Melissa Valdivia Romero

La Dirección Desconcentrada de Cultura Cusco (DDCC) tiene 30 días para realizar un informe técnico sobre la demolición de la construcción del hotel Sheraton en el inmueble de la calle Saphy así como la restitución de los muros incas que fueron desmontados para dar paso a dicha edificación, según se establece en la resolución No. 143 del Quinto Juzgado Civil de la Corte Superior de Justicia del por orden del Tribunal Constitucional.

La resolución ratifica que la Municipalidad Provincial del Cusco y el Ministerio de Cultura a través de la Dirección desconcentrada de Cultura como infractores tienen la responsabilidad económica de asumir los costos.

El plazo para este proceso es de 30 días, durante los cuales la DDCC debe elaborar un informe técnico detallado que incluya los aspectos relacionados a la demolición del hotel, así como la reconstrucción de los valiosos muros prehispánicos que fueron desmontados para dar paso a la edificación que contemplan cinco andenes y muros incas de piedra que fueron retirados durante la edificación.

De acuerdo al documento, en el nuevo informe técnico de restauración será desarrollada con apoyo de entidades especializadas de orden internacional en el mismo plazo de 30 días que correrá a partir de la aceptación de los organismos internacionales.

Ordenar se efectúe informe técnico elaborado por la Dirección Desconcentrada de Cusco y el Ministerio de Cultura, sobre la demolición dispuesta en la Resolución No. 83 aclarada Resolución 89; de todo lo ilícitamente construido en el citado inmueble, que altera y destruye en forma continua los muros arqueológicos prehispánicos, e incas existentes (…). Ordenar al Ministerio de Cultura y a la Dirección Desconcentrada de Cultura de Cusco, la realización de un nuevo informe técnico, a fin de concretar acciones de restauración integral de los muros arqueológicos prehispánicos e incas afectados en el presente caso, con el apoyo de organismos internacionales especializados, para que se concreticen las acciones de restauración del patrimonio dañado, por lo que las partes precisen en el plazo de tres días hábiles, quiénes serán estos organismos internacionales especializados”, se resuelve en la resolución.

Las instancias legales procedieron su análisis del caso conforme a la Ley General del Patrimonio Ley N° 28296 y su reglamento Art. 35, el Plan Maestro del Centro Histórico del Cusco concluyendo que la edificación del Sheraton alteró y destruyó los muros arqueológicos prehispánicos, e incas existentes, violentado los parámetros urbanísticos y distorsionando la armonía y configuración tipológica del Centro Histórico del Cusco

La entidad cultural aún no se ha pronunciado al respecto, mientras el gerente general de la Municipalidad Provincial del Cusco, Fernando Palma, señaló la posibilidad de gestionar un crédito suplementario para ejecutar la sentencia.

No contamos con el dinero, sin embargo, se debe gestionar un crédito suplementario para dicho propósito. Esperamos que las cosas vayan por buen camino, vamos a contar con los fondos necesarios”, dijo. La autoridad edil refirió que se reunirán con los funcionarios de la DDCC para consensuar los acuerdos y dar cumplimiento a la sentencia judicial

Un caso indignante con muchos antecedentes

En junio del 2023, el Tribunal Constitucional (TC) solicitó al Quinto Juzgado Civil de la Corte Superior de Justicia del Cusco ejecutar la demolición (dispuesta en resolución del 13 de setiembre del 2019) de los nueve pisos y dos sótanos del hotel Sheraton.

Hace más de nueve años que las obras del hotel Four Points de la cadena Sheraton son motivo de una ardua batalla legal en Cusco, su construcción se edificó demoliendo los predios N° 674 y 704 de la calle Saphi y el lote N° 5 de otra casa cuya fachada daba a la calle Don Bosco, ubicados a pocos metros de la plaza mayor. Las tres casas formaban parte del Patrimonio Cultural de la Nación. Eran edificaciones pequeñas de adobe y, en su interior, según un informe de la Contraloría General de la República y reportes de la Dirección Desconcentrada de Cultura Cusco (DDCC), existían muros de la época inca, elementos líticos incas, canales y empedrados de la época colonial.

De acuerdo al informe de Contraloría, a inicios de la construcción en el año 2011 la inmobiliaria R&G SAC desmontó tres muros prehispánicos sin cuidar la intangibilidad. Los otros vestigios también habrían desaparecido. Siete años después la Contraloría determinó que esas evidencias de la época inca y colonial fueron destruidas, por lo que la afectación “es irreversible”. Otra controversia alrededor de esta obra es que cuando una comisión ad hoc, integrada por representantes de la Municipalidad Provincial de Cusco y de colegios profesionales, cuyo alcalde provincial en ese momento era Luis Flores García, decidieron mantener el permiso de obra cedido a la empresa inmobiliaria R & G S.A.C para levantar el hotel Sheraton.

En otro informe de la entidad fiscalizadora se menciona además que el alcalde de ese entonces por el año 2014, Luis Flores, y Lenin Zegarra Díaz, gerente de Desarrollo Urbano y Rural de la municipalidad, sabían oportunamente de la ejecución del proyecto por parte de la empresa inmobiliaria R&G SAC, cuando el proceso de aprobación de la nueva licencia estaba en trámite. Además, el proyecto era contrario a los planos de la licencia aprobada y se omitió aplicar una sanción administrativa a la empresa por un millón 736 mil soles, conforme a la escala de multas y sanciones de la municipalidad, por realizar cambios arquitectónicos que iban contra las normas de construcción.

Aquel tiempo, Luis Flores García salió al frente y aseguró que no tenía ningún tipo de responsabilidad en el otorgamiento de la licencia, culpó de las presuntas irregularidades y las autorizaciones dadas a la obra a los integrantes de la Comisión Técnica Calificadora del Proyecto.

Se está direccionando como el responsable al alcalde, pero no es así, ya que la comisión técnica era autónoma en sus decisiones y el alcalde no tenía nada que observar. Aunque parezca una lavada de manos como Poncio Pilato, pero es así, porque la ley no me faculta a intervenir en esa comisión técnica”, declaró en su momento Luis Flores, ex autoridad provincial.

En el 2017, por esa obra se sancionó con dos multas a la misma compañía por más de 4 millones 500 mil soles, pero en enero de ese mismo año las resoluciones directorales con las medidas sancionatorias fueron anuladas por el entonces ministro de Cultura, Rogers Valencia, mediante dos documentos ministeriales que dejaron sin efecto el pago del millonario monto.

Durante todos los años la ciudadanía cusqueña mostró su indignación por la construcción. Tanto así que realizaron varias denuncias, paros, movilizaciones, etc. El caso escaló a nivel mundial pues en el año 2018, el comité peruano del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios - Icomos, asesora de la Unesco, advirtió que, de no demolerse las cinco plantas superiores del edificio del Sheraton, Cusco perdería su calificación de patrimonio de la humanidad. Opinaron que la construcción transgredía todos los principios técnicos sobre intervenciones en el centro histórico cusqueño.

Por su lado recién en el año 2022, la Fiscalía Anticorrupción abrió investigación preliminar contra sesenta ex servidores/funcionarios de las dependencias involucradas. Son investigados por los presuntos delitos de cohecho, asociación ilícita para delinquir y organización criminal. Entre los implicados se encuentran tanto los propietarios del inmueble donde se construyó el hotel, funcionarios de la DDCC como sus ex directores, Edwin Ricardo Ruiz Caro, José Miguel Zegarra Balcazar, José Carlos Silva Gonzáles, José David Vega Centeno, Juan Julio García Rivas, supervisores, jefes del área de patrimonio, entre otros.

En el caso del municipio provincial, se encuentra implicado el ex alcalde Luis Flores García y sus ex funcionarios de confianza. En ambas dependencias, se sospecha de permisos irregulares, procedimientos erróneos y actuaciones anómalas.