Un niño pasa por el mismo proceso de duelo que los adultos.
Un niño pasa por el mismo proceso de duelo que los adultos.
Laura Espinoza Busato

Afrontar un con los niños puede resultar complicado, pues ven la muerte como algo lejano a su entorno, o incluso como un concepto nuevo. Para saber cómo abordar el tema, del Diario El Comercio conversó con Claudia Vallejos, psicóloga de ‘Aún Tienes tiempo’ para que nos recomiende la mejor manera de comunicarle a nuestros niños sobre una pérdida.

Aunque no parezca, el niño pasa por las mismas etapas del duelo que un adulto, pero la diferencia está en que el niño no es consciente de que alguien ha muerto y por ello pueden surgir muchísimas dudas acerca de lo ocurrido.

“Con el tiempo, el niño va a comenzar a notar la ausencia del familiar o la persona, sin embargo, cuando suceden estas cosas los padres optan por no decir nada, pero hay que contarles. Muchas veces los niños enmarcan la tristeza con la ira, y no es que el niño sea violento o malcriado sino que muchas veces está triste y lo demuestra con violencia”, comenta la especialista.

¿Cómo le digo a mi hijo que alguien murió?

Decirle a un niño que un familiar, amigo o alguien cercano a su entorno ha fallecido es posible gracias a estos consejos que nos brinda Vallejos:

  1. Responder preguntas: Cuando el niño empieza a sentir la ausencia, hará preguntas y responderlas es lo ideal para que el niño pueda no sentir ese vacío, sino sentirse respondido y considerado por sus padres. “Habrá un momento en el que el niño se va a preguntar qué tiene que hacer cuando un familiar ha muerto y deben dejarlo expresarse de una manera libre”, agrega.
  2. No cambiar o ajustar las palabras: Los padres tienden a cambiar o ajustar las palabras por proteger al niño, pero cuando no entienda algo con claridad, lo más probable es que le genere ansiedad. Lo ideal es expresarlo tal cual es. Si es que esto no sucede, cuando se chocan con la realidad de que esas personas ya no van a volver, el niño se verá afectado de sobremanera.
  3. No cambiar el estilo de vida: Cuando un familiar ha fallecido, se tiende a cambiar el estilo de vida. Por ejemplo, si habían antes cuatro sillas, ahora se colocan tres. Lo ideal es que se siga con la rutina, ya que eso va a hacerlo entender poco a poco que el familiar no está.
  4. Conmemora a la persona: Se recomienda es hacer un pequeño ritual para conmemorar a la persona fallecida. Esto puede hacerse mediante una carta, para que el niño entienda y se adapte a la situación.

“Los niños pueden recibir esta noticia tanto de una manera positiva como negativa, por ello es importante que las personas que estén con él o ella, puedan hacer que entienda lo que sucedió para que él mismo le ponga un nombre a esto y lo asimile a su manera. Una vez que le ha dado nombre, significa que ha comenzado a reflexionar, va a llevar ese vacío, va a sentir esa ausencia, pero ya no al nivel patológico, sino a un nivel de proceso”, finaliza la especialista.

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