"Las oportunidades están allí para quienes están preparados, listos y enfocados en lo que quieren lograr y saben lo que pueden aportar", dice Temple. (Foto: AFP)
"Las oportunidades están allí para quienes están preparados, listos y enfocados en lo que quieren lograr y saben lo que pueden aportar", dice Temple. (Foto: AFP)
Inés Temple

Si usted o alguien a quien estima necesita encontrar , lo animo a evitar estos errores que muchos cometen y que luego complican o demoran mucho sus procesos de recolocación:

1. Deciden que es momento de descansar, de relajarse o de ocuparse “de sus cosas”. Así, se desenfocan, olvidan que su principal ocupación debe ser prepararse disciplinadamente para salir al sin pérdida de tiempo, evitando la pérdida de valor de su en el tiempo. Pierden oportunidades valiosas y no toman en cuenta que “descansar” les cuesta dinero de sus ahorros cada mes si no tienen ingresos. Grave error.

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2. Se quedan pegados al pasado. Es importante pasar el duelo de la pérdida del trabajo anterior, pero la mejor manera de sobrellevar el duelo es reconstruyendo la autoconfianza, analizando las habilidades, las fortalezas, lo producido, lo logrado y los resultados aportados, los que serán claves para implementar decisiones positivas, elevar el valor de su marca propia y ponerse de pie.

3. Se dejan ganar por el negativismo escuchando a quienes repiten sin cesar que “no hay trabajo para nadie”. No los escuche. Es momento de enfocarse sus sueños y no en sus miedos. Y los muchos que sí se recolocan –y lo vemos a diario– son quienes buscan y siguen recomendaciones de expertos, que saben lo que dicen y lo que hacen. Hay mucha información gratuita y de calidad publicada por los expertos que puede usar si no le ofrecieron ayuda profesional para recolocarse.

4. No definen sus objetivos claramente ni se ponen metas claras, no tienen hitos de cumplimiento y avances. Buscar trabajo es un trabajo en sí mismo que requiere total dedicación, foco, rumbo claro, investigación, preparación y mucho empeño. Y ciertamente fe, que moviliza y cura.

5. Se meten en el primer negocio propio que les proponen sin hacer un adecuado y completo plan de negocio (como un plano antes de construir). Así tantos pierden tiempo, energía y dinero cuando deciden emprender como reacción a la pérdida de trabajo, y no como una decisión de vida muy pensada, preparada, definida y ejecutada con seriedad.

6. Hablan mal de la empresa, del jefe y de todos en un vano esfuerzo de decir: “yo estoy bien, son ellos los que están mal o se equivocaron”. Hacerlo los hace sonar resentidos, vengativos y poco leales. Y nadie quiere vincularse, referir o recomendar a personas así. Evítelo a toda costa, no lo haga, aunque sienta que tiene derecho a hacerlo o lo tienten a hablar de más.

7. Se gastan el dinero que pudieron haber recibido o el que tienen ahorrado comprando cosas que no necesitan, pero son buenas para el ego. “Tu papá sigue siendo el proveedor y todavía puede comprarte esto y lo otro”, o “me merezco este gusto”. Este error es peligroso por lo costoso que puede terminar siendo cuando no hay ingresos. Es un error mucho más común de lo que parece.

8. Muchos se quedan en su casa esperando que los llamen las empresas de selección, aparezca algo en LinkedIn, o la oportunidad toque su puerta. Las oportunidades están allí para quienes están preparados, listos y enfocados en lo que quieren lograr y saben lo que pueden aportar. Enfóquese sin perder tiempo, no caiga en excusas ni procrastine el empezar su proceso de recolocación.

9. Otros reparten currículos apresurados sin ningún plan o estrategia, le piden trabajo a los amigos o a la familia y generan mucho daño a su marca personal en ese proceso. Nadie va a conseguirnos trabajo, saber hacerlo es nuestra responsabilidad ya que estar en el mercado es parte normal del ciclo laboral de nuestras vidas. Por eso es siempre vital mantener muy alto nuestro nivel de empleabilidad, nuestra vigencia y relevancia, aunque hoy nos sintamos “seguros” en el trabajo actual.

10. Hay quienes se “esconden” y les cuesta mucho empezar a contactar a sus redes de confianza. Eso es un error grave ya que más del 80% de los trabajos se consiguen por esa vía, es decir, por datos, información, sugerencias, recomendaciones de personas que nos aprecian, en relaciones auténticas donde ese aprecio es genuino y no utilitario o manipulador (“te busco solo cuando te necesito”).

11. Otro error grave es solo querer contactarse con las personas bien vinculadas o posicionadas de su lista. Todas las personas con las que hemos interactuado, trabajado, coordinado o conocido pueden aportar valor en el proceso de encontrar un nuevo trabajo si somos capaces de darles también valor a ellos. Y ese valor muchas veces pasa por reconocerlos, validarlos, darles energía y conectar con ellos desde la calidez, la autenticidad y la transparencia.

En resumen, si usted está viviendo el trance de tener que encontrar un trabajo o sabe de alguien que está en eso, recuerde la importancia de no perder tiempo ni distraerse, de enfocarse en el futuro, de definir lo que quiere hacer y lo que puede aportar. Investigue, dedíquese muchas horas al día a estar listo y aborde al mercado laboral con optimismo, confianza en sí mismo y mucha fe. Esa es la manera como lo logran los que, a pesar de todo, en estos tiempos de pandemia y cuarentena, se recolocan e incluso lo hacen muchas veces ¡en posiciones mejores que antes! Ánimo, si no cae en estos errores, usted puede ser uno de los que se recolocan exitosamente también.

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