"Comienzo estas columnas electorales hablando de los planes de gobierno de los cuatro partidos que ocupan los primeros lugares de intención de voto". (Foto: Ilustración GEC)
"Comienzo estas columnas electorales hablando de los planes de gobierno de los cuatro partidos que ocupan los primeros lugares de intención de voto". (Foto: Ilustración GEC)
Daniela Meneses

Por supuesto que una columna no es suficiente para agotar la conversación sobre en . Consciente de que tengo pendiente escribir sobre varios temas, entre ellos el acoso político y la , comienzo estas columnas electorales hablando de los planes de gobierno de los cuatro partidos que ocupan los primeros lugares de intención de voto. Más que centrarme en propuestas concretas o en su viabilidad, quiero resaltar algunos temas que se repiten y otros que escasean, temas que sirven como indicador para pensar en el momento actual del género en la esfera política. Por temas de espacio, me queda pendiente hacer un análisis similar enfocado solamente en las propuestas específicas relacionadas a la situación y los derechos de las personas .

En los últimos años, hemos visto que ha ocupado frecuentemente titulares. Y este es el único de los puntos analizados en este artículo que figura en los cuatro planes. Mientras que el de () es el que más desarrolla el tema, el de () es el que menos lo hace. De hecho, AP le dedica solo unas cuantas oraciones, a pesar de que la única mención a temas de género en su plan se refiere a la violencia (un dato más: en el plan de AP, las palabras mujer o mujeres solo aparece seis veces).

Otra mención constante en los planes de gobierno (excluyendo el de AP) es a la situación de desigualdad entre hombres y mujeres en nuestro país. () habla, por ejemplo, de la necesidad de “erradicar la cultura machista”, de que el Estado promueva el empoderamiento de las mujeres y la igualdad de oportunidades, y de reducir la carga de trabajo de cuidado no remunerado. () menciona que, además de los relacionados a la violencia, los principales problemas de la mujer incluyen el tener “mayores responsabilidades, menos oportunidades” y el ser discriminada “en los ámbitos económico, social, político y cultural”. Otra vez, JPP es el que más desarrolla el tema, mencionando de forma menos genérica puntos como el machismo, la desigualdad, la carga doméstica y el trabajo no remunerado.

Una pregunta importante al hablar de género y de planes es si estos presentan un enfoque transversal que no encasille el tema en una sección cerrada del documento. FP habla de “asignar recursos económicos para la implementación de políticas públicas con enfoque de igualdad de género”, pero más allá de eso son pocos los casos en los que presenta un enfoque transversal. Por dar algunos ejemplos donde sí lo hace: menciona que las becas estudiantiles darán especial énfasis a madres jóvenes y que los programas sociales deben tener especial énfasis en las niñas de zonas rurales. VN tiene como meta “la incorporación del enfoque de género en la gestión institucional de lo ministerios y; Gobiernos Regionales y Locales”, y también hace algunas menciones relacionadas a un enfoque transversal. Por ejemplo, habla de la necesidad de que los programas sociales tengan enfoque de género, de la brecha de género en temas de ciencia, tecnología e innovación, y de la necesidad de aumentar mujeres en cargos de elección popular. Nuevamente, el plan que muestra un mayor enfoque transversal es el de JPP: además de incluirlo en temas que van desde la capacitación del personal del Poder Judicial, hasta la creación de espacios públicos, dice expresamente que es necesario “fomentar la transversalización del enfoque de género en todos los sectores y niveles de gobierno”.

No quiero terminar sin mencionar lo que dicen los candidatos sobre educación sexual, anticonceptivos y aborto. Si llegaron hasta aquí, saben ya que el plan de AP no dice nada. En el caso de FP, tenemos que acudir al decálogo del partido, que señala: “protegemos decididamente el derecho a la vida desde su concepción” y “creemos que los padres son quienes, por obligación y derecho, se encargan de la educación de sus hijos. El Estado participa de manera subsidiaria […]”. VN menciona solamente que uno de los principios de su gestión educativa será el “bienestar estudiantil, previniendo el embarazo adolescente”. JPP aborda con bastante más detalle el tema: habla, entre otros, de la necesidad de “incrementar el acceso gratuito [a] métodos anticonceptivos modernos”, de “garantizar el reparto de AOE en establecimientos de salud pública”, de la “aprobación de la despenalización del aborto hasta las 12 semanas” y de la aprobación de “legislación y protocolos para aborto en menores de 15 años, embarazadas producto de violación sexual por vulneración a su salud”.