El 2 de abril del 2008, Julio Aro viajó a las islas Malvinas buscando al chico de 19 años que fue en 1982. “No volvió el mismo Julio de la guerra”, nos dice. En esas tres décadas, el excombatiente no había retornado al territorio donde conoció el horror. “Antes tenía mucho odio y rencor. Al final, pudo más el corazón y decidí viajar solo”, apunta a El Comercio.
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