Para Enrique Cornejo, el ex viceministro Jorge Cuba, quien laboró con él en el MTC y es investigado por el Caso Odebrecht, "llevaba una vida paralela que tendrá que explicar". (Foto: Alessandro Currarino / El Comercio)
Para Enrique Cornejo, el ex viceministro Jorge Cuba, quien laboró con él en el MTC y es investigado por el Caso Odebrecht, "llevaba una vida paralela que tendrá que explicar". (Foto: Alessandro Currarino / El Comercio)
Paulo Rosas Chávez

El ex ministro Enrique Cornejo, quien busca postular por segunda vez a la Alcaldía de Lima, considera que la ciudad carece de liderazgo y que requiere una planificación a largo plazo.

En entrevista con El Comercio, el también ex militante del Apra –partido con en el que postuló al municipio metropolitano en el 2014– detalla sus planes para la capital y dice que confía en que podrá recolectar a tiempo las firmas necesarias para inscribir a su movimiento Contigo Ciudadano.

— De las 298 mil firmas que exige la ley, ¿cuántas tiene?
He presentado 300 mil y supongo que de esas tengo al menos la mitad aprobadas. Estoy presentando nuevas [firmas] para completar lo que pudiera ser el número a reemplazar.

— ¿Quiénes se encargan del recolectar las firmas? ¿Les paga a esas personas?
Lo hacen voluntarios y voluntarias, a quienes les agradezco en el alma. No estamos gastando ningún dinero en esto. Al único al que le estamos pagando es al JNE, que nos cobra por la revisión de las firmas. Estamos haciendo eventos que nos permitan tener el dinero para poder cubrir ese requisito legal.

— ¿Sus colaboradores aportan para ello?
Ellos trabajan como yo. No hay aportantes económicos, es una característica del movimiento. La campaña pasada fue muy austera y conseguimos casi un millón de votos, así que tenemos experiencia en conseguir votos sin poner mucha plata. [El dinero] lo obtenemos de eventos. Hemos hecho una obra teatral subsidiada y hasta el momento tres cenas. Vamos a hacer dos más.

— ¿Los eventos están siendo auditados? 
Sí, quiero ser muy transparente en la campaña. Pretendo hacer una campaña que busque fondos a través de Internet, como lo hizo Obama. Hay mucho lavado de activos y a veces se puede prestar a suspicacias, pero si se hace de una manera muy modesta, me parece que estamos alentando la democracia.

— ¿Cuál cree que es el principal problema de Lima?
Hay uno que es transversal: Lima está sin liderazgo y en total caos. La gente pide a gritos un liderazgo con orden y yo le agregaría con algún proyecto a largo plazo. Lima necesita saber hacia dónde va, no una obra por aquí y otra por allá. Lamentablemente, las últimas administraciones municipales no han hecho mucho.

— ¿Se refiere a las de Luis Castañeda y Susana Villarán?
Debo reconocer que en la gestión de Villarán se elaboró un plan hacia el 2035. Es bueno, pero no se aplicó y cuando entró Castañeda, lo mandó al archivo. Yo quiero usarlo y convertirlo en un plan hacia el 2050.

— ¿Cuál es su evaluación de la gestión de Castañeda Lossio?
Me da pena no haberme equivocado, me hubiera gustado decir que me equivoqué. El señor Castañeda no tenía un plan. Falta un proyecto integral y falta visión de largo plazo. Lo lamento mucho porque todos los limeños hemos perdido cuatro años y ya no estamos para seguir perdiendo tiempo.

— A un año de que termine esta gestión, se están acelerando algunas obras.
Sí. Estando en el último año, intentan hacer un bypass en San Isidro y discuten con el alcalde [de ese distrito]. Ya no es tiempo de empezar nada, hay que culminar lo empezado. Yo me preocuparía en temas de hoy, temas de prevención que son más importantes que dejar una obra inconclusa. Ya no es tiempo de hacer cosas, se debieron hacer tres años atrás.

— ¿Su movimiento ya tiene eventuales candidatos para los distritos de Lima?
No tenemos candidatos propiamente, pero sí hay muchos que nos están ayudando, que se van perfilando. No tengo todavía perfiles en todos los distritos, pero sí personas en algunos distritos que en su momento postularán a elecciones internas y tendrán que lograr los votos de los militantes. Estamos buscando un perfil con tres condiciones: idoneidad personal y honestidad, transparencia y que nunca se olviden de la gente que votó por ellos.

— Usted fue citado por la fiscalía para declarar por el Caso Odebrecht, sobre el metro de Lima. Usted también llevó a Jorge Cuba al Viceministerio de Comunicaciones durante su gestión en el MTC, ¿tenía su entera confianza?
Sí, yo lo llevo, pero no para hacer esas cosas [Cuba es investigado por delitos de corrupción]. Claramente, llevaba una vida paralela que tendrá que explicar. Lo más importante es que el caso del tren eléctrico [metro de Lima] es precisamente el que tiene mayores cuidados de mi parte. [...] Yo estoy muy orgulloso de esa obra. Lamento que se haya manchado porque algunas personas se equivocaron y trabajaron en paralelo una acción dolosa que en su momento sabremos qué carácter tuvo.

—Cuando a Alan García se le consulta sobre el tema, él y sus voceros recuerdan que usted llevó a Cuba y que este llevó al resto de investigados por el caso.
A Cuba yo lo nombré junto al presidente de la República [Alan García], pero yo no lo nombré para que haga eso. Es más, en sus funciones no tenía nada que ver el tren eléctrico como tal. Él no tenía que intervenir en ese concurso y lo hizo de manera individual y absolutamente sin mi conocimiento.

— ¿No tiene temor de que este tema afecte su eventual campaña?
Más allá de la factura que algunos miembros de mi ex partido me quisieron cobrar cuando intenté ser secretario general, no voy a temer. Después de ese doctorado en ataques que tuve que resistir, cualquier otro [ataque] es absolutamente más benigno. Como dicen, cuídate de los que están contigo más que de tus enemigos. Lo que algunos dirigentes me hicieron, que me impidieron incluso entrar al partido y hablar, me ha preparado para cualquier circunstancia.

—Las propuestas—
— Entre los principales problemas de la ciudad está la inseguridad ciudadana. ¿Qué plantea para enfrentarla?
Yo quiero, en el mismo momento que empiece a ejercer la alcaldía, pedirle al Gobierno que me entregue educación y salud, porque Lima es una región especial. Para muchos, esos sectores son un problema; para mí, son una oportunidad. Ahí puedo trabajar en la prevención.

— Eso sería una medida preventiva, ¿qué más se puede hacer?
Los delincuentes avezados son un tema policial, pero el alcalde puede trabajar con las juntas vecinales y, sobre todo, en el delito menor. Mi lema va a ser: si no quieres que te roben, no compres robado. Si no compramos a los ‘cachineros’, el delincuente va a pensarlo dos veces. Además, puedo trabajar para que los serenos sean profesionales que tengan la inteligencia y la profesionalización para hacer ese trabajo delicado.

— ¿Qué hacer con el tema del transporte?
Hay que convertir lo que hoy día está desconectado en un gran sistema. Que una persona, al final del día y en cualquier lugar de Lima, pueda conectarse con un sistema que mezcle el metro, el tren de cercanías y el Metropolitano. En esa tarea el municipio puede colaborar, pero no es el único.

— ¿Y cómo solucionar el tráfico en la ciudad?
El tráfico es el que ve la fluidez de los vehículos, el que ve la reglamentación de los paraderos. Yo quiero que ahí, de las tres horas en promedio que los limeños dedicamos al transporte diariamente,  en el primer año se reduzca a al menos treinta minutos. ¿Cómo? Con diez medidas que he pensado en materia de regulación del tráfico que tienen mucho de sentido común. Por ejemplo, quiero trabajar en coordinación con todos los sectores para tener horarios para los camiones, sobre todo en horas punta.

— Es posible que este verano vuelva a crecer el caudal de los ríos y que casas y estructuras puedan ser afectadas.
Estamos viendo de nuevo cómo en Chosica, ante una crecida o una lluvia, arriba la vulnerabilidad y vienen las acusaciones. Hay que dejar de acusar y hay que actuar. La prevención es importantísima, pero hay un problema previo: sacar de la pobreza a millones de limeños que viven en las zonas altas y populares, que depende de una decisión política que significa dejar de trabajar para los traficantes de terrenos y empezar a trabajar para la gente sin esperar votos a cambio. Es una decisión fundamental que tiene que tomar el próximo ejercicio municipal.

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