El gobierno del presidente Bashar al-Assad realizó un ataque aéreo el día de hoy sobre la ciudad de Saraqeb, en la provincia de Idlib al noroeste del país, que dejó hasta 18 muertos, y varias pérdidas materiales. Cuatro de las 18 personas muertas en el ataque eran miembros de la misma familia, muchos otros resultaron heridos y la cifra de muertos podría incrementarse.

El grupo activista Human Rights Watch ha denunciado al régimen de cometer crímenes de guerra contra la población civil, en los que han muerto unas 4.300 personas desde mediados del año pasado.

Videos de aficionados colocados en internet mostraron una gran columna de humo y varios grupos de personas socorriendo a los heridos e intentado sofocar el fuego, así como el desastre generado por las explosiones.

Los insurgentes han ocupado gran parte de las zonas rurales de Idlib y otras provincias del norte de Siria de las que ha desalojado a las fuerzas del régimen, pese a que el ejército sigue controlando muchas bases militares en la región desde las que lanza ataques contra esas zonas.

Al sur de Saraqeb, el ejército oficial intentó recuperar una base militar cercada y atacó un puesto de control insurgente, matando al menos a 12 combatientes de la oposición, e hiriendo a un gran número de rebeldes.