La historia de ‘Kiki’ Camarena, el agente de la DEA asesinado en México hace 38 años y cuyo caso será reabierto

Han pasado 38 años del asesinato del agente de la DEA Enrique ‘Kiki’ Camarena ocurrido en México. El otrora poderoso Cártel de Guadalajara lo torturó y acabó con su vida, según las investigaciones oficiales. Ahora, 34 años después de que se condenara en Estados Unidos a uno de los supuestos implicados en el crimen, el caso será reabierto.

El juez federal de Estados Unidos John A. Kronstadt ordenó un nuevo juicio contra Raúl López-Álvarez, quien fue detenido el 26 de octubre de 1987 en Los Ángeles y condenado a 249 años de cárcel por ayudar, instigar y participar en el secuestro y asesinato de Kiki Camarena.

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Según documentos obtenidos por el diario mexicano Milenio, el juez federal determinó que el FBI presentó evidencias falsas que afectaron el proceso y decidió anular los cuatro cargos que recaían sobre López-Álvarez, quien continuará en prisión sin fianza a la espera del nuevo juicio.

De acuerdo con Milenio, Raúl López Álvarez, ex policía judicial de Guadalajara, demostró que su proceso no fue realizado con apego a la ley.

Específicamente, el documento dice que la sentencia se sustentó en evidencias que hoy se conoce fueron defectuosas, que habían sido presentadas por un agente insecrupuloso, inexacto y corrupto del FBI llamado Michael Malone, entonces jefe de la Unidad de Pelos y Fibras del Laboratorio de esa entidad.

Raúl López Álvarez reconoció el año pasado que las declaraciones que dio al agente encubierto de la DEA Abel Reynoso y a José Reyes García, un testigo, eran falsas y fruto de una actitud fanfarrona, pero que no secuestró ni mató a Camarena.

“Por sí solo, el testimonio de Malone de que se encontró cabello de Camarena en estos lugares no implicó directamente a Raúl Lopez. Sin embargo, al ver la evidencia en el contexto de todo el expediente, el testimonio de Malone apoyó significativamente la inferencia de que las declaraciones de López Álvarez a Reynoso y Reyes García eran veraces y socavaron la defensa del peticionario de que estaba fanfarroneando o repitiendo lo que escuchó o leyó”, dijo el juez federal en un documento del 23 de febrero de 2023.

Además, en dicho documento judicial el magistrado arguyó que en la declaración de Reynoso “nunca” se habló explícitamente de que López-Álvarez secuestrara a Camarena, sino que estuvo con quienes participaron en el crimen.

El nuevo juicio deberá comenzar en un plazo de 180 días posteriores al 23 de marzo pero, según argumentó el juez, probablemente “se necesitará tiempo adicional para localizar testigos y pruebas” debido a que el último proceso judicial contra el acusado ocurrió hace más de 34 años.

La vida y muerte de Kiki Camarena

Enrique Kiki Camarena Salazar nació el 26 de julio de 1947 en Mexicali, Baja California, México. Cuando tenía 9 años se mudó junto a su familia a Calexico, en California, Estados Unidos, país donde luego se nacionalizó.

Se alistó en la Marina de Estados Unidos cuando terminó la secundaria. Estuvo dos años en esa institución.

Fue bombero antes de unirse al Departamento de Policía de Calexico. Allí su trabajo se centró en la investigación relacionada con narcóticos.

En 1974 se convirtió en agente especial de la DEA.

En 1981 fue asignado para trabajar en Guadalajara, México para investigar la ruta de marihuana y cocaína hacia Estados Unidos.

En ese entonces Guadalajara era el centro del tráfico de drogas en México.

Los cárteles mexicanos se habían aliado con mafias colombianas para traficar cocaína, algo que daba astronómicas ganancias a las mafias.

“Llegó a Guadalajara un boom de inversiones incluso a través de grandes empresarios que empezaron a lavar mucho dinero, sobre todo en construcciones inmobiliarias, agencias de automóviles, comercios, bancos”, le contó Felipe Cobián Rosales a BBC Mundo en el año 2013.

BBC Mundo refiere que en México Kiki Camarena logró acercarse a algunos jefes del Cártel de Guadalajara, especialmente a Rafael Caro Quintero, El Narco de Narcos; y a Ernesto Fonseca Carrillo, alias Don Neto.

No está claro si ellos supieron que se trataba de un agente encubierto de la DEA. indica BBC Mundo.

En noviembre de 1984, gracias a los informes de Kiki Camarena y de un piloto de la extinta Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos y exmilitar retirado, llamado Alfredo Zavala Avelar, el gobierno de México ordenó una operación antidrogas en el municipio de Allende, Chihuahua, donde se intervino el rancho el Búfalo, propiedad de Caro Quintero.

Se destruyeron más de 8.500 toneladas de marihuana por un valor de 8.000 millones de dólares de entonces. Fue un gran golpe para el Cártel de Guadalajara. La mafia planeó su venganza contra la DEA.

En febrero de 1985, cuando salía del consulado estadounidense en Guadalajara para almorzar con su esposa, Camarena fue secuestrado por cinco hombres que lo metieron en un auto. La mafia también secuestró al piloto Alfredo Zavala Avelar.

Ambos fueron sometidos a tortura e interrogatorios, que quedaron registrados en cintas de audio.

Camarena estuvo secuestrado en una propiedad de Caro Quintero, ubicada en la colonia Jardines del Bosque, en Guadalajara, donde fue torturado por más de 30 horas. Sus verdugos le rompieron varios huesos, le arrancaron varios dientes, lo quemaron e introdujeron un palo por el recto.

El 9 de febrero ambos fueron asesinados. La causa de muerte de Kiki Camarena fue un traumatismo craneoencefálico, debido a que recibió un golpe directo en la cabeza.

El 5 de marzo de 1985, las autoridades encontraron el cuerpo de Camarena y de Zavala con evidentes señales de tortura en una zonra rural de La Angostura, en el municipio de Vista Hermosa, en Michoacán.

Por el crimen de Kiki Camarena fueron detenidos Ezequiel Godínez Cervantes y Javier Vázquez Velasco; los expolicías Francisco Tejeda Jaramillo y Raúl López Álvarez; Rubén Zuno Arce, cuñado del expresidente Luis Echeverría; José Manuel López Radón, Juan Rulfo Solorio, Víctor López Malo, Raúl López Álvarez y Gerardo Lepe; y los narcotraficantes Ernesto Fonseca Carrillo, Rafael Caro Quintero y Miguel Ángel Félix Gallardo, entre otros.