Las patadas de Rafael Correa, por Damita de Hierro
Las patadas de Rafael Correa, por Damita de Hierro
Redacción EC

, no se cansa de inventar mentiras sobre el presidente ecuatoriano. La última fue acusarlo de viajar en un jet privado a Nueva York, y Rafa, que no es insensible ni a la injuria ni a la mala prosa, reaccionó como todo presidente cansado de ver mancillada su dignidad; es decir, como buen macho latino que se respeta.

Después de un fino alarde de violencia léxica (sin parangón en la región salvo por la invitación que el presidente Humala hizo a algunos periodistas para irse juntos “a la punta del cerro” si seguían haciéndole preguntas incómodas), el mandatario fue lo suficientemente ecuánime para continuar con una reflexión: “Por demócrata, tolerante que uno sea, ¿qué harían ustedes en mi caso, si vieran a un tipo con tanta miseria humana como este?”. Luego aseguró que, como Emilio es pequeño, hacerle algo sería “un microbicidio”. Y finalmente, para rematar, concluyó, logrando la empatía del pueblo: “¿Ustedes no tienen ganas de caerle patadas a un tipo así?”.

La prensa independiente ecuatoriana (filocaviar, imperialista y, se rumorea, asesorada por Favre) aprovechó estas palabras y jaló agua para su molino, criticando al presidente por su relación supuestamente ambivalente con la libertad de expresión. Y Emilio Palacio ha salido a victimizarse. Debería, más bien, estar agradecido. Una patadita es mucho mejor que el último regalo que le habían dado: el juicio por injuria que lo llevó al exilio.