La disidente más conocida de Cuba, la bloguera Yoani Sánchez, dijo que planea hacer un buen uso de lo que llamó la victoria después de una larga batalla, cuando comience el domingo una gira de 80 días por más de una docena de países, incluido el Perú.

Sánchez recibió hace dos semanas su pasaporte, después de la entrada en vigor de una nueva ley migratoria tras años de estar imposibilitada a viajar por habérsele negado en más de 20 ocasiones un permiso de salida exigido por el Gobierno y vigente por décadas.

Sánchez, considerada pionera de Cuba en las redes sociales, dijo a Reuters que esperaba visitar las sedes de Google, Twitter y Facebook, y viajaría a Brasil, Argentina, Perú, México, Estados Unidos, España, Italia, Polonia, República Checa y otras naciones.

En lo personal, creo es la victoria después de una larga batalla de cinco años porque se reconociera mi derecho a viajar, una batalla que ha sido desgastante () para la que he tenido que emplear mi energía y la paciencia, he tenido que emplear herramientas jurídicas y periodísticas y sobre todo la solidaridad de muchísima gente, dijo mientras salía de su casa para solicitar visa en una embajada en La Habana.

Me siento como un corredor que ha corrido los 110 metros con vallas, llega al final de la meta cansado, agotado pero feliz de haberlo logrado, agregó.

La bloguera, de 37 años y residente en La Habana, se ha ganado la ira del Gobierno comunista de Cuba por sus constantes críticas desde su blog Generación Y y a través de la popular red social twitter.

Sánchez tiene decenas de miles de seguidores en el extranjero, pero pocos en Cuba, donde Internet está restringida por el Gobierno.

Los líderes cubanos consideran a los disidentes como mercenarios al servicio de Estados Unidos y de otros enemigos, y blogueros oficiales regularmente señalan que Sánchez responde a los intereses de servicios secretos de países occidentales.

La bloguera ha ganado varios premios internacionales por su labor, pero hasta ahora no ha podido recibirlos al negársele el permiso para salir del país, por lo que aprovechará sus viajes para reclamarlos, según dijo.

VARIOS OBJETIVOS PARA VIAJE Tengo muchos objetivos académicos, voy a dar conferencias en varias universidades, presentar libros, recoger los premios que nunca me dejaron ir a buscar, dar muchos abrazos, conocer a mis lectores físicamente, me han seguido mi trayectoria durante seis años y muchos ya los considero parte de mi familia pero no los conozco, dijo.

El caso de Sánchez es visto como una prueba del compromiso del Gobierno con las reformas, que estipulan ahora que para viajar los cubanos solo necesitan de un pasaporte y podrán permanecer hasta dos años fuera de la isla sin perder sus propiedades y su estatus legal.

Algunos líderes disidentes también han recibido pasaportes, aunque a otros opositores al gobierno, como Ángel Moya y Gisela Delgado, les han sido negados.

UNA REFORMA LIMITADA Cuba tomó drásticas medidas para limitar los viajes al exterior desde a década de 1960, con el fin de frenar el éxodo de cubanos tras la revolución de 1959.

La nueva ley, considerada como una de las reformas más populares y de amplio alcance de las impulsadas por Raúl Castro desde que reemplazó a su hermano Fidel en el 2008, eliminó molestos y costosos trámites, así como otras restricciones largamente criticadas dentro y fuera de la isla.

Todavía existen algunas restricciones de viaje, principalmente por razones de seguridad nacional y para quienes tengan pendientes causas judiciales, lo que puede afectar a un número de disidentes como Moya, quien se encuentra en libertad condicional después de haber sido encarcelado en una ola represiva del 2003 contra la disidencia.

Sánchez dijo que aunque la reforma migratoria es limitada porque no reconoce la entrada y la salida como un derecho inherente por el mero hecho de haber nacido en esta isla, es un paso que va a tener repercusiones incalculables incluso para el propio Gobierno.

Si de alguna manera yo soy la abanderada de esta nueva etapa que empieza donde la sociedad civil va a tener acceso a los espacios internacionales, a los micrófonos internacionales para retornar con más información, más conocimiento y más contacto pues estoy feliz de que así sea, dijo Sánchez, quien se opone al embargo comercial que aplica Estados Unidos a Cuba desde hace medio siglo.