¿Adictos al smartphone? Peruanos no se desprenden del celular y lo considera casi una parte esencial de sí mismos
¿Adictos al smartphone? Peruanos no se desprenden del celular y lo considera casi una parte esencial de sí mismos
Marcela Mendoza Riofrío

Indispensable. Así definen muchos de los peruanos a su teléfono móvil. “Casi una extensión de nuestro cuerpo que nos mantiene conectados”, precisa Javier Alvarez, trends senior director de Ipsos, quien además asegura que esta valoración del no cambiará.

¿Su uso cotidiano y masivo, entonces, lo ha relevado de ser considerado un sinónimo de estatus? No. Alvarez acepta que, en efecto, dada su masiva penetración, ya no es considerado un lujo como antes, pero sigue siendo reflejo del segmento al que se pertenece. La marca y el modelo del equipo siguen siendo sinónimo de estatus para varios o reflejo de sus aspiraciones, añade.

Para Alvarez la tendencia es clara: la inmensa mayoría quiere el mejor equipo que pueda pagar. El smartphone está llegando a todos los niveles de uso y avanzando en cada segmento socioeconómico. “Incluso somos más exigentes con las ofertas de los operadores, cazadores de mejores planes y menos leales por precio”, comenta.

Estudio elaborado por Ipsos del 21 de setiembre al 6 de octubre del 2019 en el Perú Urbano.
Estudio elaborado por Ipsos del 21 de setiembre al 6 de octubre del 2019 en el Perú Urbano.

GANANDO PRESENCIA

En términos de penetración, el smartphone ha ganado 13 puntos porcentuales en los dos últimos años, llegando a ser usado por el 84% de la población en zonas urbanas, según el reciente estudio de Ipsos “Hábitos, usos y actitudes hacia la telefonía móvil”.

En los niveles socioeconómicos más altos - A y B - es utilizado por el 97% y en el C baja apenas al 90%. En los segmentos D y E también tiene un porcentaje mayoritario de uso - 76% y 61%, respectivamente - lo cual confirma su avance frente a los equipos de gama baja (no inteligentes) que solo son empleados por el 3% del Perú urbano.

La medición de Ipsos no incluye zonas rurales, pero la tendencia histórica al alza también existe ahí, aunque en menor proporción. Según las mediciones realizados por Osiptel (Erestel 2012-2018), se pasó de 17,9% a 38,2% hogares con smartphone en cuatro años. A nivel país - considerando zonas rurales y urbanas - la penetración es del 73,4% de hogares, el doble de lo que se tenía en el 2015, según Kantar Ibope Media.

El uso de Internet viene creciendo en todos los grupos sociales, pero con mayor fuerza entre los jóvenes.  (Facebook)
El uso de Internet viene creciendo en todos los grupos sociales, pero con mayor fuerza entre los jóvenes. (Facebook)

Para este año, si se observara solo la evolución de importaciones de equipos, con curva descendiente según los reportes de Dominio Consultores, se podría suponerse que en el 2019 no se sumarán nuevos usuarios. Pero no sucede así. Ha caído la velocidad de incremento en el último año, pero no llega a descender.

Alvarez considera que la explicación está, por un lado, en el reciclado de equipos a nivel de núcleo familiar (el padre hereda su smartphone al hijo - o viceversa - antes de renovarlo) y por otro en el alto nivel de comercio de teléfonos de segunda mano. Eso sumado a que la renovación de smartphone - si no fue robado - es de dos años, lo cual ha coincidido con una reducción de las subvenciones en la gama alta, lo cual puede ralentizar la compra de equipos nuevos.

CONSUMO EN EVOLUCIÓN

Como usuarios, explica Alvarez, estamos en constante evolución. Seguimos teniendo en promedio 20 aplicaciones instaladas, con las redes sociales en el nivel más alto de preferencia, pero nos vamos sofisticando, ya no solo buscamos entretenimiento sino también información y las compras a través del móvil van ganando terreno.

En el 2017, por ejemplo, solo el 26% usaba siempre su celular para comparar precios antes de comprar. Este año el reporte de Ipsos revela que la cifra subió a 30%. Y si revisamos el porcentaje de los que no buscaban información, se pasó de 61% en el 2017 a 43% este año.

También se observa una evolución en el tipo de contrato a elegir. En la medida que los jóvenes consiguen un trabajo dependiente y mejoran sus ingresos, migran a planes pospago y priorizan el diseño del móvil, procesador y peso del dispositivo (se espera que sea liviano).

“La razón principal para ser pre o pos pago está íntimamente relacionado con la disponibilidad de dinero y la capacidad de gasto. Si cuentas con presupuestos vas por el pospago”, recalca.

Este hallazgo de Ipsos concuerda con las métricas de Osiptel, en las que figura que entre 2017 y 2019 se han sumado 2,5 millones de líneas pospago, mientras que las prepago solo fueron 1,89 millones más.

Además, el smarthopne se ha consolidado como el principal medio de acceso a Internet. Según Osiptel se ha elevado la cantidad de clientes que contrata Internet móvil a nivel nacional: en el plan pospago se pasó del 74,3% en el 2017 al 90,3% en la actualidad y en el prepago pasaron del 33,3% al 42,6%.

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