Milagros Leiva

La política no se debe mezclar con el deporte. A Carlos Neuhaus le dio mucha pena lo que hizo el presidente colombiano, Gustavo Petro, con Barranquilla que perdió la sede de los Panamericanos. Se tenía que pagar los 20 millones de dólares a PanamSports y Barranquilla pidió el dinero, pero el Gobierno Central comenzó a demorar porque Barranquilla es un gobierno de centroderecha y como no era afín a Petro vino el inimaginable boicot. A eso lleva la espantosa polarización de izquierda y derecha que termina siempre perjudicando a un país. Cuando Petro quiso reaccionar, ya era demasiado tarde. Fue así como ingresó a la pelea el Perú que terminó ganándole a Paraguay. Neuhaus fue testigo presencial de como el alcalde Rafael López Aliaga y el primer ministro Gustavo Adrianzén, pese a pertenecer a ideologías distintas, lo dieron todo para lograr la sede para los juegos Panamericano del 2027 y lo lograron en el nombre del Perú.