Antes y durante su Presidencia, Pedro Castillo hizo anuncios (y hasta promesas) de corte político, como la no injerencia de Vladimir Cerrón, que Palacio sería un museo y que recibiría a la Comisión de Fiscalización del Parlamento, entre otros, que no ha cumplido. Para el politólogo Daniel Encinas y el analista Rober Villalva, su palabra se ha visto seriamente devaluada en menos de un año en el poder.