Mamarracho, mamarracho, por Mariella Balbi
Mamarracho, mamarracho, por Mariella Balbi
Mariella Balbi

No nos referimos a la canción de Los Iracundos, sino a las recientes expresiones del presidente sobre el pulcro y profesional desempeño del fiscal Ricardo Rojas en la Fiscalía Anticorrupción. Rojas consideró que había nuevos elementos para continuar la investigación por lavado de activos contra para el período 2006-2011. Marcialmente y con enfado, Humala declaró al respecto: “El fiscal [Rojas] le ha mentido al país al decir que había nuevas pruebas... ¿Qué le pasa a este señor? ¿Está loco?... [Su] investigación es un mamarracho”. Ayer la calificó como “jalada de los cabellos”.

El fiscal Rojas –que nada tiene de demente– respondió con ecuanimidad y continúa su trabajo. Conocimos que Heredia maneja una tarjeta de crédito platinum mancomunada con la titular Rocío Calderón Vinatea. Heredia reportó en el 2013 nada menos que US$36.500 en gastos de lujo en el extranjero: desde brillantes joyas hasta camisas de varón de US$1.200. 

La defensa de Heredia es pueril. Sostiene que Calderón la tenía de mandadera, aun en Lima. Inútil argumento para alguien que maneja el gobierno, ministros incluidos. Rocío Calderón y Antonia Alarcón, madre de Nadine Heredia, recibieron de una empresa venezolana 87.000 ‘verdes’ y le transfirieron dinero a la hoy primera dama.

La abogada Calderón Vinatea fue una de las tres integrantes del consejo directivo del Organismo Supervisor de Contrataciones del Estado por lo menos hasta el 2013 (cargo omitido en su currículo). La pregunta cae de madura: ¿tuvo que ver con Martín Belaunde Lossio, accionista de Antalsis, y con su gerente, Juan Carlos Rivera Idrogo?

El fiscal Rojas embargó la caja fuerte bancaria de y de su madre, Susana Vinatea Milla. Modalidad similar a la empleada por el encarcelado Rodolfo Orellana. Así como utilizar una notaría fuera de Lima (Matucana) para sus gestiones. Adicionalmente, el informe de la Unidad de Inteligencia Financiera considera a Heredia como PEP, en español “persona políticamente expuesta” (PEP se asocia al lavado de dinero).

La anterior investigación a Heredia se archivó porque no hubo respuesta a la indagación fiscal. Solo un ciego analfabeto en Braille puede no ver en el vertiginoso movimiento de dinero un origen oscuro y que está lejísimos de la siempre atropelladora Sunat. Nada ve, nada vio. Sería transparente ver los recibos por honorarios de Heredia, su declaración jurada, por los trabajos que nunca se concretaron. Tales como artículos no publicados y asesorías no realizadas.

Sabido es que el poder corrompe y es un afrodisíaco, como lo dijo –con conocimiento de causa– Laura Bozzo. Pregonar la inclusión social, fustigar a gobiernos anteriores y comprar lujos sin tener ingresos es irregular e inmoral. Trasladar plata de acá para allá es lavado de dinero. Si los presidentes no deben caer en la sensualidad del poder, las primeras damas menos.

Heredia y su defensa legal han presentado un hábeas corpus para que no la investiguen más. O sea, el Poder Judicial decide. Esperemos que no haya presiones ni condicionamientos del gobierno para que se falle a favor de la impunidad. El fiscal Ricardo Rojas cuenta con el respaldo de la opinión pública por su acuciosa y sustentada investigación. Sería nefasto que un juez impida que continúen las pesquisas fiscales. Dicen que la primera dama visita el Tribunal Constitucional, ojalá sea un chisme mamarrachento sin asidero.