Patricia Castañeda Alva

El comer es un acto fisiológico importante y natural, sin embargo, existen muchas personas que tienen una relación mala con la comida o con el acto de comer. Sienten culpa al comer, o no reconocen sus sensaciones de hambre y saciedad. En esta nota intentaremos resolver dudas sobre alimentos que generar mayor saciedad, así como reconocer las señales de cuando tenemos hambre y saciedad.

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Hambre y saciedad

De niños a muchos nos decían que no nos debemos pararnos de la mesa si no terminamos de comer todo lo que está en nuestro plato. Muchas veces ya estábamos satisfechos, sin embargo, nos quedamos mirando y jugando con la comida para intentar comer más. Esa es una de las primeras veces que nuestras sensaciones de saciedad se ven afectadas, ya que comemos más de lo que quisiéramos.

Con los años, ese hábito de comer todo lo que está en el plato se vuelve más común, sea porque no queremos desperdiciar alimentos o porque simplemente ya tenemos instaurado que debemos comer todo lo que nos sirven. Además, comemos viendo televisión, viendo redes sociales en el celular o –peor aún– trabajando o haciendo alguna actividad que no nos deja disfrutar del presente y del acto tan importante y delicioso que es comer.

Las verduras y frutas nos ayudan a mantenernos saciados.
Las verduras y frutas nos ayudan a mantenernos saciados.

El hambre es una sensación en el estómago, que se genera gracias a una hormona llamada grelina, ésta lo estimula y se secreta en el estómago y otros órganos del cuerpo. Esa sensación puede ir desde ganas de comer, un movimiento en el estómago, rugido en el estómago hasta dolor o irritabilidad. Por supuesto, se recomienda comer antes de llegar a la fase de dolor o malestar.

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Imaginemos que tenemos una línea del 1 al 10, en donde 1 es el hambre máximo que podemos sentir que ya nos genera malestar, y 10 es el punto máximo en donde hemos comido tanto que nos sentimos mal del estómago, tenemos náuseas, dolor, etc.

Lo ideal, es iniciar a planificar nuestra comida, ir a un restaurante, empezar a cocinar, pedir delivery, cuando estamos en el 3 o 4, así podremos tomar decisiones más acertadas sobre qué queremos comer y no tomar lo primero que encontremos, que muchas veces suelen ser alimentos que no nos suman en nutrientes ni sabor.

Siguiendo esa línea, cuando comemos, se recomienda dejar de comer, cuando estemos en el número 8, porque si seguimos comiendo, sin respetar las sensaciones de saciedad llegaremos al 9 o 10 y nos empezaremos a sentir mal, teniendo dolor de estómago, náuseas, no podremos dormir, entre otros.

Alimentos que nos brindan más saciedad

En la búsqueda constante de mantener una alimentación equilibrada, la saciedad se presenta como un factor importante. Algunos alimentos destacan por su capacidad para satisfacer el apetito de manera más duradera, y evitar el “picoteo”. Además, nos ayudan a poder planificar mejor nuestras comidas y no llegar con mucha hambre a la siguiente.

Proteínas vegetales

Tenemos a las proteínas vegetales tales como lentejas, frejoles, garbanzos, arvejas, carne de soya, tofu, entre otras. Estos alimentos nos aportan mayor saciedad porque además de tener proteína, cuentan con fibra, un nutriente importante que prolonga la sensación de estar lleno, ayudando a controlar el apetito a lo largo del día.

Además, estudios sugieren que el alto contenido proteico en una comida puede reducir la ingesta calórica en comidas posteriores, y evitar el “picoteo” de comidas que no son nutritivas o que no suman a nuestro alimentación.

El tofu es una proteina vegetal.
El tofu es una proteina vegetal.

Grasas saludables

Las grasas tienen moléculas más densas, son más calóricas que otros alimentos y eso nos ayuda a mantenernos saciados durante más tiempo. Las grasas saludables presentes en las paltas, frutos secos, maní, aceitunas, y aceite de oliva contribuyen a la sensación de saciedad. Por eso, si deseas comer una ensalada, no olvides agregarle grasa saludable que te ayudará que esa sensación de saciedad dure horas. Además, estudios señalan que las grasas monoinsaturadas (predominante en los alimentos de origen vegetal) estimulan la liberación de hormonas relacionadas con la plenitud.

Las grasas saludables de los frutos secos  nos ayudan a mantenernos saciados.
Las grasas saludables de los frutos secos nos ayudan a mantenernos saciados.

Fibra

Los alimentos ricos en fibra, como avena, chía, linaza, legumbres, verduras y frutas hacen que se retarde la digestión. Este efecto prolonga la sensación de estar lleno, ayudando a controlar el apetito a lo largo del día.

Además, algunos alimentos como las verduras de hojas verdes, nos ayudan a tener gran cantidad de fibra y agua, llenando el estómago sin añadir excesivas calorías. Sin embargo, esa sanción no se mantendrá de forma prolongada sino le agregamos un alimento proteico y con grasa saludable.

Las verduras y frutas nos ayudan a mantenernos saciados.
Las verduras y frutas nos ayudan a mantenernos saciados.

Ejemplos:

  • Desayuno: un bowl de avena con mantequilla de maní, fruta y semillas, nos brindará, proteína y grasas saludables a través de la mantequilla de maní y semillas, carbohidratos y fibra a través de la avena y frutas.
  • Almuerzo: un plato de lentejas con arroz integral, ensalada fresca con palta nos mantendrá más saciados por la cantidad de proteína que aporta las lentejas, la fibra a través del arroz y verduras, y las grasa saludable de la palta.
  • Snacks: frutas con frutos secos, frutas con mantequillas de frutos secos, galletas integrales con aceitunas o hummus. Estos snacks son fáciles de preparar y tienen nutrientes que nos mantienen más tiempo satisfechos.
  • Cena: bowl de quinua, con trozos de tofu y verduras salteadas con aceite de oliva. Esta mezcla nos aporta proteína a través del tofu, fibra a través de la quinua y verduras, y la grasa saludable del aceite de oliva nos ayuda a mantenernos satisfechos.

Espero que esta información les sirva y puedan ponerlo en práctica. No olviden que son recomendaciones generales que no reemplazan una cita con un nutricionista. Disfruten de la comida, sin sentir culpa e intentemos reconocer nuestras sensaciones de hambre y saciedad, que es un trabajo al inicio pero que luego se torna sencillo, y vale mucho la pena. Provecho.