Fernando Vivas

El lunes fue agitado por la resaca de las revelaciones dominicales. Se conoció, en “Punto final”, parte del interrogatorio de la fiscalía de la Nación a Dina Boluarte, en el que ésta se niega a develar su secreto bancario y se aferra a la coartadas de que Wilfredo Oscorima no le regaló sino que le prestó tres Rolex y una pulsera, y que sus finanzas abultadas del pasado se deben al manejo de una cuenta del Club Departamental Apurímac. Otra pesquisa fiscal atiza la crisis de los relojes: aquella en torno a Esperanza Rojas, aliada política de Oscorima (es la dirigente del movimiento regional Wari LLacta que lo llevó al poder) quien, en su faceta de empresaria, ganó en marzo pasado un contrato de S/22 millones para la construcción de un comedor para los visitantes de los Juegos Bolivarianos que se realizarán en Huamanga.