Víctor Hugo Arcaya Arcaya forma en el escritorio de su casa una pila de frascos vacíos de interferón beta-1A de 44 mg, medicamento con el que ha tratado ininterrumpidamente su esclerosis múltiple desde el 2015. La emergencia por el COVID-19 ha suspendido su tratamiento y no hay una fecha de reanudación. (Foto: Klein Wilfredo Pinto Arcaya).
Víctor Hugo Arcaya Arcaya forma en el escritorio de su casa una pila de frascos vacíos de interferón beta-1A de 44 mg, medicamento con el que ha tratado ininterrumpidamente su esclerosis múltiple desde el 2015. La emergencia por el COVID-19 ha suspendido su tratamiento y no hay una fecha de reanudación. (Foto: Klein Wilfredo Pinto Arcaya).

Víctor Hugo Arcaya Arcaya forma en el escritorio de su casa una pila de frascos vacíos de interferón beta-1A de 44 mg, medicamento con el que ha tratado ininterrumpidamente su desde el 2015. Tiene 23 años y estudia Ingeniería de Sistemas en la Universidad Nacional de San Agustín de . La emergencia por el ha suspendido su tratamiento y no hay una fecha de reanudación.

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“Como no recibo el medicamento, tengo brotes de la enfermedad como dolores de cabeza intensos, dolor en los músculos de las piernas que a veces no me dejan moverme. Si se agrava, podría perder el habla o la vista”, relata Víctor desde el distrito de Socabaya.

El acceso al medicamento es limitado. No se consigue en farmacias ni laboratorios. María Teresa Arcaya, su madre, logró una referencia del hospital regional Honorio Delgado para ser atendido en el hospital Mogrovejo (Instituto Nacional de Ciencias Neurológicas) en Lima. Por eso, ambos deben viajar una vez al mes para su tratamiento y acceder al medicamento a través del

“Como no recibo el medicamento, tengo brotes de la enfermedad como dolores de cabeza intensos, dolor en los músculos de las piernas que a veces no me dejan moverme. Si se agrava, podría perder el habla o la vista”, relata Víctor desde el distrito de Socabaya. (Foto: Klein Wilfredo Pinto Arcaya).
“Como no recibo el medicamento, tengo brotes de la enfermedad como dolores de cabeza intensos, dolor en los músculos de las piernas que a veces no me dejan moverme. Si se agrava, podría perder el habla o la vista”, relata Víctor desde el distrito de Socabaya. (Foto: Klein Wilfredo Pinto Arcaya).
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“Pese a nuestros pocos ingresos, tenemos que viajar en avión porque el medicamento necesita refrigeración. A veces hemos optado por enviar a Víctor en avión y yo en bus. Estuvimos en Lima en febrero, pero no tenían el medicamento; nos programaron para el 17 de marzo, pero se canceló”, dice María.

En caso de que Víctor Hugo tenga un brote muy fuerte, su médico en Lima les ha advertido que no pueden pasar más de 24 horas para ser atendido de emergencia. Ir a un hospital, subraya su madre, es un riesgo muy alto para él como paciente crónico ante un posible contagio de .

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“Es muy riesgoso salir. Les pedimos que envíen el medicamento a Arequipa y otros lugares del país, porque no sabemos qué pasará en estas semanas”, dice el joven.

—Epicentro COVID—

Fabiola Huancho Taricuarima, de 54 años, usa un traje de protección especial donado para ir tres veces por semana a su tratamiento de en el Hospital Regional de. El año pasado le diagnosticaron . Su médico le explicó que el daño en sus riñones fue causado por el tratamiento de radioterapia al que se sometió por un cáncer al cuello uterino que le detectaron en el 2013.

“Superé el cáncer, pero debo viajar a Lima cada cierto tiempo para mis controles en neoplásicas. Debí hacerlo en abril, pero todo se ha suspendido”, menciona Fabiola.

Fabiola Huancho Taricuarima, de 54 años, usa un traje de protección especial donado para ir tres veces por semana a su tratamiento de diálisis en el Hospital Regional de Loreto. El año pasado le diagnosticaron insuficiencia renal. (Foto: Fabiola Huancho).
Fabiola Huancho Taricuarima, de 54 años, usa un traje de protección especial donado para ir tres veces por semana a su tratamiento de diálisis en el Hospital Regional de Loreto. El año pasado le diagnosticaron insuficiencia renal. (Foto: Fabiola Huancho).

Durante estos 71 días de emergencia, relata, los servicios y la atención de salud en la región Loreto se han concentrado en enfrentar la pandemia. Una de las pérdidas más impactantes fue la muerte del médico nefrólogo José Nicasio Armas, quien falleció por el virus.

“Ya no tenemos especialistas y quisieron cerrar la atención de diálisis. Tuvimos que pedir por favor que mantengan el servicio, porque sería condenarnos a la muerte”, dice Fabiola.

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Ella afirma que hay desabastecimiento de medicinas para pacientes crónicos del SIS en el hospital regional y que cada paciente debe costear la compra de sus medicinas y equipos de protección para evitar el contagio.

—“No nos abandonen”—

Marco Antonio Palacios, de 45 años, vive en Chulucanas (). Allá no puede tratar su esclerosis múltiple. Al igual que Víctor Hugo, de Arequipa, viaja todos los meses a Lima para tratarse en el hospital Mogrovejo. En su caso, no recibe el interferón beta 1A desde setiembre.

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“No viajamos después de ese mes porque nos dijeron que no tenían la medicina. Ahora no sabemos cuándo podré acceder al tratamiento. Tengo dolores intensos en las piernas, manos y en la columna, y solo puedo tomar pastillas para el dolor”, detalla Marco Antonio.

Él teme que, como al inicio de su enfermedad, los síntomas recrudezcan y pueda perder la vista. También confiesa que su temor es internarse en el hospital y contagiarse del COVID-19.

“Esta enfermedad nos cambió la vida. Esto pasamos todas las personas con enfermedades crónicas y le pedimos al Gobierno que no nos abandone”, expresa Marco Antonio.

María Lourdes Rodríguez, presidenta de la Federación Peruana de Enfermedades Raras (Feper) declara que en estas semanas han enviado ayuda a pacientes crónicos porque los medicamentos repartidos por el Minsa y EsSalud no están llegando a las regiones.

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“Si yo, como una persona de a pie, puedo enviar donaciones a personas con parálisis cerebral o niños con el síndrome de Wells me pregunto porqué no lo pueden hacer como gobierno”, manifesta Rodríguez.

El Comercio solicitó conversar con un vocero del Ministerio de Salud para que detalle las acciones respecto al tratamiento de los pacientes crónicos, pero no obtuvimos respuesta hasta el cierre de esta edición.

—Essalud: “No han cerrado los servicios básicos”—

Este Diario recogió la historia de un paciente de 65 años con insuficiencia renal, quien tuvo problemas para acceder a atención de emergencia en el hospital Rebagliati. La familia, que pidió mantener en reserva su identidad, indicó que el paciente llegó con un cuadro avanzado de infección y tuvo que esperar muchas horas para ser atendido por el colapso del servicio.

“El laboratorio no entregó el resultado de su hemograma a tiempo y no supimos de la infección”, dijo su hija.

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Hernán Ramos, gerente de Seguros y Prestaciones de Servicios de , dijo que desde el inicio de la emergencia han mantenido el funcionamiento de los servicios esenciales para enfermedades crónicas. Además, señaló que han habilitado el servicio de Farmacia Vecina para que los pacientes puedan acceder a las medicinas sin ir a los hospitales.

Respecto a la denuncia, indicó que investigarían el caso y aseguró que están tomando medidas para garantizar el distanciamiento social en las áreas de alta afluencia en los hospitales.

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¿Cómo evitar la propagación del coronavirus?

Para reducir la probabilidad de contagio existen varias maneras. Las principales son:

· Lavarse las manos con agua y jabón por 20 segundos y usar alcohol o gel desinfectante.

· Mantenerse a una distancia mínima de 1 metro de cualquier persona.

· Evitar tocarse los ojos, la nariz y la boca, debido a que las manos al palpar muchos objetos y superficies pueden recoger el virus.

· Mantener una buena higiene respiratoria: si tose o estornuda deberá cubrirse la boca y la nariz con el codo doblado o con un pañuelo de papel, que deberá desecharse de inmediato.

· Permanecer en casa si no se encuentra bien. En caso tenga fiebre, tos y dificultad para respirar, busque atención médica y siga las instrucciones que le de personal de salud.

¿Quiénes son las personas que corren más riesgo por el coronavirus?

Debido a que la covid-19 es un nuevo coronavirus, de acuerdo con los reportes que se tienen a nivel mundial, las personas mayores y quienes padecen afecciones médicas preexistentes como hipertensión arterial, enfermedades cardiacas o diabetes son las que desarrollan casos graves de la enfermedad con más frecuencia que otras.

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