El negocio de la sostenibilidad, por Jimena de la Quintana

En nuestras casas vamos descubriendo cómo darle varios usos a las cosas, cómo reciclar, cómo ser sostenibles. Los cartones de los rollos de papel higiénico le sirven a Joaquín, mi hijo de 5 años, para hacer  muñecos. Pintamos los muñecos, jugamos con ellos y luego sirven de adorno. Así, Joaquín y yo le hemos dado 3 usos más al ya agotado rollo de cartón transformado. ¿Nunca ha usado el pan frío para hacer budín o la cáscara del limón para, luego de la limonada, preparar un postre? En nuestras casas desarrollamos buenos hábitos que no trasladamos al trabajo y viceversa.

Cada vez más en el mundo se aprovechan mejor los recursos. De los desechos de las minas se obtiene papel de piedra (80% piedra triturada y 20% material de plástico, no se requiere de madera ni de agua), el Gobierno Chino ya no entrega licencia a las minas de oro si estas no producen el papel. Fue Gunter Pauli, autor de la “La Economía Azul” quien mencionó este caso el año pasado a su paso por el Perú.

En su libro, Pauli sostiene que la economía azul “no es innovación tecnológica, es innovación en el modelo de negocio en donde las empresas deben mirar más allá de su corebusiness”. El mundo cambió, y la transformación es irreversible, el cambio climático no se irá y las empresa tienen que tener claro que su accionar marca efectos. 

La empresa que busca ser sostenible, debe ser responsable socialmente, un factor importante pero nunca el único para alcanzar este fin, pues la sostenibilidad es trasversal a toda la organización. Además, la empresa puede obtener  beneficios económicos de la sostenibilidad. Una publicación hecha por “We Mean Business” evidencia que más de US$8,2 mil millones invertidos en estrategias de negocios bajos en carbono han alcanzado una tasa interna de retorno promedio de 27%.

Según “The Economist  Intelligence Unit” (2008), las empresas que realizaron mayores esfuerzos en sostenibilidad reportaron incrementos de utilidades de 16% y 45% en el valor de sus acciones. Han surgido también empresas que encontraron en el cambio climático una “ventana a los negocios del futuro” como los sostiene Libélula, la consultora peruana que organiza nexos+1, donde este año podremos conocer a más empresas  peruanas que felizmente se suman a esta nueva y única forma de convivir en este nuevo mundo.