El bajo crecimiento económico y las elevadas presiones inflacionarias limitan la recuperación de la clase media a los niveles prepandemia. Al cierre del 2022, el 33% de la población se ubicó en este segmento socioeconómico, una tasa similar a la registrada en el 2011, según cálculos del IPE. La caída ha sido mayor en regiones como Lima Metropolitana, Madre de Dios y Tacna, donde se retrocedió casi 15 años. Revertir esta situación requerirá, principalmente, un mayor dinamismo del mercado laboral, para lo cual es clave reactivar la inversión privada. Sin embargo, al cierre de la primera mitad del 2023, esta habrá acumulado cuatro trimestres de caída consecutivas.

Radiografía regional

Según el Banco Mundial, la clase media cuenta con ingresos per cápita diarios ajustados por poder de paridad de compra de entre US$14 y US$81. En el Perú, el porcentaje de la población en este nivel socioeconómico alcanzó el 33% en 2022, siete puntos porcentuales inferior al tamaño alcanzado en el 2019 (40%), luego de casi haberse duplicado desde el 2004 (21%). La caída implica que alrededor de 2 millones de personas aún no retornan a la clase media luego de los diferentes choques adversos que han venido experimentando los hogares desde el 2020.

A nivel de regiones, 19 de 24 aún no recuperan los niveles de clase media que se registraban antes de la pandemia. Solo en los casos de Moquegua, Huancavelica, Apurímac, Amazonas y Junín se registran recuperaciones de la clase media por encima de lo alcanzado en el 2019. Por el contrario, en regiones como Lima, Madre de Dios, Tacna, Arequipa y La Libertad, el tamaño de la clase media se ha reducido en más de 10 puntos porcentuales durante los últimos tres años.

Choques adversos

Buena parte de este retroceso se encuentra asociado a la precaria recuperación del mercado laboral, a costa de una mayor informalidad y menor empleo adecuado. De acuerdo con estimaciones del IPE, en las regiones que registran fuertes caídas en las tasas de empleo adecuado, que ofrece mejores condiciones salariales, se observa una reducción de la clase media casi cuatro veces mayor que la reducción de la clase media en las regiones que muestran, por el contrario, solo una leve caída o un incluso un aumento del empleo adecuado desde el 2019 (-13,1% vs. -3,7%).

Debido a la mayor precariedad y el menor dinamismo del mercado laboral, sumado a la alta inflación, los hogares de la clase media han visto una reducción en sus ingresos provenientes del trabajo respecto a la prepandemia.

Además, las familias de la clase media que experimentaron pérdidas de ingresos -como consecuencia de la pérdida de empleo, quiebra de un negocio u otros choque adverso- incrementaron el uso de sus ahorros y capital propio. Estos hogares también han comenzado a depender más de la ayuda del Gobierno, como resultado de transferencias públicas y otros tipos de asistencia sin una adecuada focalización.

Panorama

Los resultados de la clase media en el 2022 confirman los pronósticos del IPE de hace un año, que anticiparon que al Perú le tomaría casi una década recuperar el tamaño de la clase media del 2019 si crecía a un ritmo promedio de 2,5%. Sin embargo, este pronóstico podría ser inclusive mayor si el crecimiento económico no viene impulsado por la inversión privada, que permita la recuperación del empleo y el incremento de la productividad laboral. Lamentablemente, la inversión privada enfrenta un panorama adverso, en medio de un contexto de lenta recuperación de la confianza empresarial. Solo resolviendo ello es que se logrará reducir la pobreza y movilizar más personas hacia la clase media.

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