Pierina Denegri Davies

Pocas cafeterías me sorprendieron tanto (de una excelente manera) como Cafeccino, un acogedor espacio que presenta una fusión entre la cocina taiwanesa y los ingredientes peruanos y chinos. El resultado es una considerable carta en la que los baos, helados artesanales y té de burbujas resaltan como apuestas creativas, sabrosas y perfectas para todo tipo de comensal. visitó su local en San Miguel y en esta nota podrás conocer cómo fue nuestra experiencia.

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Ubicado en la segunda cuadra de la avenida Parque de las Leyendas, en San Miguel, este proyecto fue creado hace cinco años por Cindy Chiang. Según explica, apostó por esta idea de dar a conocer comida de su país, tomando en cuenta el paladar local, el tipo de cliente de la zona y, por supuesto, los ingredientes (locales e importados) de buena calidad.

Si se habla de comida taiwanesa surge la duda de por qué Cindy apostó por una cafetería y no por un restaurante, una apuesta más común en el país. Ella buscaba, además de dar a conocer sus recetas y comidas, presentar un espacio para que se pueda estudiar, leer y comer bien.

/ Pierina Denegri Davies

El espacio cuenta con mesas amplias y cómodas, perfectas para grupos o para una o dos personas. Es acogedor gracias a las luces bajas, pero lo suficientemente casual como para ser utilizado por algunos como área de coworking. Cuentan con todas las comodidades necesarias: enchufes, asientos cómodos, música ambiental a un nivel adecuado y mesas de buen tamaño.

Su carta es bastante amplia y cubre los distintos momentos del día: desde un contundente desayuno, quizás algún sánguche o hamburguesas, los platos para el almuerzo o cena no pueden faltar y una sección interesante son los bowls, en los que combinan distintas proteínas con verduras y arroz, mix de lechuga o quinua en la base. Los jugos son otro clásico, junto a los postres de la casa.

La atracción principal suelen ser sus helados, waffles y té de burbujas en los que exploran sabores asiáticos pero también peruanos, jugando con ingredientes como el matcha (o té verde) y la lúcuma. También presentan una selección de cafés, con opciones frías y calientes para todos los gustos.

Lo nuevo en la mesa

Lo que me llevó a conocer Cafeccino fueron sus baos, generosos panes artesanales que son esponjosos gracias a su cocción al vapor. Ofrecen cuatro versiones de rellenos que van desde el una pechuga al panko con salsa terikayi, hasta uno de berenjena grillada y tomate confitado. En nuestra visita probamos el Gua Bao, que presenta una jugosa y bien cocida panceta de cerdo con sabores taiwaneses, que se acompaña con maní molido y azúcar, además de hojas de cilantro. Si bien nos sorprendió escuchar la descripción, los sabores no decepcionaron al ser una explosión que nos hizo volver por un siguiente bocado, para tratar de decifrarlo. ¿Nuestra conclusión? Es mejor probarlo.

/ Pierina Denegri Davies
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Otra delicia por la que volveremos es el pan frito taiwanes, una opción única que presenta un pan crujiente recién frito relleno de tomate, pepino, jamón, huevo sancochado y mayo dulce. Es equilibrado gracias que lo fresco acompaña la fritura a la perfección y los sabores quedan muy bien juntos.

Si de piqueos se trata, las alitas coreanas son una opción ideal. Son crocantes, generosas y vienen con una porción contundente de salsa gochujang, que combina ajíes con toques dulces y picantes. Se acompañan con nabo encurtido, como es costumbre.

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El fuerte de Cafeccino también son los dulces, en especial en su forma helada gracias a una variada propuesta en un local contiguo, que se llama Honey Room. Eso sí, sus productos se pueden pedir para ir comiendo, pero también se pueden disfrutar si se está en la cafetería.

El té de burbujas que más nos gustó fue el Aurora, que combina leche o gaseosa blanca con un té de color azul fuerte, conocido como anchan. Lo curioso viene cuando se combina con limón, ya que el color cambia a un púrpura vibrante. Es todo un espectáculo de por sí y la bebida es refrescante, con las burbujas cocidas en su punto y el toque preciso de dulce. También ofrecen versiones de matcha, chocolate, citrus y el original.

/ Pierina Denegri Davies

El Egg Waffle o waffle burbuja es un postre imperdible que se ofrece en esta cafetería. La masa resulta extra crocante en ciertas partes y en las burbujas es suave y esponjosa. Se puede rellenar con helado artesanal o con frutas. El favorito absoluto fue el snow ice de té verde, una especie de raspado muy fino que crea una textura sin igual, muy ligera pero repleta de sabor y con el dulce perfecto. Se sirve con diferentes toppings, pero recomendamos las frutas.

Cafeccino es de esos lugares que rápidamente se puede volver un favorito ya sea por ser el espacio perfecto para desconectarse, avanzar pendientes o reunirse con amigos. Y qué mejor que acompañarlo con delicias taiwanesas.

Dato:

Cafeccino se encuentra en Av. Parque de las Leyendas 216, San Miguel. Atienden de domingo a jueves, de 9 a.m. a 9 p.m. y viernes y sábado, hasta las 10 p.m. Visite su perfil de Instagram (@cafeccinoperu), para conocer la carta completa y más sobre su propuesta.

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