Milenka Duarte

El se ha convertido en un tema crucial en la sociedad contemporánea, pues es un acto fundamental que impacta de forma significativa en el y de las personas. Si bien puede llegar a ser concebido como una tendencia pasajera por su excesiva difusión a través de las redes sociales, en realidad es una herramienta esencial para restaurar el equilibrio y promover una salud integral, sobre todo, en un mundo donde las demandas cotidianas y la carga desproporcionada de responsabilidades, muchas veces nos consumen y nos impiden atender adecuadamente nuestras propias necesidades.

Por esta razón, el autocuidado no debe ser catalogado como un lujo, sino como una necesidad vital, especialmente para las , ya que durante muchos años nuestro valor y rol a nivel social ha estado ligado exclusivamente a nuestra capacidad para cuidar de los demás. Por ello, es importante tener en cuenta que no solo se trata de dedicarnos tiempo, sino también de poder reafirmar nuestra y demostrar que el cuidar de nosotras no tiene por qué ser un acto de egoísmo, sino más bien de que nos conduce hacia una vida más plena y satisfactoria.

¿Cuál es la importancia del autocuidado en la vida de las mujeres?

En definitiva, el autocuidado es una inversión valiosa que nos ayuda a mejorar nuestra calidad de vida, por lo que nos ofrece una serie de beneficios tanto a nivel físico como mental. En primer lugar, nos ayuda a prevenir el agotamiento al poder establecer límites saludables y tener un momento para recargar energías, lo que, a su vez, evita que nos sintamos abrumadas y seamos capaces de enfrentar de una forma más positiva y efectiva los desafíos diarios.

Asimismo, reduce sustancialmente el estrés, mejora nuestro estado de ánimo y minimiza el riesgo de desarrollar enfermedades a largo plazo. Además, nos proporciona el tiempo y espacio necesario para la autorreflexión, la cual nos permite conocernos mejor, entender nuestras necesidades, así como fomentar una relación positiva con nosotras mismas, es decir, fortalece la autoestima y la autoconfianza.

El autocuidado físico es la piedra angular de una vida plena. Por eso, es importante seguir una dieta equilibrada, rica en alimentos frescos y nutritivos, así como realizar ejercicio regular, el cual esté adaptado a las preferencias y necesidades individuales.
El autocuidado físico es la piedra angular de una vida plena. Por eso, es importante seguir una dieta equilibrada, rica en alimentos frescos y nutritivos, así como realizar ejercicio regular, el cual esté adaptado a las preferencias y necesidades individuales.

¿Cómo podemos las mujeres poner en práctica el autocuidado?

En efecto, practicar el autocuidado es un acto de empoderamiento personal, ya que, al tomar el control de nuestro bienestar, nos convertimos automáticamente en agentes activos en nuestra vida, de manera que, nuestras decisiones nos benefician a nivel físico, mental y emocional.

Por este motivo, es importante adoptar una serie de prácticas y hábitos que nos permitan incorporar este concepto de autocuidado en nuestra cotidianidad, con el fin de poder a priorizar nuestra salud sobre cualquier otro aspecto.

Alimentación balanceada

Mantener una alimentación saludable es fundamental para el autocuidado, por ello, es necesario llevar una dieta equilibrada, la cual nos brinde los nutrientes esenciales que el organismo necesita para funcionar correctamente. Estos incluyen vitaminas, minerales, proteínas, carbohidratos y grasas saludables. De igual modo, los alimentos son la principal fuente de energía, lo que nos ayuda a mantener niveles adecuados de vitalidad y mejora el rendimiento físico y mental, expresó la doctora Gilda Pérez Zegarra del Centro de Medicina Estética de la Clínica Ricardo Palma a .

“Algunas veces, por la premura de irnos a trabajar o hacer otra actividad, nos saltamos las comidas, lo cual puede tener consecuencias negativas para la salud general, afectando la energía, el estado de ánimo y la capacidad de afrontar las demandas diarias. Por consiguiente, es importante establecer una rutina diaria de alimentación que nos permita crear hábitos saludables a largo plazo, así como priorizar el consumo de alimentos orgánicos y evitar los procesados y ultraprocesados”.

La práctica regular de la meditación, ya sea a través de la atención plena o técnicas de relajación, ayuda a calmar la mente, reducir la ansiedad y mejorar la concentración.
La práctica regular de la meditación, ya sea a través de la atención plena o técnicas de relajación, ayuda a calmar la mente, reducir la ansiedad y mejorar la concentración.

Sueño de calidad

De acuerdo con la experta, nuestra salud depende en cierta manera de nuestras horas de descanso, razón por la cual es indispensable realizar una buena higiene del sueño que nos permita establecer horarios regulares y crear un ambiente propicio para dormir. En otras palabras, un sueño reparador contribuye a la salud emocional, el equilibrio mental, fortalece el sistema inmunológico, promueve una salud cardiovascular, propicia una buena regulación hormonal, entre otros beneficios.

“Por ejemplo, para lograr un sueño de calidad podemos acostarnos y levantarnos todos los días a la misma hora, lo cual nos ayuda a regular nuestro reloj biológico. Igualmente, es importante evitar el uso de dispositivos electrónicos al menos una hora antes de dormir, por lo que se deben priorizar actividades relajantes, como leer un libro, tomar un baño o practicar técnicas de respiración profunda”.

Cuidado de la piel

En principio, una muy buena manera de cuidar nuestro cuerpo es protegiendo nuestra piel del sol, ya que así evitaremos diversos problemas a nivel cutáneo, como el cáncer o el envejecimiento prematuro. Por lo tanto, es necesario identificar cuál es el fotoprotector más adecuado según nuestro tipo de piel, señaló Pérez Zegarra.

“Tomarnos el tiempo para hacer una rutina de cuidado de la piel, colocarnos algún serum hidratante y realizar una buena limpieza para barrer con todas las impurezas o incluso aplicar un poco de maquillaje no solo nos da vida al rostro, sino que fomenta el amor propio. Asimismo, otra manera de promover el autocuidado puede ser mediante diversas terapias o procedimientos, tales como la mesoterapia que favorece a la recuperación y restauración de la piel deshidratada o los bioestimuladores de colágeno que ayudan a tensar y mejorar la calidad de la dermis”.

La práctica constante del autocuidado y la atención positiva hacia una misma son componentes clave para cultivar y mantener una autoestima saludable a lo largo del tiempo.
La práctica constante del autocuidado y la atención positiva hacia una misma son componentes clave para cultivar y mantener una autoestima saludable a lo largo del tiempo.

Manejo del estrés

El estrés puede ser uno de nuestros peores enemigos, ya que puede contribuir al desarrollo de trastornos de ansiedad y depresión, así como enfermedades cardiovasculares, problemas gastrointestinales, entre otros. Por ello, debemos aprender a tener un mejor control del mismo, lo cual nos ayuda a mejorar nuestras relaciones interpersonales, aumenta nuestra productividad y promueve un estilo de vida más saludable. Por esta razón, recomiendo la práctica regular de la meditación, ya sea a través de la atención plena o las técnicas de relajación, al igual que, realizar alguna actividad física que nos ayude no solo a mantener un peso adecuado, sino también a liberar endorfinas y mejorar nuestro estado de ánimo.

Buena autoestima

Si bien la autoestima es un proceso gradual y personal, es importante que siempre estemos enfocadas en la construcción de una relación positiva con nosotras mismas. Por lo tanto, como parte de nuestro autocuidado podemos poner en práctica la autocompasión, la cual nos invita a tratarnos con amabilidad y aprender a perdonarnos por nuestros errores o fracasos.

De igual manera, creo que es primordial fomentar la positividad por lo que siempre debemos buscar rodearnos de personas con una mentalidad de crecimiento y que sean un verdadero apoyo, así como también podemos mantener un diario en el que nos enfoquemos en las cosas positivas que tenemos en nuestra vida. Además, un punto fundamental es aprender a aceptarnos como somos, es decir, que seamos capaces de reconocer nuestro logros y éxitos, pero también seguir trabajando en nuestras oportunidades mejora.

“En general, el autocuidado va mucho de tenernos respeto y amor, al igual que, poder identificar qué es lo que no estamos haciendo correctamente. Por ejemplo, si no nos estamos alimentando bien, debemos ser conscientes sobre la importancia de introducir alimentos de calidad o si notamos que estamos teniendo mucha carga laboral, debemos aprender a delegar o simplemente realizar una pausa para poder despejarnos. Sin lugar a duda, lo más relevante es mantenernos positivas, siempre procurar actuar en favor de nuestro bienestar y reconocer las prácticas que mejor se adapten a nuestras necesidades”, destacó la médica de la Clínica Ricardo Palma.