El secretario de Comercio Interior de Argentina, Guillermo Moreno; el síndico general de la nación, Daniel Reposo, y el secretario de Política Económica, Axel Kicillof, irrumpieron ayer entre gritos y disturbios en la asamblea general de accionistas del grupo Clarín, donde el Estado posee una participación minoritaria del 9%.

Los funcionarios llegaron a las tres de la tarde a la sede corporativa de la empresa acompañados por la escribana Marta Cascales, pareja de Moreno, y Alejandro Vanoli, presidente de la Comisión Nacional de Valores (CNV).

Al ingresar al auditorio comenzó la polémica, cuando Moreno ironizó sobre la propiedad del grupo y dirigiéndose a Kicillof dijo: “¡Mirá todo lo que vamos a tener!”.

Esta es la primera vez que funcionarios políticos acuden a una asamblea de “Clarín”. Todos ellos ingresaron con una comitiva de asesores. Las primeras escaramuzas se registraron cuando se les requirió el certificado de tenencia accionaria que no portaban. Igual entraron.

De hecho, Moreno le exigió a una agente de la Policía Federal, que prestaba servicio en la calle, que entrara con él al edificio del diario. Aproximadamente a las cinco de la tarde, con la asamblea ya iniciada, llegaron un camarógrafo y periodistas oficialistas.

Una de las discusiones más acaloradas ocurrió cuando se trató la aprobación de la memoria anual de la compañía, en la que se consignaban menores ingresos respecto del año pasado. Allí Kicillof pidió la palabra e hizo una enérgica defensa de la política económica del gobierno: “Si hay problemas de ingresos en el grupo Clarín no es un problema de la gestión económica, sino del grupo. La economía anda bien”, remató.

Entre gritos, disturbios y amenazas de Moreno y Kicillof discurrió el resto de la asamblea.

POLÉMICAS REFORMAS AL PODER JUDICIAL Ayer, la Cámara de Diputados de Argentina convirtió en ley dos proyectos de reforma a la justicia que según críticos aumentarán la influencia del Poder Ejecutivo sobre el Poder Judicial y tornará más difícil litigar ante el Estado. Una de ellas, apuntaría al grupo Clarín.

A consecuencia de ello, Infobae informó que los siete jueces de la Corte Suprema evaluaron renunciar en bloque.

Antes de ser una Corte Suprema sin autoridad, renunciamos todos…que se busquen siete Gils Carbó”, dijo uno de los magistrados. Una reunión entre el presidente de la Corte Suprema Carlos Zannini y la presidenta Cristina Kirchner frenaron por ahora esa posibilidad.