"En el transcurso de la última década, el Estado Peruano ha realizado importantes avances en materia de interculturalidad" (Ilustración: Víctor Aguilar Rúa).
"En el transcurso de la última década, el Estado Peruano ha realizado importantes avances en materia de interculturalidad" (Ilustración: Víctor Aguilar Rúa).
Norma Correa Aste

En el discurso inaugural de su mandato, el presidente señaló que uno de los desafíos pendientes de nuestra República es el reconocimiento de la en la formulación de políticas públicas, lo cual –siguiendo su planteamiento– ha generado que compatriotas de sectores rurales continúen siendo invisibilizados. El presidente hizo un llamado a “interculturalizar al Estado” para que las decisiones más relevantes consideren las voces de los pueblos indígenas y población afroperuana. ¿Por qué es importante este anuncio? ¿Cómo avanzar para que se traduzca en mejoras concretas para la ciudadanía?

Las políticas públicas no son solo un conjunto de disposiciones legales, administrativas y presupuestales, sino también un modo de relación entre el Estado y la ciudadanía. El enfoque intercultural contribuye a mejorar los términos de dicha relación al facilitar que las políticas públicas sean más responsivas a la diversidad cultural y a las necesidades de los ciudadanos. Esto es de especial relevancia en un país pluricultural y multilingüe como el Perú, en el que la gestión pública enfrenta desafíos para comprender las aspiraciones y necesidades de los ciudadanos y operar de manera eficiente en contextos de implementación diversos (urbano y rural). Las aplicaciones del enfoque intercultural no se limitan al ámbito de la política cultural, sino también son relevantes para mejorar la calidad, accesibilidad y pertinencia cultural de servicios públicos (educación, salud, programas sociales, medio ambiente, etc.), innovar las estrategias de superación de pobreza, fortalecer la lucha contra la discriminación y el racismo, entre otros.

En el transcurso de la última década, el Estado Peruano ha realizado importantes avances en materia de . Las disposiciones emitidas por el sector Cultura definen su aplicación en la gestión pública como un proceso de adaptación –a nivel normativo, administrativo y de servicio civil– en las instituciones públicas para atender las necesidades de los grupos étnico-culturales del país. La aplicación del enfoque intercultural es parte del proceso de reforma y modernización del Estado, priorizándose para ello la mejora de servicios y la atención a la ciudadanía en entidades públicas (incluyendo, por ejemplo, el uso de idiomas originarios). Por ende, sería conveniente que el actual gobierno construya sobre lo avanzado y centre sus esfuerzos en lo que continúa siendo el principal desafío para el Estado Peruano: mejorar la oferta y la calidad de los servicios y programas públicos para cerrar las brechas que afectan a los pueblos indígenas y a la población afrodescendiente.

Más allá del cambio de nombre –de a Ministerio de las Culturas–, lo crucial para avanzar en la agenda intercultural es ampliar la capacidad estatal para brindar más y mejores servicios diferenciados. Para lograr este objetivo no solo se requiere voluntad política, sino también recursos y aparatos burocráticos preparados para responder de manera eficiente a la diversidad cultural, étnica, lingüística y geográfica que caracteriza a nuestro país. Más allá del discurso, se requiere avanzar en el “aterrizaje técnico” del enfoque intercultural a través de la elaboración de metodologías, indicadores e instrumentos que faciliten su incorporación en el diseño, implementación y evaluación de políticas en los tres niveles de gobierno (local, regional, nacional). Asimismo, deben ampliarse los vínculos con las organizaciones representativas indígenas y afroperuanas para promover el trabajo colaborativo y el aprendizaje mutuo.

La interculturalidad es una de las principales oportunidades de innovación para la agenda de desarrollo peruana. Sin embargo, ha recibido poca atención en los fondos concursables y laboratorios de innovación públicos y privados. Sería útil promover la creación de nuevas soluciones en dos niveles que considero prioritarios: a) superación de las barreras de acceso a servicios y programas públicos (lingüísticas, geográficas, etc.), b) generación de nueva instrumentos para responder a desafíos como la deserción escolar, persistencia de la pobreza étnica, empleo, desarrollo productivo, servicios ambientales y otros. Dichas soluciones serán relevantes para ampliar la oferta de servicios públicos diferenciados.

Promover el enfoque intercultural en la agenda de desarrollo nacional nos permite ir más allá de la mera celebración de la diversidad cultural para posicionar a la cultura como un elemento clave para la generación de oportunidades que permitan transformar la estructura de desigualdades que afectan a importantes sectores de la ciudadanía, así como avanzar hacia una sociedad con mayor capacidad para comprenderse.