"El power de las provincias", por Jimena de la Quintana

Sin inversión privada no crecemos. Más claro ni el agua. Es imposible apuntar a tasas que permitan encaminarnos hacia el desarrollo sin este impulso que representa el 80% de la inversión total en el país; en tanto que la pública representa el 20% en promedio. 

Cuando hablamos de la inversión privada, nos referimos a la de todo el país. Hoy nuestro informe central se enfoca en aquellos emprendedores que hacen patria desde las provincias. El 25% de las empresas de The Top 10.000 Companies, de Perú Top Publications, proviene de las regiones. El potencial es enorme. 

Sin embargo, el interior del país ha sido desatendido por los propios gobiernos regionales, salvo contadas excepciones. La gestión de estos (adecuada infraestructura, seguridad, educación, etc) es indispensable para allanar el camino de los empresarios en provincias y permitirles crecer. Es prioritario terminar con las desigualdades internas  y ello depende, entre otros factores, de un proceso de descentralización efectivo;  el actual ha fracasado. El  vergonzoso manejo de algunos gobiernos regionales llevó a la cárcel a 3 de sus presidentes (César Álvarez, Wilfredo Oscorima y Gregorio Santos). Gerardo Viñas de Tumbes está prófugo.

De hecho, el performance de los gobiernos se plasma en el Índice de Competitividad Regional – INCORE 2015 del Instituto Peruano de Economía (IPE).  Según este, Lima es la región más competitiva del Perú, seguida por Moquegua y Arequipa. Las menos competitivas son Loreto, Cajamarca y Puno. Moquegua, una de la excepciones y que se manejó muy bien en manos de Martín Vizcarra, destaca como la de mayor producto bruto interno per-cápita y presupuesto público por habitante. Además, es la región con los mejores rendimientos escolares (matemáticas y comprensión lectora). 

Comprender cuáles son los factores que determinan estos resultados es prioritario para decidir cómo impulsar el desarrollo regional. El proceso de descentralización debe ser  repensado; necesitamos cambios que permitan gobiernos competitivos que acompañen el crecimiento del sector privado en esos lugares. Quien gane la segunda vuelta electoral tiene la responsabilidad de no dejar sin poder a los empresarios pequeños y grandes de las provincias.