“Un levantamiento militar para defender la Constitución era uno de los principales escenarios para la restauración de la democracia en Venezuela”. (Ilustración: Giovanni Tazza).
“Un levantamiento militar para defender la Constitución era uno de los principales escenarios para la restauración de la democracia en Venezuela”. (Ilustración: Giovanni Tazza).
Andrés Oppenheimer

El anunciado el martes en la mañana por fue calificado por el régimen de como un “intento golpista”. Pero como me dijo Guaidó en una entrevista, hay varias razones por las cuales una rebelión militar contra un régimen inconstitucional no puede ser llamado un .

He aquí algunos datos que deben ser recordados al describir lo que sucedió en Caracas, cuando Guaidó y el líder opositor Leopoldo López –quien había sido liberado de su arresto domiciliario– fueron a una base militar y declararon la “fase final” de su esfuerzo por restablecer el orden constitucional.

Primero, Maduro se convirtió en un dictador absoluto en enero del 2016, cuando despojó a la Asamblea Nacional controlada por la oposición de prácticamente todos los poderes. La oposición había ganado las elecciones legislativas de diciembre del 2015 por una avalancha de votos, a pesar de las condiciones injustas.

En segundo lugar, Maduro llenó el Consejo Nacional Electoral de rectores títeres de su régimen para evitar cualquier victoria electoral de la oposición. El nuevo CNE madurista convocó una elección fraudulenta y creó un congreso paralelo con legisladores oficialistas, llamado Asamblea Constituyente.

Tercero, Maduro se reeligió a sí mismo para un nuevo período en una elección fraudulenta el 20 de mayo del 2018, sin permitir observadores internacionales creíbles y después de prohibir que los líderes opositores más importantes se presentaran.

Cuarto, Maduro se proclamó ilegalmente presidente para un nuevo mandato presidencial el 10 de enero del 2019, a pesar de las advertencias internacionales de que hacer tal cosa sería inconstitucional.

Casi de inmediato, más de 50 países declararon a Maduro como presidente ilegítimo y reconocieron a Guaidó como “presidente interino” para convocar nuevas elecciones.

En una entrevista, Guaidó me dijo que un levantamiento militar para defender la Constitución era uno de los principales escenarios para la restauración de la democracia en Venezuela. Los otros dos escenarios principales que citó son que Maduro dimita bajo la presión de las manifestaciones, o una intervención militar extranjera.

Cuando le pregunté sobre su escenario de levantamiento militar, Guaidó me dijo que “sería una transición sui generis, muy al estilo de lo que ocurrió en Venezuela en 1958”. Agregó que en esa ocasión “un grupo de militares venezolanos dijo ¡no más!”.

El 23 de enero de 1958, miembros de las Fuerzas Armadas de Venezuela derrocaron al dictador general Marcos Pérez Jiménez. Un gobierno de transición asumió el cargo y celebró elecciones democráticas en diciembre, que fueron ganadas por Rómulo Betancourt.

En la entrevista, Guaidó me dijo que no descartaba una salida de Maduro “con un respaldo o cooperación internacional”. Cuando le pregunté si eso no equivaldría a una intervención extranjera que daría munición propagandística a los partidarios de Maduro, Guaidó me dijo, refiriéndose a la presencia de militares rusos y cubanos, que “ya hay una intervención extranjera” .

Guaidó me dijo que Maduro “muchas veces denunció injerencia e intervención (de Estados Unidos), pero resultó siendo Maduro el que facilitó no solo la llegada de estos dos aviones (militares rusos), sino también la presencia cubana a nivel de inteligencia y contrainteligencia”.

“Es muy grave, porque ingresaron aviones militares a suelo venezolano sin autorización del Parlamento, que es el único que puede autorizar misiones militares en Venezuela, de cualquier característica o cualquier rango”, me dijo Guaidó, refiriéndose a la Asamblea Nacional.

Cuando le pregunté cuántos cubanos cree que hay en su país, Guaidó dijo que su número ha variado entre 20.000 y 40.000, “incluyendo entre 2.000 y 2.500 que son solo destinados al seguimiento y persecución a las Fuerzas Armadas” de Venezuela.

Sobre la “neutralidad” del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, en la crisis política de Venezuela, Guaidó me dijo que “esperamos más” de México.

Lo que pasó la semana pasada en Venezuela puede ser llamado un levantamiento militar, o una rebelión militar, pero no un intento de “golpe”. No puede haber un “golpe” contra una dictadura surgida de un golpe contra la Constitución.

–Glosado y editado–
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