¡Buenos días, querido lector! La semana pasada tomé vacaciones y el espacio me permitió tener tiempo para reflexionar sobre una de las cuestiones más importantes para mí: el trabajo. Me planteé la mejor forma posible de organizar mi tiempo para hacer todo de forma eficiente en mi horario laboral y así tener claros espacios de mi tiempo personal para dedicarme a mí y a mis proyectos.

¿Te ha pasado que el día se va “volando” entre los pendientes y los supuestos urgentes? A mí me estaba sucediendo y empecé a sentir que estaba remando con la esperanza de alcanzar algún puerto. Empecé por plantearme un horario con bloques de 30 minutos con los pendientes exactos que tenía que resolver día por día. Así la jornada no me toma por sorpresa y sé exactamente en qué orden atender los pendientes. Aquí te muestro un modelo de cómo me organicé y funcionó bastante bien:

Sin embargo, noté que la organización no era suficiente. Saltó en mi la idea de “poner límites”, esos de los que ya hemos hablado previamente en relaciones humanas. Pero, ¿qué hay de los límites con el trabajo? Un estudio realizado en los Países Bajos demostró que los niveles elevados de límites borrosos entre el trabajo y la vida personal predicen cambios negativos en la felicidad a través de un mayor agotamiento emocional. Establecer límites nos ayuda a:

Reducir el estrés: Al tener tiempos claros para cada aspecto de nuestra vida, podemos reducir la ansiedad y el estrés.

Mejorar la productividad: Paradójicamente, trabajar menos horas –de forma eficiente– puede mejorar la calidad de nuestro trabajo.

Incrementar el tiempo de calidad: Con límites claros, podemos disfrutar plenamente del tiempo con familiares y amigos sin las distracciones del trabajo.

Entonces, ¿cómo poner límites en el trabajo?

1. Define y comunica tus horarios de trabajo: Establece horas claras de inicio y fin de tu jornada laboral y asegúrate de comunicarlas a tus colegas y supervisores. Respeta estos horarios tú mismo para dar el ejemplo.

2. Crea un espacio de trabajo dedicado: Si trabajas desde casa, designa un área específica para trabajar. Esto no solo te ayuda a mantenerte organizado, sino que también señala a los miembros de tu hogar que estás en “modo trabajo”.

3. Utiliza la tecnología a tu favor: Aprovecha las herramientas tecnológicas para silenciar notificaciones fuera de tu horario de trabajo o durante el tiempo en familia. Aplicaciones como “No Molestar” pueden ser aliadas en la defensa de tu tiempo personal.

4. Aprende a decir no: Parte de establecer límites efectivos es sentirse cómodo diciendo no a las tareas que interfieren con tu tiempo personal o que sobrepasan tus capacidades por falta de tiempo.

5. Prioriza el autocuidado: Programa tiempo regular para actividades que fomenten tu bienestar físico y mental, como hacer ejercicio, leer o meditar. Ver estas actividades como citas inamovibles te ayudará a mantener estos límites.

Recuerda, encontrar un balance adecuado es un proceso continuo y personalizado. Lo que funciona para otros puede no funcionar para ti, por lo que es crucial experimentar y ajustar tus límites según sea necesario.

Me encantaría saber tus estrategias para mantener un equilibrio saludable entre la vida laboral y personal. ¿Tienes tips o historias que puedan inspirar a otros? Puedes escribirme a para seguir conversando. ¡Nos leemos en la próxima!

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