Bagdadi y Al Sabawi, el Estado Islámico fabricaba gas mostaza y proyectiles con gas cloro. La imagen corresponde a proyectiles incautados en diciembre del 2015 en Ramadi, Irak.
El Post indicó que seis meses después de la reunión entre Al Bagdadi y Al Sabawi, el Estado Islámico fabricaba gas mostaza y proyectiles con gas cloro. La imagen corresponde a proyectiles incautados en diciembre del 2015 en Ramadi, Irak.
/ Agencia AP
Agencia EFE

El grupo terrorista planeó llevar a cabos ataques químicos en Europa, lo que motivó que EE.UU. lanzara una operación para asesinar al máximo experto de la organización en este tipo de armamento, según una investigación publicada este lunes por el diario .

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El periódico explicó que en 2014, después de que el Estado Islámico declarara un califato en Siria e Irak, el entonces líder del grupo, Abu Bakr al Bagdadi, se reunió con el experto en armas químicas Salih al Sabawi, un ingeniero formado en Rusia que en el pasado había ayudado al dictador iraquí Saddam Hussein a construir su arsenal químico.

Al Bagdadi le propuso a Al Sabawi que trabajara para el Estado Islámico con vistas a crear su propio arsenal y el ingeniero aceptó, de acuerdo a informes de inteligencia, citados por The Washington Post.

Tras ese encuentro, comenzó lo que responsables estadounidenses y kurdoiraquíes han descrito como los esfuerzos para construir el mayor arsenal de armas químicas, y posiblemente biológicas, en poder de un grupo terrorista, dijo el rotativo.

El Post indicó que seis meses después el Estado Islámico, bajo la instrucciones de Al Sabawi, fabricaba gas mostaza y proyectiles con gas cloro.

Para elaborar este artículo, el diario estadounidense recurrió a informes de inteligencia kurdosirios, así como a una investigación de la ONU, que ha tenido acceso a documentos del Estado Islámico en busca de pruebas de crímenes de guerra cometidos por la organización, y a entrevistas con funcionarios y exresponsables estadounidenses.

Tal fue la preocupación que despertaron las actividades de Al Sabawi en el Estado Islámico que las fuerzas de operaciones especiales de EE.UU. lanzaron en 2015 en colaboración con los “peshmerga” (efectivos de seguridad kurdoiraquíes) un ataque para asesinar al experto y acabar con el programa de armas químicas.

De hecho, Al Sawabi falleció por el ataque de un avión estadounidense, posiblemente un dron, a finales de enero de ese año en Mosul (Irak), bastión del Estado Islámico.

Aun así, los investigadores han podido documentar que hubo 20 ataques químicos llevados a cabo por el Estado Islámico entre enero de 2015 y abril de 2017, con gas mostaza y cloro, en Irak y Siria.

The Washington Post indicó que a través de “vigilancia electrónica” los responsables estadounidenses averiguaron en 2014 que Al Sabawi trabajó en el desarrollo de nuevo armamento empleando ricino y toxina botulínica, además de tener planes para usar ántrax.

Funcionarios y exfuncionarios estadounidenses, citados por el rotativo, apuntaron que el objetivo era crear un arsenal con distintos tipos de agentes químicos y biológicos para usarlos en campañas militares, así como en atentados contra grandes ciudades en Europa.

El Post señala que investigadores de la ONU han podido confirmar que el Estado Islámico puso a disposición de Al Sabawi a algunos de sus prisioneros para que los utilizara de conejillos de indias en sus tests y que Al Bagdadi le proporcionó un laboratorio en la Universidad de Mosul.

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