(Foto: Captura de pantalla YouTube).
(Foto: Captura de pantalla YouTube).
Luciana Villegas

La loba ha regresado. Luego de años en silencio con breves apariciones, está de vuelta en el ruedo. Y viene con todo. Así lo comprobamos con su última canción “Session 53″, que lanzó junto al productor y DJ argentino, . Más allá del pegajoso ritmo, fue la letra lo que destacó en los titulares de prensa y los videos en redes sociales. En tan solo un día, el clip en Youtube ya cuenta con más de 68 millones de reproducciones. Un éxito sin lugar a discusión.

“Sorry baby hace rato que yo debí botar a ese gato” dice Shakira en los primeros segundos de la canción. Una de las letras más suaves del tema en el que no solo ataca directamente a su ex pareja, el jugador catalán Gerard Piqué, si no que también se refiere a la actual enamorada del mismo quien habría sido la tercera en discordia durante su relación, Clara Chía. “Tiene nombre de persona buena, clara-mente es igualita que tú”, dice la cantante colombiana. “A ti te quedé grande y por eso estás con una igualita que tú”, continúa en uno de los temas más directos y picantes que ha lanzado en toda su exitosa carrera musical.

En fin, a estas alturas todas conocemos a detalle la letra del nuevo tema del verano. Lo que tal vez muchas no saben (o no entienden) es la ola de críticas y ataques que ha generado esta canción de parte de la prensa española y algunos usuarios en redes sociales. Medios como El Mundo, Cosmopolitan o incluso, la mismísima edición española de Vogue han publicado artículos en los que critican el nuevo tema de la cantante. Pero, ¿bajo qué argumentos? Es aquí donde la cuestión del feminismo entra a la conversación.

Una de las premisas más repetidas en los citados artículos señalan que la cantante colombiana va en contra del feminismo al atacar a otra mujer. “Nada justifica dejar mal a otra mujer”, escribe Nerea Panicello para Cosmopolitan. “Y a pesar de que las camisetas que ponen sororidad o los hashtags con frases de amor y comunión entre mujeres son muy populares, todavía queda mucho por andar. Clara-mente”, opina Alexandra Lores para Vogue.

Y es que, ¿en qué momento el feminismo se convirtió en un escudo para defender a la mujer sin importar su accionar, solo por el hecho de ser mujer? ¿Será que las mujeres somos seres intachables por naturaleza y no me he enterado? ¿O será que tienen el diccionario incorrecto sobre feminismo y nadie les ha dicho? Resulta enfurecedor y hasta peligroso que se utilice el término feminismo para defender hasta lo indefendible. Se pierde el verdadero sentido de la lucha y las mujeres que realmente necesitan una gota de sororidad. Créeme, una de ellas no es Clara Chía.

Lo de Clara ya todas lo sabemos. Sabemos que fue la tercera en discordia en una pareja consolidada que, dicho sea de paso, tiene dos hijos de por medio. Es obvio que la responsabilidad absoluta la tiene Piqué, quien llevaba el compromiso con Shakira. De eso no hay discusión. Y a quien, por cierto, le caen una decena de ataques en la nueva canción de la colombiana. Pero eso no excluye a Clara de algún tipo de responsabilidad afectiva en el asunto, ni menos la convierte en un víctima en todo esto. Por favor.

Otro punto que resulta sorprendente es la superioridad con la que se escriben estas críticas a la cantante colombiana. ¿De cuando acá es correcto decirle a otra persona cómo gestionar sus sentimientos? Y es que quienes se encuentran detrás del teclado, ¿nunca han vivido un corazón roto? O por el contrario, ¿se creen con la experiencia suficiente en el tema como para criticar el modo en que Shakira, una mujer que ha sido humillada a niveles estratosféricos en los últimos meses, maneja este proceso? Habría que practicar un poco la empatía.

Me pregunto, ¿Shakira no merece piedad? Una mujer que compartió su vida más de 12 años con un hombre, por quien dejó su carrera musical y con quien tuvo dos hijos; para luego ser humillada en televisión nacional. Qué digo nacional, internacional. Aparentemente, para algunas personas habría que seguir atacando a Shakira por expresar sus sentimientos en una canción, práctica que comparten muchos artistas.

Aquí no hay antifeminismo, no hay falta de sororidad y menos de respeto. Aquí lo que hay, en realidad, es una falta de empatía desmedida de algunos hacia una mujer que ha sufrido no solo una traición, sino una humillación ante los ojos del mundo. Muchas se olvidan lo que se siente que te rompan el corazón y peor aún, que el mundo hable de ello. Hace falta un poco más de empatía y piedad, pero esta vez hacia la mujer correcta.



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