El largometraje documental "Teloneras", de Rómulo Sulca, tuvo su origen en un corto filmado en 2011. Sigue a cinco mujeres huancaínas en su lucha por lograr hacer realidad sus sueños musicales. en la imagen, el cineasta y dos de las protagonistas; la derecha Suliana (izq.) y Kely (der.). Fotos: Difusión. Composición: El Comercio.
El largometraje documental "Teloneras", de Rómulo Sulca, tuvo su origen en un corto filmado en 2011. Sigue a cinco mujeres huancaínas en su lucha por lograr hacer realidad sus sueños musicales. en la imagen, el cineasta y dos de las protagonistas; la derecha Suliana (izq.) y Kely (der.). Fotos: Difusión. Composición: El Comercio.
Diana Mery Quiroz Galvan

Desde los ocho años, cuando escuchó por primera vez la música de Flor Pucarina, supo que el canto sería el difícil derrotero que seguiría en la vida. Hoy, seis años después, Suliana García sabe de sobra lo que significa ganarse el pan con el sudor de la frente. Su voz empezó a hacerse conocida en los parques de Huancayo y en las actuaciones del colegio. Luego llegaron los contratos para reuniones familiares, de amigos o vecinos y en los eventos de su comunidad. Con mucho esfuerzo y la ayuda de sus padres logró matricularse en una academia donde pule su talento con empeño. Cada escalón en su corta carrera implica un sacrificio. No solo dejó de lado tempranamente los juguetes sino que ha debido olvidar las diversiones propias de la adolescencia. Su sueño es grabar una canción propia y ser escuchada en todo el país. Esta es una de las cinco historias que recoge “Teloneras”, de Rómulo Sulca que sigue el quehacer diario de un puñado de mujeres huancaínas de diferentes edades unidas por un deseo en común: forjarse un lugar en la música vernacular del país. La cinta es además un homenaje a la Faraona del Cantar Huanca, Flor Pucarina, cuya vida y legado sirve de inspiración a las protagonistas: Shandú ‘la Huambla Wanka’ (55); Frida Gutiérrez Tinoco, ‘Frida del Amor’ (54); Kely Castellanos de la Cruz, ‘la nueva engreída del folclor’ (22); Yadira Sulca Almonacid (22); y Suliana García Rosales, ‘la Princesita’ (14). El proyecto se inició en 2011 como un corto, pero tuvo que recorrer un largo camino para llegar a un final feliz. Problemas de presupuesto, discriminación y falta de apoyo gubernamental hicieron que recién pueda ser estrenado en el 2019. A pesar de la espera, los resultados no pudieron ser mejores, pues ese mismo año fue premiado. Desde entonces, como dice Sulca, la cinta “empezó a volar sola por festivales del mundo”.

De apenas 14 años, Suliana García ya lleva seis de trayectoria musical. Espera pronto lanzar una canción propia.
De apenas 14 años, Suliana García ya lleva seis de trayectoria musical. Espera pronto lanzar una canción propia.

¿Quién te inspira el corto que dio origen a “Teloneras”?

Hice un corto llamado “Telonera”, sin la “s”, hace 10 años. Era sobre mi prima hermana Ruth Maritza, hoy convertida en una conocida cantante del sur del Perú, incluso en Bolivia, que también se dedica a la música vernacular. Ella estudiaba administración de empresas, pero quería dedicarse al canto y hacia lo posible por lograrlo. Grababa casetes, ahorraba para comprarse los trajes que son carísimos. Verla luchar, insistir, fue para mí un detonante que me empujó a hacer cine.

Ese trabajo te abrió las puertas.

Fue seleccionado para el Talent Campus de Buenos Aires en el 2013. Yo ya estaba armando algo más grande y ese mismo año me invitaron a un taller que se llama Translab en Lima. Me dieron una beca donde me asesoró Javier Corcuera, entre otros destacados profesionales. Para esa época yo no tenía pensado hacer documentales, no era mi rollo, mi proyecto era de ficción. El corto “Telonera” sirvió para buscar financiamiento y empezar a ver proyectos de guion y documentales.

Un filme austero

Tengo entendido que “Teloneras” fue premiada en dos ocasiones por la Dirección Audiovisual, la Fonografía y los Nuevos Medios, Dafo.

Cuando comenzamos a trabajar el documental solo llegamos a ser finalistas cuatro veces al Fondo Nacional de Documentales de la Dafo, desde el 2014. En el 2016 nos dijeron que hacíamos apología al terrorismo. Quizás porque mencionamos en el proyecto que soy migrante de Ayacucho a Huancayo como producto de la violencia terrorista. Nunca quedó claro ese asunto. En el 2018 sí ganamos el Fondo de Desarrollo de la Dafo, un monto pequeño para terminar la investigación. Pero la financiación para grabar el documental llegó de un premio a mi corto “Osmany” (2017), filmado en La Habana, y por otro llamado “Rimas de carreo” (2018). Sumando ambos eran S/ 60.000 que utilizamos.

Kely Castellanos es trabajadora social de profesión, pero aspira a convertirse en la nueva voz de Huancayo.
Kely Castellanos es trabajadora social de profesión, pero aspira a convertirse en la nueva voz de Huancayo.

Un presupuesto muy austero para financiar un largometraje.

Pero fue lo que teníamos. Luego presentamos “Teloneras” en el Festival de Cine de Lima, en el 2019, en la sección Working Progress, para películas que no están terminadas y buscan financiamiento para posproducción. No ganamos, pero nos invitaron al festival Transcinema a fines de ese año y ganamos los premios a Mejor Película Peruana y Mejor Película de la Sección Trasandina, que era un premio del jurado. Desde ese momento el documental empezó a volar solo. Ha estado en Alemania, Argentina, Colombia, Chile, en diferentes festivales del mundo y el año pasado se paseó por festivales internos del país. Después de todo esto es que recién postulamos al Fondo de Distribución de la Dafo. En setiembre último nos enteramos de que nos dieron el premio, por eso se estrena en cartelera local. Esos S/ 70.000 fueron para pagar a las distribuidoras, hacer las copias porque cada una cuesta alrededor de S/12.000, imagínate. Y faltaba pagar los derechos por los temas, que es costoso. Para el tema publicitario ya no alcanzó.

Teniendo en cuenta que el espectador peruano no está acostumbrado a ver documentales, ¿Cuál es la expectativa que tienen en cuánto a la recepción de la película?

Muchísima. Nunca se ha hecho un documental con esta temática. Tampoco hay directores que vean las cosas desde adentro, porque la gente que hace cine en el Perú proviene principalmente de Lima y de universidades como la Católica o la de Lima. Creo que verlo desde otra perspectiva, como es mi caso, lo hace diferente y puede gustar.

¿Crees que esta película reivindica al director de provincia?

De alguna manera, sí. No está enfocada para dar gusto a cierta clase social. No está hecha para todo tipo de público sino más bien para los de provincia, para los migrantes. Para un público que es como yo. Por eso tenemos un acuerdo con las productoras para que sea visto en distritos populosos, tanto en Huancayo (Cineplanet y Cinemark) y en Lima (Cineplanet y Cinépolis). El número de salas y los horarios te los dicen faltando horas para el estreno. Aunque yo ya me imagino que la van a poner en las primeras funciones, 2 o 3 de la tarde, desgraciadamente es así. Aspiramos también a que pueda entrar en Arequipa, Huánuco y Puno.

Yhadira Sulca es prima del director de "Teloneras". Ella viajó a Lima para convertirse en una cantante profesional del folclor andino.
Yhadira Sulca es prima del director de "Teloneras". Ella viajó a Lima para convertirse en una cantante profesional del folclor andino.

Me hace recordar lo que sucedió con “Prueba de fondo”, el documental sobre Inés Melchor. Se programó en un par de salas y en horarios desolados.

Uno como director aspira a que sus películas puedan verse en todos los lugares posibles, pero por la misma situación que vivimos en el país sería bien difícil lograr que se exhiba en salas de Miraflores o San Isidro. Esto ya no depende de la productora que realizó la película sino de la distribuidora y de la exhibidora. Literalmente queda en sus manos. No podemos ser exigentes porque si te peleas con el dueño del circo no entras más allí. Esto te deja como un nudo en la garganta, pero es lo que hay. En Huancayo sí le estamos dando duro, eso me alegra.

Lucha femenina y discriminación

¿Por qué se incluyeron solo historias de mujeres en esta travesía musical?

Me interesa mucho la mujer y su lucha. No queríamos mostrar a una mujer que esté llorando, como se suele hacer. Así no somos los provincianos. Nosotros venimos a Lima a sacarnos el ancho trabajando. Pero así las retratan ciertas directoras como Melina León y Claudia Llosa. Si los provincianos fuésemos así ¿Qué sería de Lima? No existiría el Cono Norte, San Juan de Lurigancho, Villa El Salvador, Santa Anita, toda la Carretera Central.

Entonces quisiste romper con ese estereotipo.

Esa es la idea. Somos un país con 35 millones en el que la raza indígena, los quechua y aymara somos mayoría. Pero siempre se dice que el cholo no sabe escribir ni escuchar música, que a las justas escucha chicha. Por eso las cinco partes del documental toman el nombre de las cinco primeras notas musicales y están en colores fuertes. Es como una ironía que hemos querido mostrar respecto a esos dichos. Hay mucho prejuicio hacia lo provinciano en general. Es a esa población a quien nosotros queremos darle voz propia, en especial a la mujer.

En “Teloneras” la cámara se sitúa como un acompañante en el día a día de estas mujeres, todas de condición humilde…

Pero sin caer en el miserabilismo. No porque seas pobre vas a lamentarte y llorar a cada momento. Lo que nos queda es trabajar. Kely Castellanos, por ejemplo, vive en uno de los barrios más humildes, es trabajadora social por la Universidad del Centro del Perú, ama la música y se empeña en lograr sus metas. No necesitas mostrar ciertas cosas para que el espectador sepa que ella es de bajos recursos, hay cosas que te muestran su realidad. No hay por qué ser tan pornomiserista. ¿Para qué restregarle en la cara su condición?

Shandú, más conocida como 'la Huambla Wanka', una mujer transgénero que ha tomado el perfil artístico de Flor Pucarina.
Shandú, más conocida como 'la Huambla Wanka', una mujer transgénero que ha tomado el perfil artístico de Flor Pucarina.

¿Te has sentido discriminado durante el proceso que hizo realidad “Teloneras”?

Hasta ahora lo siento. Si acá en Cuba, donde estoy estudiando en una escuela internacional de cine, me preguntan si soy peruano y se sorprenden, en Lima es mucho peor. Recuerdo que una vez fui al Centro Cultural de la Católica a ver una película, un corto de un amigo, y una de las personas que estaban allí me dijo “el personal de limpieza entra por atrás”. Le aclaré la situación, pero me miró de una forma que, de verdad, me hizo sentir muy incómodo. Este es un país muy clasista y racista. Alguien me dijo hace un tiempo: “tú deberías estar limpiando las oficinas de un empresario de cine”. Da vergüenza ajena este tipo de comentarios, pero desgraciadamente es la verdad.

¿Qué crees que necesita el cine peruano para despegar internacionalmente?

Primero debo decir que hay películas que son financiadas por el Estado y que nadie ve. Al margen de eso, siempre se quiere vender un cine que se hace en distritos pitucos de Lima y este se quiere vender como cine peruano. Nunca se ha escuchado de un director de San Juan de Lurigancho o Villa El Salvador, de Comas o Ventanilla, y eso no es porque no existan sino porque no tienen difusión ni apoyo. Y eso pasa porque el mismo Estado lo permite. Los fondos para hacer cine giran en torno al círculo de siempre. En Lima se reparte el 80% de ese financiamiento y a los de provincia nos corresponde solo el 20%. Es realmente burdo, porque los de provincia somos mayoría. Parece que les fastidia mucho que los cholos también podamos hacer cine.

Frida Gutiérrez o 'Frida del amor' junto al director Rómulo Sulca. Cuenta que tras haber criado a sus hijos, llegó la hora de hacer realidad sus metas personales.
Frida Gutiérrez o 'Frida del amor' junto al director Rómulo Sulca. Cuenta que tras haber criado a sus hijos, llegó la hora de hacer realidad sus metas personales.

¿Y qué solución propones?

Tenemos una asociación de cineastas que está impulsando la creación de una escuela de cine nacional. Somos el único país de Latinoamérica que no tiene una. Todas las universidades que dictan cine son privadas y el acceso es limitado, es solo para personas privilegiadas. Creo que si hubiera una escuela donde todos puedan tener acceso nuestra forma de hacer cine sería diferente, porque hasta ahora el que tenemos es mediocre. El mío también lo es porque necesitamos más formación. Yo he estudiado Ciencias de la Comunicación en Huancayo y recién estoy estudiando una maestría de guion en Cuba porque me dieron una beca. Mientras no tengamos base formativa en cinematografía será igual, por más millones que haya para la financiación. El gobierno actual que dice gobernar para el pueblo debería hacer énfasis en la creación de esta escuela. La cinemateca que ya está en camino es buena idea pero necesitamos una verdadera escuela de cine.

¿DÓNDE VER TELONERAS?
  • Cinépolis de Lima Norte (4 p.m.)
  • Cinépolis de Santa Anita (3.20 p.m. y 5:20 p.m.)
  • Huancayo: Cinemark (4:10 p.m. y 9:10 p.m.) y Cineplanet (5:50 p.m.)
  • Arequipa: Cinépolis (2:30 p.m. y 6:45 p.m.)

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