La bloguera disidente cubana Yoani Sánchez desestimó en Río de Janeiro el eventual retiro del presidente de su país, Raúl Castro.

Cuando lo vea lo creeré. Me parece más una broma, dijo la bloguera al ser consultada por las afirmaciones que hizo Castro en tono de broma: Voy a cumplir los 82 años, tengo derecho a retirarme. ¿No lo creen?.

Escéptica, agregó: Vamos a ver mañana, cuando se prevé que sea confirmado en el poder por los delegados del Parlamento unicameral de la isla.

Sánchez se encuentra en Brasil desde el lunes, cuando comenzó por el país sudamericano una gira de casi 80 días en la que visitará unos diez países latinoamericanos y europeos.

A diferencia de lo sucedido en el balneario bahiano de Feira de Santana, en Brasilia y en Sao Paulo, donde fue recibida con protestas por parte de militantes procastristas, la cubana arribó a Río de Janeiro sin ningún tipo de manifestación en su contra, y fue recibida por el diputado federal socialdemócrata Otavio Leite, opositor al gobierno de izquierda de la presidenta Dilma Rousseff.

En declaraciones al portal del diario Folha de Sao Paulo, Sánchez le restó trascendencia a las protestas de las que fue objeto días atrás, y que llevaron a la cancelación de dos eventos: la exhibición del documental Conexión CubaHonduras, del brasileño Dado Galvao, en el que Sánchez es entrevistada, y el relanzamiento de su libro De Cuba, con cariño, que se realizaría en Sao Paulo.

Dijo que las manifestaciones fueron realizadas por una minoría extremista, y que en la mayoría de los lugares que visitó fue recibida con solidaridad.

La disidente, creadora del blog Generación Y, sospecha que esas protestas fueron orquestadas por el gobierno de su país.

No creo que las razones (de las protestas) sean solo el rechazo a mis textos. Evidentemente había alguien atizando los odios. () No tengo ninguna prueba, pero todo tiene el signo de acción del gobierno de mi país contra los disidentes, dijo Sánchez, quien agregó en entrevista a la revista Época que no le resultaría extraño que las manifestaciones de repudio hacia su persona fueran una iniciativa de la embajada de su país en Brasilia.