Oscar García

En los últimos 18 años el panorama urbano de Lima no sería el mismo sin la enigmática imagen de un oso panda grafiteado que te observa con ojos blancos desde algún muro. Se lo ha visto en todos lados: en paredes de casonas, en paraderos de micros, en el Metro de, en vallas publicitarias de varios metros de altura, en un avión viejo y en cualquier lugar inaccesible que a su creador le parezca interesante. El panda es un personaje de la ciudad y es la obra mayor de Poet, una leyenda de los aerosoles que empezó su recorrido en los años noventa, cuando toda Lima era vista como un lienzo por decorar.

MIRA TAMBIÉN: ¿Congelar embriones?: lo que debes saber sobre los tratamientos y la preservación de la fertilidad

Hoy las cosas no son iguales: “Antes por pintar una pared te decían que eras un pandillero, un piraña o vándalo, te detenía la policía y te llevaban a la comisaría o te dejaban botado en una zona lejana sin un sol. Aho- ra nos llaman artistas. Dicen que hacemos ‘street art’. Se ha volteado la cosa”, reflexiona Poet, un tanto divertido, ahora que una galería de arte no solo se ha interesado en exhibir su trabajo, sino también en rendirle homenaje junto a otros artistas grafiteros.

Poet tiene 44 años y es uno de los pioneros del 'street art' en el Perú, junto con gente como Fumakaka, DMJC y algunos otros 'crews'.

FOTOS RICHARD HIRANO
Poet tiene 44 años y es uno de los pioneros del 'street art' en el Perú, junto con gente como Fumakaka, DMJC y algunos otros 'crews'. FOTOS RICHARD HIRANO
/ Richard Hirano

Su nombre real, desde luego, prefiere no darlo porque el grafiti callejero, al menos como lo entendían los pioneros en esto, era en esencia así: anónimo e ilegal. Todos en el ‘underground’ de la cultura urbana conocen su trabajo, lo admiran y respetan, pero solo sus amigos y más cercanos le ponen nombre y rostro a su obra.

Su aventura personal empezó precozmente, a la edad de trece años, cuando pintaba las paredes de Barrios Altos con poemas suyos como “Sueños e ilusiones son mis únicas pasiones, de aventura y de peligro que dan forma a mi delirio”. A Poet le parecía bacán llenar de arte su barrio. A sus vecinos no les parecía tanto y por eso las riñas en casa eran comunes. Su padre también pintaba, letras psicodélicas como buen rockero, y eso quizá lo inspiró, dice. “Una vez me contaron que a la salida de una cueva bien oscura de Cusco, una que desembocaba en un precipicio, encontraron la firma de mi padre al final, ahí dibujada bien arriba, sobre unas piedras. Me pareció locazo eso”, dice sorprendido.

Una muestra del arte de Poet en distintos lugares de Lima. El panda es un homenaje a su hija. Esta figura nació a partir de un peluche gigante que tenía el poder de calmar a su pequeña cuando se estresaba. Hace 18 años que lo lleva pintando por todos lados. (Foto: Richard Hirano)
Una muestra del arte de Poet en distintos lugares de Lima. El panda es un homenaje a su hija. Esta figura nació a partir de un peluche gigante que tenía el poder de calmar a su pequeña cuando se estresaba. Hace 18 años que lo lleva pintando por todos lados. (Foto: Richard Hirano)
Otra muestra del estilo de Poet en una pared de la ciudad. (Foto: Richard Hirano)
Otra muestra del estilo de Poet en una pared de la ciudad. (Foto: Richard Hirano)

Al comienzo pintar era una cosa de ego, de dejar una huella en el mundo, de transformar la ciudad. El grafitero se complace en ver su nombre o alguna creación suya en un sitio recóndito, al que nadie más puede llegar. Es un alardeo entre pares. Y hubo veces en que, guiado por esas ganas locas de autoafirmación, trepó las torres de letreros luminosos gigantes, con agilidad de mono, para pintar su panda, temeroso de que el viento lo hiciera caer y quedase estrellado contra el piso como un huevo reventado. Afortunadamente, nunca ha pasado. ¿Y qué significa el panda, a todo esto? Era uno de los peluches de su hija, al que le tenía más ley. Cuando Poet lo plasma en alguna zona, es un homenaje a ella.

Los hermanos Cataños son los co creadores del espacio Lima 247, el que viene acogiendo diversas muestras sobre arte urbano en su local de la Plaza 2 de Mayo, en el Centro de Lima. FOTO: RICHARD HIRANO
Los hermanos Cataños son los co creadores del espacio Lima 247, el que viene acogiendo diversas muestras sobre arte urbano en su local de la Plaza 2 de Mayo, en el Centro de Lima. FOTO: RICHARD HIRANO

Este 30 de setiembre se realizará un tributo a la vigencia de Poet y el grafiti noventero en la galería Lima 247 (plaza Dos Mayo, No 70, Centro de Lima), un nuevo espacio inaugurado hace dos meses exclusivamente para la promoción del arte urbano. Sus creadores, los artistas callejeros Piroe, Demars y Franko Cataño concibieron este lugar como un espacio de confluencia de exponentes de este perfil, y en esta retrospectiva han invitado a varios artífices del grafiti a repensar e intervenir la obra de Poet. La muestra incluye la venta de ‘art toys’ e iconografía del artista homenajeado, para que todos tengan la chance de llevarse un poquito de la magia de Poet a casa. //

Además…
Una nota histórica

El primer artículo periodístico sobre Poet se publicó en El Comercio el 30 de abril de 2008. Esto fue posible gracias al empeño del fotógrafo Richard Hirano, actual editor gráfico de Somos. Tras seguir pacientemente la pista de osos panda regados por la ciudad, y luego de varias consultas, logró encontrar al esquivo Poet, quien le compartió su historia en una larga y amena conversación en el bar Queirolo. 

Una nota histórica

Contenido Sugerido

Contenido GEC