Renzo Giner Vásquez

En enero del 2002, en medio de la guerra que George W. Bush inició contra el terrorismo islámico tras los atentados del 11 de setiembre del 2001, una veintena de supuestos líderes yihadistas llegaron al centro penitenciario de la base de Guantánamo, un lugar pensado para recluir a los cerebros del extremismo pero que terminó convirtiéndose en objeto de denuncias por abusos, torturas y encarcelamientos injustificados.