Brasil: "Destitución de Dilma podría poner al país bajo fuego"
Brasil: "Destitución de Dilma podría poner al país bajo fuego"

El presidente del Senado brasileño, Renan Calheiros, sostuvo que un juicio político contra la presidenta no era una prioridad, y advirtió que los intentos por promover la destitución de la mandataria en el Congreso podrían "poner al país bajo fuego".


Calheiros, líder del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) -el mayor partido del país-, habló con periodistas tras reunirse con el ministro de Hacienda, Joaquim Levy, para discutir el plan de austeridad fiscal del Gobierno, y dejando de lado su tono usualmente crítico se mostró más moderado.

Muchos de los opositores a la presidenta en el Congreso han pedido un juicio político, porque la acusan de haber incumplido la ley manipulando las cuentas fiscales para permitir un mayor gasto del Gobierno en los meses previos a la elección que ganó en octubre pasado.

El ministro de Información, Edinho Silva, también salió en defensa de Dilma Rousseff. "Un proceso de destitución no se instaura por la mera voluntad política de algunos. La Constitución dice que tiene que haber unas fuertes razones jurídicas y ellas no existen", sostuvo Silva a EFE.

- Protestas para el domingo - 

En cuanto a las protestas que la oposición brasileña ha convocado para el próximo domingo, Edinho Silva sostuvo que preocupan al Gobierno de Dilma Rousseff, pero comprueban la "normalidad democrática" que vive el país

"El Gobierno observa esos movimientos y las manifestaciones que pueda haber con naturalidad" y con "respeto" frente a las críticas de la sociedad, explicó el ministro sobre las convocatorias para el próximo domingo, cuando la oposición pretende sacar a la calle a millones de brasileños descontentos con la gestión de Rousseff.

Según Silva, "el Gobierno tiene que dedicarse a gobernar" y a crear las condiciones necesarias para una rápida recuperación de la maltrecha economía nacional, que este año se encogerá al menos un 1,5 %, de acuerdo a las propias previsiones oficiales.

A esa delicada situación económica se suma una crisis política de enormes dimensiones generada en parte por un escándalo de corrupción destapado en la estatal  y que salpica a medio centenar de políticos, en su mayoría de la base que apoya a Rousseff.

"La crisis política ha contaminado la crisis económica", admitió Silva, quien reconoció que el "mal humor" generado por la naturaleza y extensión de los escándalos en Petrobras ha enrarecido la relación del Gobierno con el Parlamento.

Todo ese clima ha repercutido en la imagen que los brasileños tienen del Gobierno y de Rousseff, cuya tasa de aprobación se ubica, según recientes encuestas, en un escaso 8 %, frente a índices de rechazo que llegan al 70 %.

Según Silva, el Gobierno recuperará su imagen en la medida en que la crisis económica comience a superarse, lo cual deberá comenzar a ocurrir el año próximo, de acuerdo a los cálculos de las autoridades económicas.

Fuente: Reuters / EFE

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