Batallón Perú: la vez que cascos azules peruanos fueron al Sinaí en el conflicto árabe-israelí en 1973 | FOTOS

El Yom Kipur es una fecha sagrada en el calendario hebreo, por eso aquel día no hubo transporte público ni transmisiones de TV., y los ciudadanos mantuvieron un ayuno absoluto mientras las sinagogas estuvieron repletas de gente rezando.

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A las 2 de la tarde, de ese 6 de octubre de 1973, el ataque fue rápido y letal desde Egipto y Siria, con 240 aviones, dos mil tanques, mil piezas de artillería y dos mil cañones y lanzamisiles antitanques; armamento de alto nivel destructivo de origen soviético. Aquella agresión fue planificada con tiempo, con meticulosa sangre fría. La reacción israelí fue rápida, pero los resultados a su favor no se dieron de inmediato.

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Entre avances y retrocesos, recién el 10 de octubre de 1973 -ante la calamidad sembrada por el ataque egipcio-sirio-, los EE.UU. enviaron ayuda militar a Israel para equiparar y contraponerse al apoyo de la URSS. Los israelíes fueron recuperando territorios a partir del día 14, y llegaron a estar a solo 100 km. de El Cairo.

Así, el cese del conflicto decretado por el Consejo de Seguridad de la ONU no tardó demasiado. Por medio de la Resolución 338, del 22 de octubre de 1973, se determinó no solo el alto al fuego sino también el comienzo de las negociaciones para “instaurar una paz justa y duradera en el Oriente Medio”.

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LA ONU ORDENÓ EL ENVÍO DE TROPAS DE PAZ: SOLDADOS PERUANOS A MEDIO ORIENTE

En la noche del viernes 2 de noviembre de 1973, el Consejo de Seguridad de la ONU, tras prolongados debates con la URSS, acordó por fin “la composición de la Fuerza de Emergencia de la ONU (FENU) en Medio Oriente, sobre la base de la aceptación norteamericana de un contingente polaco”. (EC, 03/11/1973)

El Secretario General de la ONU de ese momento, el austriaco Kurt Waldheim, fue entonces autorizado a solicitar además, “el aporte de tropas de Ghana, Indonesia, Nepal, Panamá y Perú”. (EC, 03/11/1973). Waldheim sería el responsable ante el Consejo de Seguridad de las gestiones de esas tropas, los conocidos cascos azules de las Naciones Unidas (NU). China fue el único miembro del Consejo que se opuso.

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Dada la importante noticia, ese misma noche el primer ministro y ministro de Guerra, el General de División EP Edgardo Mercado Jarrín declaró a la prensa a su salida del Círculo Militar, en Jesús María, que el Perú haría honor a ese pedido de la ONU con un batallón que se sumaría a los otros grupos de militares del mundo que también irían a la zona de conflicto en el Medio Oriente.

Mercado Jarrín dijo que “el batallón peruano estará conformado por 500 hombres, que en el cumplimiento de esta nueva misión, pondrán en evidencia la alta tecnología, disciplina y virtudes del soldado peruano”. (EC, 03/11/1973)

Diez días después, el martes 13 de noviembre de 1973, el gobierno militar de Juan Velasco Alvarado oficializó el envío de tropas; es decir, un batallón al Medio Oriente. El Decreto Ley Nº 20213 señalaba que las coordinaciones debían hacerse con los representantes de las Naciones Unidas. La Fuerza de Emergencia de la ONU eran básicas para “el control de la tregua” en la guerra árabe-israelí. (EC, 14/11/1973)

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LA AVANZADA PERUANA A MEDIO ORIENTE: SOLDADOS PRECURSORES DE LA PAZ

El jueves 15 de noviembre de 1973, familias enteras despidieron a sus hijos, nietos o sobrinos que formaban el primer contingente hacia el “Levante”. Cincuenta hombres preparados para la guerra cumplirían, paradójicamente, un papel de paz. El grupo militar estaba integrado por elementos del Ejército, Marina y Aviación.

Eran las 10 y 15 de la mañana en la “Base FAP-8″, cuando el Comandante de Caballería, Mario Villavicencio, ordenó a su grupo movilizarse hacía al avión gigante del Comando Sur de los EE.UU. que los esperaba. Era un enorme Galaxy C-5, el carguero más grande del mundo.

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Este grupo fue llamado Destacamento Precursor. La enorme nave transportaría también en sus depósitos “los pertrechos bélicos del armamento que usa el soldado peruano y tres jeeps pintados de blanco con las siglas “NU” de gran tamaño, pintadas de negro”. (EC, 16/11/1963)

Villavicencio declaró a la prensa: “Nuestra misión es de paz. Esta experiencia nos permitirá tomar contacto con soldados y oficiales de otras naciones y confraternizar. Vamos bien preparados”. (EC, 16/11/1973)

Las autoridades militares informaron ese día a El Comercio que el “grueso del batallón (450 hombres) partirá en cualquier momento a órdenes del Coronel de Infantería, Christian Sánchez y, como jefe General de la tropa peruana en la zona de tregua, irá el General de Brigada, Gastón Ibáñez O`Brien”. (EC, 16/11/1973)

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Los 50 miembros del Destacamento Precursor se presentaron en la base de la FAP con ropa gruesa de campaña, pistola al cinto y rifles modernos de diversos tipos. Cada uno traía, además, un maletín negro, grande, con ropa más ligera, para permanecer en las ardientes zonas de la tregua, en pleno desierto. Allí es donde usarían el clásico casco azul de las Naciones Unidas (NU).

Tras los abrazos, besos y lágrimas de los familiares en la despedida, los soldados de las tres armas se juntaron y, antes de subir al carguero, gritaron al unísono: “¡Viva el Perú! ¡Ra…Ra…Ra!”.

El tiempo de permanencia no estaba aún determinado, pero el bien entrenado batallón peruano seguiría, durante el lapso de tiempo necesario, las normas de la ONU para misiones de paz.

CÓMO FUE LA ENTREGA DE LA BANDERA DE GUERRA A LOS NUEVOS COMANDOS DEL MEDIO ORIENTE

El total de cascos azules de la ONU, provenientes de América, Europa y África, llegaría a 7 mil soldados. El general Gastón Ibáñez, jefe del Batallón Perú, también dirigiría en el terreno de los hechos a la tropa panameña, que sumaron 409 soldados. Es decir, en ese periodo unos 909 elementos de la Fuerza de Emergencia, entre peruanos y panameños, quedaron bajo las órdenes del oficial nacional.

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El viernes 16 de noviembre de 1973, la avanzada militar peruana de 50 miembros aterrizó en el aeropuerto internacional de Lod (hoy Ben Gurion), situado a 15 kilómetros al sureste de Tel Aviv. El avión procedía de El Cairo, Egipto.

Los compatriotas se dirigieron al puesto de la ONU, en la zona costera septentrional de la península del Sinaí. Allí se distribuyeron “a lo largo del lado israelí de la zona de cesación del fuego en el Canal de Suez, según anunció un vocero de la ONU”, y lo hicieron junto con las fuerzas irlandesas, sumando un total de 260 hombres, los cuales vigilaron “las líneas de la tregua a lo largo de la orilla este del Canal de Suez”. (EC, 17/11/1973). Lo primero que aprendieron a decir todos los soldados peruanos, en árabe y hebreo, fue: “Hola, soy peruano y pertenezco a las Naciones Unidas”.

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Pero, mientras en el Medio Oriente el grupo precursor conocía y se iba adaptando al desierto, en nuestro país otro grupo significativo de miembros del Batallón Perú se alistaba para marcharse a la misma zona de conflicto. Antes de ello, le fue entregada la “Bandera de Guerra”.

El lunes 19 de noviembre de 1973, a la una de la tarde, en el patio de armas del Centro de Instrucción Militar del Perú (CIMP), en Chorrillos, el segundo grupo del Batallón Perú, ya listo para partir, participó de ese acto militar emocionante e inspirador. El primer ministro y ministro de Guerra, Edgardo Mercado Jarrín, puso en manos del Coronel de Infantería Christian Sánchez Campos, jefe del batallón, la “Bandera de Guerra”, que luego fue adherida a una asta.

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“En nombre de la Patria os entrego la Bandera de Guerra del Batallón Perú; vosotros seréis los custodios de tan preciado símbolo nacional. Bajo su sombra cumpliréis con honor las misiones que la Patria os encomiende. Si así no lo hiciereis Dios y la Patria os lo demanden”, dijo, con voz firme, Mercado Jarrín.

Y prosiguió la arenga militar: “En esta oportunidad cumpliréis en el Medio Oriente, en la península del Sinaí, la delicada misión de Paz que la Patria os encomienda por honrosa designación de la Organización de las Naciones Unidas. Estoy seguro que la cumpliréis con la disciplina y honradez profesional que es característica del Ejército”. (EC, 20/11/1973)

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VIAJARON NUEVOS SOLDADOS PARA EL BATALLÓN PERÚ EN MEDIO ORIENTE

El desfile de los 70 militares que viajarían cerró la ceremonia, bajo los acordes de la banda de músicos del CIMP, que tocó con energía la marcha “Los Peruanos Pasan”. Ya faltaban pocos días para volar al Sinaí.

A las tropas de paz de Suecia, Finlandia, Austria, Polonia, Canadá y Perú, se sumaron por eso días los de Panamá, y pronto llegarían de Senegal y Kenia. El segundo grupo del Batallón Perú estaba listo para partir. Y lo hizo el sábado 24 de noviembre de 1973. Ese día, a las 2 y 30 de la tarde, alzó vuelo comandados por el Teniente Coronel EP Justo Jara Ugarte. Desde la Base FAP-8, el gigantesco carguero Galaxy de la Fuerza Aérea de los EE.UU. se enrumbó al Medio Oriente.

Estos 70 soldados peruanos se unirían a los 50 que ya estaban en una zona de la península del Sinaí, organizados por las Naciones Unidas. Y así, sucesivamente, durante esos días finales de noviembre de 1973, los 380 soldados peruanos restantes viajaron a la zona de tregua.

El campamento se armó en Katya, en las dunas del Sinaí que tenían temperaturas nocturnas de 8 grados bajo cero y 45 grados al mediodía. “La permanencia del Batallón Perú, como ya se ha informado, es indefinida. Estará ubicado en la margen oriental del Canal de Suez, en el Sinaí”, informó El Comercio de esos días. (EC, 25/11/1973)

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El Batallón Perú permaneció en Medio Oriente un año exactamente. En noviembre de 1974, regresó al Perú tras cumplir su misión pacificadora. Pero, de inmediato, la ONU convocó a nuestro país para seguir enviando tropas de cascos azules y cuidar la paz en esa zona difícil del mundo. Y es que el conflicto egipcio-sirio e israelí avanzaba y retrocedía. Los pactos se rompían, por eso se debía seguir apoyando la labor de la ONU.

El Perú, de nuevo, dijo presente, pese a las bajas que había sufrido, producto de las minas antitanque regadas en la zona que cuidaban sus fuerzas militares. Por ello, se dijo que el Batallón Perú lo formaron más de 500 soldados, en realidad, pues la representación nacional se renovaba.

Por ese deber pacifista cumplido a cabalidad, el batallón peruano fue reconocido con la medalla “Naciones Unidas al Servicio de la Paz”. Los peruanos estuvieron en el desierto del Sinaí entre el 3 de diciembre de 1973 y fines de marzo de 1975. Siempre hubo orgullo por cumplir esa misión.