Milagros Asto Sánchez

Las escenas serán difíciles de olvidar. En pocas horas, las lluvias torrenciales convirtieron las calles de la ciudad de Nueva York en ríos caudalosos y el sistema de metro de Manhattan se vio colapsado por cascadas de agua. Luego de la fuerza con la que los remanentes del huracán Ida golpearon sorpresivamente el noreste de Estados Unidos entre la noche del miércoles y el jueves, lo que prima entre los residentes es asombro y preocupación.