"El Perú ha hecho avances muy importantes en las últimas décadas en materia de desarrollo económico. La minería y la agroexportación han sido los motores de ese crecimiento". (Ilustración: Giovanni Tazza)
"El Perú ha hecho avances muy importantes en las últimas décadas en materia de desarrollo económico. La minería y la agroexportación han sido los motores de ese crecimiento". (Ilustración: Giovanni Tazza)
Alfredo Torres

Solo el 5% de los peruanos califica hoy la situación económica del país como buena o muy buena. Para 46% esta es mala o muy mala. Los demás la califican de regular. En la serie de encuestas sobre percepción del desarrollo que efectúa Ipsos Perú, son los peores resultados desde los años 2008 y 2009, en que el mundo sufrió una gran recesión y el PBI peruano creció apenas 1%. No es fácil ser optimista en estos días. La inversión pública cae por la inexperiencia de las nuevas autoridades regionales y el temor de muchos funcionarios a firmar contratos y ser acusados luego de corrupción. La inversión privada se frena por la incertidumbre que genera la aparente parálisis del Ejecutivo para tomar decisiones que promuevan el crecimiento por temor a alguna protesta social, que sería capitalizada por sus opositores políticos.

Sin embargo, la evaluación del Perú en el exterior sigue siendo muy positiva. El país acaba de colocar bonos por US$2.500 millones. Según “América Economía”, “se lograron niveles récords de tasas y rendimientos en medio de una fuerte demanda de los inversionistas porque ven al Perú como un refugio relativamente seguro en medio de una región de perspectivas inciertas”. A su vez, los venezolanos que huyen de su colapsado país vienen al Perú en mucha mayor proporción que a cualquier otro país con excepción de su vecina Colombia. Pero no solo los inversionistas y los inmigrantes, también la opinión pública mundial tiene una imagen favorable del Perú como lo acaba de revelar un estudio de Future Brand.

El Perú ocupa el segundo lugar en América Latina y el puesto 37 en el mundo según el estudio de Future Brand, que comprendió una encuesta a 2.500 personas seleccionadas por su nivel de información global y por viajar regularmente fuera de su país. Las dimensiones que mide su ránking son sistema de valores, calidad de vida, potencial de negocios, patrimonio cultural, turismo, calidad de sus productos y servicios. Es decir, es un ránking de los países que uno escogería para vivir, visitar, invertir y comprar sus productos.

Los países que encabezan el ránking son Japón, Noruega, Suiza, Suecia y Finlandia. La libertad, la tolerancia a la diversidad y la calidad de vida son atributos apreciados en estas naciones. En cambio, la polarización y las actitudes antiinmigrantes les han hecho perder posiciones a Estados Unidos y el Reino Unido. Otro campo en que destacan los países líderes en el ránking es la manera como cuidan y comparten sus bellezas naturales y su patrimonio cultural. En el caso de Japón, el informe incluye en este campo el aporte del famoso chef Nobu en la difusión de la gastronomía de su país en el mundo. Como se sabe, Nobu, que hoy tiene más de 50 restaurantes en el planeta, empezó su carrera en el Perú, al lado del recordado Toshi.

Los primeros lugares en América Latina son para Argentina, el Perú y Chile, en ese orden. De la misma manera que Trump ha dañado la imagen de Estados Unidos en el mundo, lo ha hecho la elección de Bolsonaro en Brasil. En cambio, Argentina, el Perú y Chile, a pesar de sus dificultades políticas, tienen una mejor imagen internacional. Como en el caso de Nobu, el informe de Future Brand destaca la contribución de Gastón Acurio a la difusión mundial de nuestra gastronomía. También menciona la puesta en valor de nuestro patrimonio cultural, la experiencia de los turistas que nos visitan y la calidad de nuestros productos de exportación, en particular, los tejidos de alpaca.

El Perú ha hecho avances muy importantes en las últimas décadas en materia de desarrollo económico. La minería y la agroexportación han sido los motores de ese crecimiento que ha permitido multiplicar la clase media y reducir la pobreza a la tercera parte. El gobierno y la oposición –sobre todo la de izquierda– deberían ser conscientes de que esos motores deben permanecer encendidos. Pero también es fundamental prender otros, como el turismo, el forestal, el acuícola y las industrias culturales que requieren una gestión más decidida del Ejecutivo y de los gobiernos regionales. Y, sobre todo, contar con una legislación que nos haga más competitivos globalmente, lo cual requiere el apoyo de la mayoría parlamentaria.

Dos grandes temas pendientes en el Perú son la gestión pública y la cultura cívica. Sin embargo, hay avances. La estupenda organización de los Juegos Lima 2019 –Panamericanos y Parapanamericanos– es un ejemplo de que sí es posible hacer las cosas bien. Los encendidos debates alrededor del enfoque de la educación, la lucha contra la corrupción y la violencia contra la mujer son en sí mismos una señal de avance. Hace una década no estaban en la agenda. Es cierto, fastidia la intolerancia de algunos y la indolencia de otros. Pero, aunque el clima nos deprima, no ha llegado el invierno, en un sentido metafórico. “El Perú es más grande que sus problemas” decía Jorge Basadre. Debemos aprender a valorar más lo que nos une que lo que nos separa.

*El autor es presidente ejecutivo de Ipsos Perú