Pedro Ortiz Bisso

No creo que haya sido un acto de piedad lo que llevó a Jorge Fossati a abrirle las puertas de la Videna a Christian Cueva. Esta reedición -ojalá corregida y no mal formada- de la parábola del hijo pródigo tiene un componente pragmático: el charrúa sabe que el universo seleccionable es muy corto y la emergencia es de tal dimensión, que todo suma. Así sea el futbolista que más oportunidades ha tenido -y desperdiciado- en la historia reciente del balompié lorcho.