"Caída sin gloria", por Juan Carlos Tafur

Apenas se conocieron los videos que propalara en horas de la tarde del martes Fuerza Popular, la decisión inicial no fue renunciar. PPK
​ convocó una reunión con Mercedes Aráoz, Bruno Giuffra y Cayetana Aljovín en Palacio. Allí deciden dar la conferencia en la que participaron los dos primeros, además de Carlos Bruce, ministro de Vivienda, también aludido en los videos dados a conocer y el ministro del Interior, Vicente Romero. 

Luego de ello, ese mismo día, hubo otra reunión, en la oficina que aún mantiene la PCM en Miraflores, esta vez con todo el gabinete ministerial. Allí tampoco se toma la decisión de renunciar. Se queda en verlo el miércoles en la mañana en el consejo de ministros a realizarse en palacio de Gobierno. 

El consejo de ministros empezó puntual y allí, de arranque, Mercedes Aráoz les comunicó la decisión tomada. Alrededor de dos horas después de haberse iniciado, ingresó el presidente y lo ratificó. La había tomado la noche anterior, a solas, sin participación de ningún allegado ni consejero. La constatación de que la tenía perdida en el Congreso inclinó la balanza. 

Llamó la atención el rostro avergonzado del ministro de Transportes, Bruno Giuffra, en la reunión del gabinete ministerial. Sobre él recaían todas las miradas por considerar que su error era el que había ocasionado todo el desmadre político que luego culminó con la renuncia presidencial. 

Fuentes de Palacio nos indican que PPK está tranquilo, molesto por el desenlace, pero sin perder, inclusive, el humor. Su propia ligereza contrastaba cuando al momento de ser despedido en las escalinatas de Palacio por Ángela Huatay, su secretaria Jesús Kisic y sus consejeras Mariela Béjar y Annie Masseur, mientras los rostros de ellas revelaban lo dramático de la situación, PPK hablaba con su chofer para indicarle que pasase a recogerlo. 

Un escándalo se tumbó al gobierno, recordándonos que la fórmula de la ingobernabilidad en el país incluye, junto a los conflictos sociales o las disputas entre Ejecutivo y Legislativo, la aparición de un escándalo como hito demarcatorio. 

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