Fiorella Ramírez

amaba la atención de las cámaras, tanto que, en 1913, en plena Revolución mexicana, firmó un contrato con Mutual Film Company de Hollywood para grabar varias de sus batallas. El bandido que se levantó contra la dictadura de Porfirio Díaz buscando un cambio social y político, hoy estaría orgulloso de enterarse que su vida es contada por Star+, en una serie que lleva su nombre como título.

La producción retrata la vida de Villa explorando tanto su faceta como hombre en busca de un propósito, como la de feroz luchador social. Las locaciones en Jalisco, México, proporcionan un contexto simbólico para la lucha interior del protagonista y su batalla contra un pasado doloroso. “Aquí no existe el bueno y el malo, aquí vamos a ver a líder revolucionario totalmente abierto en cuerpo y alma, algo que dudo que se haya mostrado antes”, señala Jorge A. Jiménez en conversación con El Comercio.

Reescribiendo la leyenda

No es la primera vez que este personaje es llevado a la pantalla, otros títulos son “La cabeza de Pancho Villa”, “¡Vamos con Pancho Villa” y la más célebre de todas: “And starring Pancho Villa as Himself” (2003), protagonizada por un imponente Antonio Banderas. Estos proyectos previos se enfrascaban en el género western y mostraban a un héroe fuerte, “macho”, y, por tanto, casi carente de emociones.

En esta lo veremos en todas sus facetas, desde el bueno hasta el noble, desde el bandido hasta el héroe, desde el antihéroe hasta lo más perverso que te puedas imaginar. Es un ser humano completo y eso es precisamente lo interesante de este personaje”, precisa Jiménez.

La serie se estrena a cien años de la muerte del Centauro del norte. Foto: Star+
La serie se estrena a cien años de la muerte del Centauro del norte. Foto: Star+
/ Eduardo Cisneros

Esta perspectiva ayuda a borrar la narrativa idealizada que Hollywood ha construido alrededor de José Doroteo Arango Arámbula, nombre de nacimiento que enterró al convertirse líder de una pandilla de malhechores. La producción dirigida por Rafael Lara y con guion de Enrique Rentería, sumerge al espectador en los momentos más crudos de Villa, abordando sus errores, contradicciones y penas.

El alma del Centauro

Para caracterizarlo, Jiménez tuvo que llevar el cargo de conciencia de Pancho como un lastre sobre sus hombros. “Fue bastante fuerte, siempre justificando todo lo que hacía, intentando no juzgarlo, pero al fin de cuentas, algo te mueve, algo te provoca en especial cuando progresivamente se convierte en un asesino desalmado—.”

Fue un peso moral y también físico, pues para crear un hombre desprovisto de la masculinidad viril que el público recuerda, también cambió su dieta para así robustecer su cuerpo. Como resultado final, el actor logra dar al líder histórico una rara profundidad que lo transforma en símbolo de un país que lucha por encontrar su propio camino en medio de un panorama cambiante y desafiante, reflejando la identificación con un México convulso por la desigualdad, el miedo y la precariedad.

La serie toma una astuta decisión al sumergirse en la historia del héroe desde sus momentos más sombríos, mostrando su fuga a las montañas y enfrentamientos con la justicia, lo que destapa un contexto doloroso que expone un sistema político abusivo y violento, revelando una falta de respeto hacia la dignidad humana. Mediante esta alegoría, Pancho Villa se convierte en un hombre común en un territorio plagado de pobreza y explotación, mientras desentraña gradualmente su papel en un cambio radical y vital para la nación.

La serie retrata la invasión de Pancho Villa a Estados Unidos de América. Foto: Star+
La serie retrata la invasión de Pancho Villa a Estados Unidos de América. Foto: Star+
/ EDUARDO CISNEROS LOUBET

Así, traza un ingenioso rumbo al explorar un legendario mito histórico, desentrañando sus proezas reconocidas y enfatizando su valentía y entrega al pueblo mexicano. “Pancho Villa: El Centauro del Norte” presenta a un individuo plenamente consciente de su papel y la relevancia de sus elecciones, lo que se convierte en un punto culminante de la trama.

Después de estar meses trabajando el papel, he logrado entender muchas de sus acciones. Lo que más me impactó y dejó huella en mí es cómo una persona es capaz de revolucionar un país. Si hubiera más Panchos Villas o más personas con esa voluntad de hacer un cambio, creo que la historia sería diferente”, subraya el intérprete.

Entre las comparaciones que establece la crítica, tenemos una similitud con figuras como la de Pablo Escobar en “Narcos”, serie de la que Jiménez también formó parte. Para el intérprete, ambos se relacionan por ser hombres que cambiaron el curso de país y que tienen gran influencia hasta el día de hoy: “Ellos fueron sumamente inteligentes y tuvieron una capacidad increíble de liderazgo. Creo que podemos compararlos especialmente en su psicología”, añade.

El arquetipo que analiza a hombres sedientos de poder y cambio, por ahora resulta inagotable. Los antihéroes continúan resultando interesantes por su complejidad irresistible, ya sea si son mafiosos, narcos, o cualquier otra actividad delictiva respaldada por un ancho popular. Pueden no ser un ejemplo de vida y terminar en su mayoría asesinados de la forma más humillante —y común— posible, pero no hay nada como desentrañar un mito y ver que, después de todo, no somos tan diferentes.