El municipio de está en el centro de la controversia debido a distintos eventos ocurridos el último fin de semana, donde las intervenciones de los serenos y fiscalizadores fueron expuestas en redes sociales. Estos episodios han sido criticados por vecinos y usuarios de Internet sugiriendo que se estaría cruzando la línea del cumplimiento riguroso de las ordenanzas con el abuso.

Una de estas acciones afectó a la señora Aurea Bonifacio Cusi, una mujer de 53 años que denunció haber sido agredida durante una intervención en la que dijo, la despojaron de los productos que comercializa en el distrito. El sábado 11 de noviembre, la vendedora de desayunos se encontraba en la cuadra 6 de la Av. Vasco Núñez de Balboa, donde los serenos se llevaron su mercancía. En el video compartido en redes, se aprecia a la mujer llorando y narrando el episodio.

Comerciante

En una entrevista con El Comercio, la mujer explicó que diariamente se levanta a las dos de la mañana para partir desde su vivienda en San Juan de Lurigancho hasta llegar al distrito de Miraflores, donde realiza sus ventas. “Vinieron de forma violenta; corrí para evitar que se llevaran mis pertenencias, pero dos agentes de fiscalización me arrebataron todo de las manos. Se llevaron todo como si fueran rateros”, expresó.

Bonifacio también mencionó que habría comprendido si los serenos le hubieran solicitado de manera cortés que se dirigiera a otro distrito, pero la detuvieron de forma repentina. “No estaba parada vendiendo. Estaba caminando, en movimiento. No soy una delincuente, no estaba haciendo nada malo. Actuaron con violencia, y siento una gran impotencia y rabia”, comentó.

Añadió que hasta el momento no ha sostenido una conversación con el personal municipal. “Le solicito al alcalde que me permita trabajar, al menos durante una o dos horas. En estos momentos, mi mano me duele mucho por el forcejeo. Debo mantener a mi familia”, dijo entre lágrimas.

Madre de familia denuncia que fue agredida por fiscalizador de Miraflores.
Madre de familia denuncia que fue agredida por fiscalizador de Miraflores.

Así como Aurea Bonifacio, se ha expuesto otro caso de una intervención considerada arbitraria.

Artista expulsada del Kennedy

La cantante peruana Milena Warthon se vio involucrada en una situación incómoda con el Serenazgo de Miraflores. Esto debido a que se retiró del parque Kennedy después de estar distribuyendo volantes para promocionar su próximo concierto navideño. La artista manifestó su desconcierto ante el personal municipal, ya que la acusaron de infringir las normativas del distrito.

Warthon extendía la invitación a los transeúntes del lugar para que asistieran a su espectáculo. Acompañada de su equipo de producción, proporcionaba información sobre el evento y se tomaba fotografías con sus seguidores.

Especialistas afirman que el parque Kennedy suele ser una zona bastante restringida para este tipo de actividades.
Especialistas afirman que el parque Kennedy suele ser una zona bastante restringida para este tipo de actividades.

No obstante, todo se vio interrumpido cuando un sereno le solicitó que deje de volantear, alegando que estaba llevando a cabo una actividad comercial ilegal. La artista mostró sorpresa ante la orden del agente, pero tuvo que cesar el volanteo y retirarse del parque.

En un video publicado en sus historias de Instagram, se escucha a Milena decir “¿no puedo repartir volantes en todo Miraflores? Tendré que buscar otro distrito. Amigos, me han expulsado del Parque Kennedy, no entiendo, pero nada me detendrá”.

Milena

Alcances legales

Irene Torrejón, abogada experta en temas de derecho administrativo y barreras burocráticas, señaló a este Diario que la municipalidad suele poner orden. Sin embargo, hay que observar la Ley de Gestión y Protección de los Espacios Públicos, la Ley 31199. En el artículo 10 se establece que, si bien el municipio tiene la facultad de otorgar usos a los espacios públicos, estos no pueden ser desnaturalizados ni se debe restringir su libre acceso o disfrute. “En el caso de actividades con fines de lucro que se desarrollan en un parque, sí se debe cobrar por el uso de dicho espacio”, precisó.

Laura Velásquez, jefa del área de derecho regulatorio del Estudio BBGS Perú Sacovertiz & Landerer, sostuvo a El Comercio que, si bien el comercio ambulatorio se encuentra prohibido y la municipalidad puede emitir ordenanzas al respecto, solamente se debe solicitar el retiro del comerciante y en el peor de los casos incautar sus bienes; más no agredirlo. “Los fiscalizadores pueden estar actuando dentro de sus competencias, pero hay límites en la intervención. La salud no debe verse vulnerada”, dijo.

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Sobre el incidente de Milena Warthon, Velásquez añadió que el parque Kennedy suele ser una zona bastante restringida, donde actividades como el volanteo se encuentran prohibidas. “Como en este caso, hay que tener claro el hecho de no cruzar la delgada línea entre realizar una intervención y efectuar actos de agresión”, comentó.

Además, indicó que es posible recurrir a la municipalidad, anotar el nombre del fiscalizador que habría generado la agresión y, posteriormente, presentar una denuncia ante el Órgano de Control Institucional. Por otro lado, se puede realizar una denuncia ante la Defensoría del Pueblo por la vulneración de derechos constitucionales básicos.

Expertos consultados por El Comercio sostienen que agentes de fiscalización pueden realizar intervenciones, más no actos de agresión.
Expertos consultados por El Comercio sostienen que agentes de fiscalización pueden realizar intervenciones, más no actos de agresión.

Pronunciamiento de la municipalidad

Respecto al caso de la comerciante intervenida, el personal municipal señaló que, al igual que otros vendedores ambulantes, se le comunicó que debía retirarse del punto. “Ante el caso omiso de la señora, quien reiteradamente fue informada sobre la prohibición de la venta informal, los fiscalizadores procedieron con la retención del producto, sin generar ningún contacto con la vendedora, ya que los productos se encontraban en el piso”, dijeron.

Afirmaron que, en respuesta a ello, la comerciante retuvo a un fiscalizador de la casaca y se produjo un forcejeo; por ello, la señora terminó con rasguños en los dedos, y el fiscalizador con la casaca del uniforme rota. “La municipalidad realizará una investigación sobre lo ocurrido. Sin embargo, el video que viene circulando no muestra la historia completa”, comunicaron.

Adicionalmente, Eduardo Azabache, gerente de Fiscalización y Control de la municipalidad, brindó sus descargos. “Queremos desmentir que la municipalidad haya empleado violencia para efectuar el decomiso de los productos. Lamentamos que, en esa fricción, que no provocó el sereno, la señora haya cometido un daño físico hacia ella misma. Ya le hemos transmitido en varias ocasiones que, si no tiene autorización, no debe ejercer el comercio”, reiteró.

En relación a Milena Warthon, la municipalidad indicó que, según la ordenanza 480, está prohibido arrojar o entregar publicidad sin autorización. La multa por esta acción es de una UIT equivalente a 4.950 soles. “El fiscalizador se acercó a la señorita con total respeto y la orientó sobre la ordenanza que prohíbe el reparto de publicidad en espacios públicos. No se le pidió que se retire ni se aplicó ninguna multa (...). Reiteramos nuestro compromiso con el respeto a los derechos individuales, pero como institución debemos hacer respetar las normas”, dijeron.

Antecedentes: grupo de vecinas también denunció intervención

En setiembre, autoridades municipales de Miraflores intentaron desalojar a un grupo de 25 mujeres que estaban bailando zumba en el parque Itzhak Rabin. “No está permitido. Por favor, bajen el volumen. Están en la vía pública”, dijo el funcionario. “No pueden venir a amedrentar. Canales abusivo”, fueron las arengas de las vecinas.

Liliana García, representante del grupo, señaló a El Comercio que desde marzo presentaron un escrito a la municipalidad pidiendo permiso para bailar, pero nunca les respondieron. “Conforme avanzaban los meses, nos hemos acercado al municipio para empadronarnos sin éxito alguno (...) Hay que aclarar que no hay comercialización en la vía pública. Nosotras nos hemos organizado para ir con nuestra instructora a bailar. No hay un banner ni nada que promocione lo que hacemos“, mencionó.

Caso Miraflores

Ante ello, el municipio declaró a este Diario que impuso un acta de fiscalización a Liliana García debido a quejas vecinales. Además, informó que las asistentes a las clases de zumba pagarían por el servicio de enseñanza. “La comercialización de servicios en la vía pública es considerada una forma de comercio ambulatorio y está prohibida en el Régimen de Aplicación de Sanciones Administrativas, constituyendo una infracción por ejercer dicho comercio sin licencia, autorización o permiso”, añadió.

Actualmente, la mujer ya no sufre de inconvenientes con los serenos luego de haber expuesto su denuncia públicamente. Sin embargo, se siente indignada por lo ocurrido con la comerciante el último sábado.Me da mucha pena. Son personas que se ganan la vida y no molestan a nadie. A mí en lo personal no me molestan los comerciantes ambulantes. Al contrario, me provoca ayudarlos. Entiendo que pueda haber una intervención, pero no una agresión. Era lo mismo de lo que yo me quejaba cuando un fiscalizador vino a botarnos del parque de manera prepotente, prácticamente a patadas”, dijo.

Grupo de vecinas denunciaron una intervención por parte de la municipalidad cuando se encontraban bailando en la vía pública (foto: gec).
Grupo de vecinas denunciaron una intervención por parte de la municipalidad cuando se encontraban bailando en la vía pública (foto: gec).

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