Santos, quien estuvo 25 meses con prisión preventiva por acusaciones de corrupción, participó el domingo en un conversatorio en Cajamarca, en el que estuvo Mendoza.
Santos, quien estuvo 25 meses con prisión preventiva por acusaciones de corrupción, participó el domingo en un conversatorio en Cajamarca, en el que estuvo Mendoza.

estuvo el domingo pasado en Cajamarca. En la mañana de ese día no quiso asistir al mitin que Gregorio Santos había organizado, pero invitó a su ex rival electoral a un conversatorio al que iba a asistir por la tarde. Goyo, a diferencia de Mendoza, respondió el llamado y llegó para ponerle su sombrero celendino.

El encuentro fue solo para la foto, ya que en realidad en la izquierda siguen habiendo diferencias y se manejan varios escenarios electorales, con hasta cuatro corrientes (tres de ellas con partidos con inscripción).

La reunión entre Mendoza y Santos no cayó bien en esas corrientes.
En Nuevo Perú, el movimiento de Mendoza –el cual no tiene inscripción pero sí una bancada de 10 congresistas–, sabían que su secretario general, Álvaro Campana, venía sosteniendo reuniones con el entorno de Santos, pero desconocían que su propia lideresa tendría un encuentro con él.

La resistencia en Nuevo Perú es tan fuerte que han cuestionado la presencia de Mendoza en la marcha convocada por Santos para hoy en Lima, junto a Vladimir Cerrón (Perú Libre) y Walter Aduviri (Mi Región-Puno), quien tiene orden de captura por las protestas y disturbios en Puno en el 2011.

En el entorno de Santos, las suspicacias son mayores. “Verónika llegó [a Cajamarca] para limpiarse la cara de la votación de la vacancia [su bancada se retiró del hemiciclo y no votó]. Busca acercarse a Democracia Directa [el partido fonavista aliado del MAS, el movimiento de Santos] por su inscripción electoral”, señalaron fuentes allegadas a Santos.

Ese entorno –y el de Mendoza– estima que Santos sería sentenciado por el proceso que se le sigue por los presuntos delitos de asociación ilícita y colusión (simple y agravada) entre marzo y mayo. “Si a Goyo se le sentencia, Verónika estaría bien con Cajamarca y Democracia Directa le cedería el cupo”, especularon.

Ese escenario no ha sido negado en público. El ex congresista Jorge Rimarachín, brazo derecho de Santos, afirmó que la izquierda debería unirse y llegar a un consenso sobre su candidato, pues “las elecciones internas son para dividirse más”. Rimarachín incluso ya tiene una fórmula electoral: “Puede ser Verónika a la cabeza y Goyo a la vicepresidencia”.

—Comicios de octubre—

Pero esos escenarios son para el 2021, pues para las elecciones municipales y regionales de este año aún hay divisiones.
Mendoza ha dado libertad a sus militantes a postular en alianzas, pues no van a alcanzar a recolectar las 733 mil firmas necesarias para inscribir a Nuevo Perú. Tienen menos de 100 mil y el proyecto de ley que su bancada presentó para “eliminar el requisito de recolección de firmas” no tiene consenso en el Parlamento. En Lima evalúan apoyar a Juntos por el Perú, que tiene la inscripción electoral del Partido Humanista de Yehude Simon. Este grupo baraja postular a Gustavo Guerra García.

El Frente Amplio está alejado de esas negociaciones y planea lanzar al abogado Marco Huaco como candidato para la Alcaldía de Lima. Su líder, el congresista Marco Arana, nunca respondió al llamado de Santos para la marcha de hoy.

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