En la adaptación cinematográfica del 2017, protagonizada por Gal Gadot, Wonder Woman dejó de lado las botas de tacón y el escote pronunciado.
En la adaptación cinematográfica del 2017, protagonizada por Gal Gadot, Wonder Woman dejó de lado las botas de tacón y el escote pronunciado.

Es interesante ver que la mitología griega haya sido tomada como referente para la creación de Diana Prince, la protagonista de Wonder Woman —o la Mujer Maravilla, en el mundo hispanohablante—, pues ubica a la superheroína en un lugar especial en la historia. No viene de otro planeta ni obtuvo sus poderes como producto de experimentos científicos, sino que se ubica en el origen de la civilización, en un momento histórico en el que los límites entre lo divino y lo humano son difusos tanto para los hombres como para los dioses, por lo que lo más sublime y lo más perverso de ambos mundos se conjugan con naturalidad.

Diana, princesa de Themyscira, fue creada por William Moulton Marston, psicólogo conocido por inventar el polígrafo, y Harry G. Peter, que se encargó de la parte gráfica para la casa editorial DC Comics. Su primera aparición fue en la revista All Star Comics a fines de 1941. Marston ideó a la Mujer Maravilla como un personaje feminista, con grandes poderes y superiores habilidades de combate gracias a los dones que le otorgaron los dioses y a su riguroso entrenamiento.

“Marston consideraba al cómic una herramienta didáctica, por lo que junto con su mujer, Elizabeth Holloway, idearon un modelo que rompía los cánones tradicionales. Así, con la conciencia feminista de Holloway, concibieron a una de las superheroínas más icónicas de la cultura popular”, señalan Ander Pérez y Ainara Larrondo, investigadores de la Universidad del País Vasco, en el ensayo “Wonder Woman: la romantización y sexualización de un ícono feminista a través del audiovisual”.

lConozcamos un poco la historia: Las amazonas, según la mitología griega, eran mujeres guerreras y valientes que vivían apartadas de los griegos, probablemente en la antigua ciudad de Temiscira. Las primeras amazonas fueron hijas del dios Ares. A partir del mito de Heracles, ha pasado a la historia el reinado de Hipólita y su hermana Antíope, quienes, en la historia de Wonder Woman, son la madre y la maestra de Diana, respectivamente. Se cree que la leyenda de las amazonas nace a propósito de algunas mujeres guerreras que formaban parte de pueblos bárbaros cercanos a los griegos y que peleaban codo a codo con los hombres. A lo largo de la historia, las amazonas han sido, y aún son, una referente de la fuerza y habilidad de las mujeres.

Una aparición especial

Diana es una de las pocas heroínas que no tiene contraparte masculina y que se enfrenta a mujeres villanas. En el cómic, Diana deja Themyscira contra la voluntad de su madre, y con el propósito de combatir a los nazis y salvar a la humanidad.

Carla Sagástegui, docente de la PUCP, considera la creación de Wonder Woman un hito fundamental. “Fue la primera superheroína. Antes que ella, habían aparecido mujeres con características similares, pero eran parejas de alguien o reinas que debían defender su territorio. Lo que quería DC era un personaje equivalente a Superman, y eso me parece increíble, porque querían paridad”, dice.

Además, Sagástegui considera que no es casual el momento elegido para su aparición. “Era un momento de guerra y las mujeres cobraron protagonismo porque los hombres se iban a combatir. Lo interesante es que Wonder Woman, al enfrentarse también a villanas, ayuda a mirar a mujeres con mucho poder”, añade.

¿Hecha para hombres estadounidenses?

En el ensayo titulado “Wonder Woman: juzgar a una heroína por su portada”, Irene Luque, investigadora de la Universidad de Sevilla, sostiene que, cuando nos aproximamos a un personaje femenino fuerte, siempre existe el riesgo de que lo que encontremos sea, en realidad, lo que vulgarmente denominaríamos “un hombre con pechos”.

Al respecto, Ainer Pérez y Ainara Larrondo afirman que el personaje de Wonder Woman rompe ciertos estereotipos de género a la vez que reproduce otros, y que esta es una de las razones por las que se ha cuestionado si es un ícono que representa al feminismo.

“Sus creadores, Marston y Holloway, dotaron a la amazona de belleza y sensualidad para que el proyecto viese la luz. Wonder Woman es representada como una mujer adulta con curvas, un traje muy ceñido, un pantalón muy corto y un escote muy acentuado. El cuerpo de Wonder Woman aparece como un cuerpo sexualizado para atraer y dirigir la atención del espectador. Esta acción trae repercusiones, ya que puede desviar la atención del discurso feminista que proporciona la superheroína”, escriben.

Pero esa no es la única crítica que nuestra heroína ha recibido a lo largo de sus 80 años. Irene Luque, por ejemplo, señala que el personaje, al igual que otros superhéroes, sirvió como propaganda ideológica y patriótica.

Luque escribe: “Vivió la Segunda Guerra Mundial, combatió el nacionalsocialismo y, más tarde, Wonder Woman lucharía contra el comunismo y en la guerra de Vietnam, es decir, en defensa de los intereses de Estados Unidos. Su traje rojo y azul estrellado es la prueba más evidente de ello. El discurso atribuido a Wonder Woman a través de los años con respecto a su defensa de Estados Unidos era justificado bajo el argumento de que los intereses de este país eran los intereses de todas las mujeres en el mundo. Se solapa así el feminismo y la justicia social con el patriotismo y colonialismo más abrupto, disfrazando lo que, en realidad, no es más que propaganda ideológica al servicio de los intereses de una clase dominante muy concreta”.

¿Feminista o no?

A pesar de las múltiples críticas que ha recibido el personaje, Carla Sagástegui considera que hay una relación ineludible entre Wonder Woman y el feminismo en sus diferentes etapas.

Y, sin ánimo de zanjar el debate, vale la pena recuperar una historia: cuando el arco narrativo de Wonder Woman estaba pasando sus peores momentos, fue una feminista quien la salvó, la famosa Gloria Steinem.

En una entrevista publicada en Vanity Fair, Steinem confiesa: “Presionamos públicamente a DC Comics, poniendo a Wonder Woman en la portada de nuestra revista. Ms., y reimprimiendo algunas de las historias de su época dorada para que las niñas y mujeres más jóvenes pudieran ver lo que se estaban perdiendo. También presionamos en privado a Dick Giordano, que llevaba, en aquel momento, a todos los superhéroes de DC Comics, para que dejase de convertirla en una figura sin ningún poder. Lo recuerdo llamándome a Ms. y diciéndome algo como: “De acuerdo, ella recuperará su látigo mágico para hacer que la gente diga la verdad, recuperará sus brazaletes para repeler balas, recuperará la Isla Paraíso como en la historia original y a una hermana amazona negra llamada Nubia. ¿Me dejarás en paz ahora?”. Diana Prince recuperó sus poderes y sobrevive aún al siglo XXI.

Contenido sugerido

Contenido GEC