LIMA, LUNES 30 DE SETIEMBRE DEL 2019

Congreso debate cuestión de confianza del Ejecutivo por elección de miembros del TC
LIMA, LUNES 30 DE SETIEMBRE DEL 2019 Congreso debate cuestión de confianza del Ejecutivo por elección de miembros del TC
/ ANTHONY NIÑO DE GUZMAN
Paolo Benza

Justificó decisión “ante la denegación fáctica” de la cuestión de confianza. Horas antes, Salvador del Solar la había solicitado durante una sesión del pleno cargada de incidentes.

El estallido de una tempestad en tres tiempos. En un mismo día, las puertas del hemiciclo le fueron temporalmente trancadas al primer ministro Salvador del Solar, el Congreso decidió elegir un nuevo magistrado para el Tribunal Constitucional (TC), pese a la advertencia de que ello acarrearía su disolución, y el presidente –como había anunciado– decidió disolverlo.

Existen días trascendentales en la historia de cada país. Días que, para bien o para mal, quedan marcados en la memoria colectiva de toda una nación. Con el paso de los años, se convierten en fechas ancla y empiezan a resumir procesos políticos que no se limitan a la fecha en la que ocurrieron. Ayer fue, con toda certeza, uno de esos días.

Una advertencia

La tormenta que se desató con la visita de Del Solar al Parlamento no estalló de improviso. Desde que el presidente Martín Vizcarra anunció el 28 de julio su proyecto para adelantar las elecciones al 2020, el Ejecutivo y el Congreso empezaron a bailar lo que terminaría convirtiéndose en la danza de la lluvia.

Mientras Vizcarra aprovechaba sus presentaciones públicas para declarar contra el Parlamento apelando al sentimiento del pueblo, la Comisión de Constitución del Congreso le daba largas a un debate que, según los analistas consultados por este Diario en su momento, ya tenía un pronóstico claro: el archivo.

La primera nube negra de esa batalla apareció cuando la mayoría parlamentaria decidió finalmente ejecutar ese plan. El Gobierno se vio obligado a dar una respuesta de emergencia, que no versó sobre ninguna medida específica, pero dejó claro que estaba dispuesto a desatar las fuerzas que estuvieran a su alcance para responder al Congreso. Del Solar se presentó ese día ante el país, pero no realizaron ningún movimiento.

Preparados para lo peor

El viernes, el presidente anunció en mensaje a la nación que presentaría una cuestión de confianza para cambiar las reglas de elección de los magistrados del TC. Una fuente cercana a su círculo íntimo había contado previamente a este Diario que Vizcarra ya sabía que su propuesta de adelanto de elecciones sería archivada y había venido barajando opciones como esa desde hacía varias semanas.

Sin embargo, al tratarse de la tercera cuestión de confianza presentada por el presidente en menos de dos años, la oposición —que se había preparado para escenarios más radicales— asumió el anuncio como la reutilización de una carta gastada. “Nosotros pensábamos que cerraba el Congreso”, dijo a este Diario, con espíritu premonitorio, el vocero alterno de Fuerza Popular, Juan Carlos Gonzales.

Como los congresistas se habían pertrechado para enfrentar un huracán, el anuncio les cayó más bien como una mezquina lluvia tropical. Tanto las bancadas de oposición como los eventuales aliados de Vizcarra consideraron el gesto como una muestra de debilidad. No terminaría siendo, sin embargo, más que el capítulo intermedio de una crisis política en tres tiempos.

Estalla la crisis

La mañana de ayer, 30 de setiembre, el cielo se abrió y desató toda su furia. El primer estruendo se escuchó en el hemiciclo del Congreso, al que el primer ministro intentó ingresar cuando se dio cuenta de que no sustentaría su pedido de confianza antes de que se eligieran a los nuevos magistrados del TC.

En una escena que quedará en el archivo audiovisual de la política peruana, la puerta del hemiciclo le fue trancada momentáneamente para frenar su afán de ingresar a la sesión del pleno. Recién después de varios minutos, y ante la insistencia de varios parlamentarios, la puerta fue abierta. Del Solar pudo sustentar la confianza solo gracias a que el congresista de la Bancada Liberal Gino Costa le cedió la palabra.

El Congreso, sin embargo, no supo interpretar los signos del temporal que venía. La mayoría parlamentaria hizo caso omiso al pedido del primer ministro y eligió a un nuevo magistrado del TC antes de suspender la sesión. Vizcarra ya había anticipado el día anterior, en entrevista con “Cuarto poder”, que esto acarrearía el cierre constitucional del Parlamento. La actitud que este tomó lo dejó sin otra opción política que cumplir su advertencia.

“Pueblo peruano, estamos haciendo historia. Este momento lo recordarán las siguientes generaciones, y cuando lo hagan espero que entiendan la magnitud de esta lucha que hoy libramos”, diría Vizcarra horas después. A las 5:40 de la tarde, anunció la disolución del Congreso de la República.

La policía y las FF. AA.

Hace 27 años que los peruanos no escuchaban la palabra “disolver” en televisión nacional y con el énfasis que ayer se le ha dado. Esta vez el presidente ha interpretado la denegación de dos confianzas consecutivas como un motivo constitucional para cerrar el Congreso. “Ante la denegación fáctica de la confianza, y en respeto irrestricto de la Constitución, he decidido disolver constitucionalmente el Congreso y llamar a elecciones de congresistas de la República. Este es un acto constitucional previsto en el artículo 134 de la Constitución”, especificó Vizcarra en el momento político más importante de los últimos años.

La tempestad, sin embargo, todavía no parece estar ni cerca de haber terminado. “Espero que esta medida excepcional permita que la ciudadanía finalmente se exprese, y defina en las urnas el futuro del Perú”, dijo Vizcarra. Horas después, el Congreso votó una moción para suspenderlo por 12 meses –no alcanzó los 87 votos necesarios para vacarlo– y tomó juramento a Mercedes Araoz como presidenta encargada por el Legislativo.

Mientras tanto, en Palacio de Gobierno, Vizcarra nombraba como nuevo primer ministro, ante la caída del Gabinete Del Solar, a su exministro de Justicia Vicente Zeballos. Este Diario ha podido confirmar que los ministros de Economía, Relaciones Exteriores y Comercio Exterior no continuarán en el nuevo Gabinete.

Posteriormente se publicó en el diario oficial El Peruano el decreto supremo del Ejecutivo que declara oficialmente la disolución del Congreso de la República y la convocatoria a la elección de un nuevo Parlamento para el domingo 26 de enero del 2020, a fin de completar el período constitucional del Congreso disuelto.

Anoche, la Policía Nacional del Perú y las Fuerzas Armadas anunciaron que reconocían a Vizcarra como único presidente del país.

El jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, César Astudillo, los jefes de las Fuerzas Armadas (Marina de Guerra, FAP y Ejército Peruano), así como el comandante general de la Policía Nacional, José Luis Lavalle, participaron ayer en una reunión en Palacio de Gobierno y posteriormente emitieron comunicados de respaldo al mandatario.

Más información

6 de octubre de 2019

Vizcarra: “Yo asumo la responsabilidad de este acto de disolución”

Por María Alejandra Campos

El expresidente Vizcarra declara tras disolver el Congreso. (Foto: Lino Chipana)
El expresidente Vizcarra declara tras disolver el Congreso. (Foto: Lino Chipana)
/ LINO CHIPANA OBREG�N

En su despacho presidencial y con un cuadro de Francisco Bolognesi de fondo, conversamos con el presidente de la República en su primera entrevista tras decidir disolver el Congreso. En medio de la polémica por la constitucionalidad de la medida, el mandatario afirma que respetaría un eventual fallo del Tribunal Constitucional sobre la materia. Sus planes sobre qué hacer con la libertad que significa estar cuatro meses sin Congreso aún no están claros.

—Hace cuatro días [la entrevista se hizo el viernes pasado] que tiene la suerte de ser un presidente sin oposición. ¿Cómo se siente?

No necesariamente suerte. Es una situación sui géneris. En el Perú, es la primera vez que se aplica esta prerrogativa que está establecida en la Constitución y que estamos experimentando en el proceso, pero no es suerte. Nosotros, realmente, no hubiéramos querido llegar a esta situación y hemos hecho todo el esfuerzo para postergar una decisión tan difícil como esta hasta que ya no había otro camino que aplicar [la disolución del Congreso].

—Pero siempre fue un escenario que contemplaron.

Como escenario sí, pero como una posibilidad muy remota. Yo dentro de mi perfil soy dialogante, soy concertador. [Disolver el Congreso] entonces siempre es una opción dentro de los diversos escenarios, pero era la que veíamos más lejana y más difícil de implementar. Pero finalmente hemos pasado dos denegatorias de confianza por alto. Recuerde cuando pedimos confianza por la bicameralidad, nos la dieron pero luego distorsionaron nuestro proyecto y finalmente se rechazó la bicameralidad. Segundo, con la inmunidad. Pedimos la cuestión de confianza para no eliminar, sino corregir, mejorar, el concepto de la inmunidad. Igual, nos dieron la confianza y no se hizo ninguna mejora. En esos dos aspectos, en la práctica, también fue negada la confianza que nos dieron.

—Y no optó por disolver el Congreso, sino por pedir el adelanto de elecciones y en su mensaje del 28 de julio dijo: “Esta solicitud la hago dentro del marco y el respeto irrestricto a la Constitución Política del Perú”. ¿Mencionó eso porque disolver el Congreso en ese momento no estaba dentro del marco de la Constitución?

No, no. Lo que digo es que habiendo sido denegada la confianza por la inmunidad en ese tiempo, también hubiese podido seguirse el camino que hemos seguido ahora, pero optamos por lo que a nuestro juicio era una salida más ordenada y programada: el adelanto de elecciones. O sea, no digo que lo otro no lo sea. Lo podría haber hecho ahí, pero doy una alternativa como una muestra de que disolver el Congreso era la última de las opciones que nosotros queríamos tomar.

—¿En qué momento tomó la decisión de declarar a “Cuarto poder” que sí iba a disolver el Congreso?

Mire, todo el mes de agosto y todo el mes de setiembre hemos hecho el esfuerzo de diálogo, de búsqueda de consensos para que el Congreso acepte el planteamiento que le hicimos de adelanto de elecciones. Por eso nos sorprendió que un jueves en una reunión de la comisión, de la noche a la mañana, así, de la noche a mañana, se ponga a votación, porque ni siquiera hubo debate. Entonces, dijimos que si este ha sido un esfuerzo nuestro por precisamente evitar la disolución del Congreso, en la próxima oportunidad que nosotros presentemos un planteamiento, ya nos han quitado todas las alternativas. No queda otra opción que la disolución del Congreso. Entonces, estaba en marcha esta elección de los miembros del Tribunal Constitucional […]. Nadie pedía quitarle la prerrogativa al Congreso de elegir a los miembros del Tribunal Constitucional. Lo que se pedía es que se haga plural, que se haga transparente, que se haga con un mínimo espacio de fiscalizar a los candidatos para poder hacer llegar, si hubiera, tachas.

—Luego de varias repreguntas de Sol Carreño, usted termina diciendo que sí, que disolvería el Congreso. Según entiendo, a usted le había llegado la información de que lo querían vacar y que eso fue la gota que rebalsó el vaso para tomar esa decisión.

En realidad, mi futuro inmediato o a mediano, largo plazo es realmente irrelevante si lo comparamos con lo que es mejor para el país…

—¿Pero es cierto que se enteró antes de la entrevista de que estaban alistando ya un pedido de vacancia?

No, no. Ni antes ni después. Yo escucho desde el inicio de mi mandato de presidente que en algún momento iban a usar este mecanismo que está también en la Constitución. Planteamos un pedido de confianza para un hecho que es sumamente significativo. No es una cuestión de confianza por un tema que sea superfluo o innecesario, no. Estamos hablando del guardián de la Constitución: el Tribunal Constitucional.

—Y esa era claramente una prioridad para su gobierno.

Claro, porque recuerde que está en la política de gobierno que tenemos. El primer [eje de las políticas] es integridad y lucha contra la corrupción…

—Sin embargo, el mandato de los magistrados había vencido en junio. Tuvo tres meses para poder plantear esa reforma y esa cuestión de confianza.

Pero es una potestad del Congreso que determine el procedimiento plural, transparente, con participación ciudadana. Cuando ellos dicen “lo vamos a elegir en un plazo perentorio, con este procedimiento”…, es ahí cuando decimos no. Pero si en junio hubieran planteado que iban a elegir con ese procedimiento, en junio hubiéramos planteado la cuestión de confianza.

—Pero la decisión de hacer la elección por invitación y no por concurso se tomó en agosto…[Nota de Redacción: En realidad fue en noviembre del 2018]

No. ¿Cuándo se eligieron a los 11 candidatos?

—Pero la forma de elección se definió en agosto. El método de elección que ustedes cuestionan ya estaba planteado desde al menos un mes antes de que mirasen el tema.

Pero no se aplicaba. Nosotros hemos levantado nuestra voz desde el momento que eligieron a los 11 candidatos en media hora.

—¿La cuestión de confianza sobre el método de elección del TC no se hizo en represalia por el archivo de adelanto de elecciones?

O sea, la actitud... no. A ver, el archivo de este proyecto de reforma constitucional para las elecciones fue el jueves.

—Y el viernes presentaron la confianza.

Si es que el jueves íbamos a tener un nuevo cronograma para tener elecciones en un corto plazo, obviamente íbamos a canalizar la forma de superar el entrampamiento que teníamos, pero se fue al archivo. Como un hecho adicional y complementario, ya teníamos nosotros, el día lunes, la convocatoria de la designación [de magistrados] para presentar ese tema. Entonces, tomamos la decisión de plantear la cuestión de confianza.

—Hubo algunas dudas sobre la constitucionalidad de la medida. Yo sé que ustedes creen que está dentro del marco de la Constitución, pero hay algunas voces de constitucionalistas reputados, expresidentes del Tribunal Constitucional, que creen que no se puede hacer esta interpretación de la denegación fáctica de la confianza. La OEA también ha recomendado que el TC se pronuncie sobre el tema. ¿Usted cree que la Comisión Permanente debería presentar una demanda competencial para aclarar el panorama?

Lo que yo creo es que todos debemos respetar la ley y la Constitución, y lo creemos en función de la información legal y la precisión de muchos constitucionalistas. Hemos visto catedráticos de reconocidas universidades que opinan sobre el tema, donde dicen que está completamente claro que el proceso es correcto. No tengo ningún problema. Ahora, también nosotros respetamos la competencia de todas las instituciones. Así que, si en algún momento hay una opinión del Tribunal Constitucional sobre este o cualquier otro tema, la acogeremos y la respetaremos.

—Este ha sido un momento histórico para el país, porque es la primera vez que un presidente usa la prerrogativa constitucional de disolver el Congreso. ¿No le preocupa que haya una sombra de duda cuando miremos de acá a 20 años sobre esta medida?

No, en absoluto, porque van a ver que esta acción está correlacionada con las acciones subsecuentes. ¿Cuándo es que se generan estas dudas? Cuando uno usa alguna institución o herramienta legal para beneficiarse, para alargar un período, para perpetuarse en el cargo, como ocurrió en 1992. Aquí hay una clara intención de mi gobierno y mi condición de presidente de respetar explícitamente el plazo. Nosotros de ninguna manera vamos a estar un día más allá del 28 de julio del 2021.

—¿Ahora sí podemos decir que el adelanto de elecciones generales al 2020 no es una opción?

Desde que lo planteamos lo hemos puesto en manos del Congreso, porque la única institución que puede modificar la Constitución es el Congreso de la República, y para adelantar las elecciones se necesita una modificación de la Constitución. Ahora no hay Congreso. El Congreso se va a elegir el 26 de enero. Entonces, ahora en la práctica no hay forma de plantear un adelanto de elecciones. Ahora, uno puede decir, en ese momento [cuando se elija al nuevo Congreso] lo hacemos. Hay que ver si en ese momento se justifica, si hay tiempo para hacer el proceso. Puede que el cronograma nos arroje [el proceso] hasta el año 2021 y ya entonces no tendría sentido.

—Algunas personas están preocupadas por la calidad de parlamentarios que podrían entrar en este ‘minicongreso’ de un año que se elegiría en enero. ¿Qué expectativa tiene del Parlamento que se podría formar en el 2020?

Mire, yo siempre creo que hay peruanos que están dispuestos a trabajar por el Perú, independientemente del plazo. Toda la ciudadanía debe hacer un esfuerzo de elegir dentro de todas las posibilidades a los mejores candidatos.

—Usted no tiene un partido político, ¿cuál va a ser su rol durante esta campaña electoral? ¿Va a mantenerse al margen?

Como gobierno, absoluta neutralidad. Las elecciones son el 26 de enero. Yo ya he coordinado y le he pedido al nuevo canciller, Gustavo Meza-Cuadra, que inmediatamente haga las gestiones y solicite que los organismos internacionales más reconocidos acrediten una misión para que puedan verificar la transparencia de este proceso electoral. Nuestro rol como gobierno es garantizar la limpieza y la transparencia de este proceso electoral.

— Mercedes Araoz, quien todavía es vicepresidenta, tuvo una participación interesante en medio de la crisis de la disolución del Congreso. ¿Cuál es su evaluación del rol de Araoz en estos días?

Yo soy ingeniero, no soy abogado, y exactamente no sé cuál es su situación legal actualmente. Eso justamente le he pedido al primer ministro —él sí es abogado—, que a través del Ministerio de Justicia vea exactamente cuál es su situación, porque yo entiendo que hay cargos que son irrenunciables. Por ejemplo, un congresista de la República ya no puede renunciar. Ahora ya no hay Congreso, porque se ha usado un mecanismo de disolución. Pero el presidente de la República y los vicepresidentes sí pueden renunciar. Entonces, si esa es tu voluntad, tu derecho, como ciudadano, no creo que haya alguien que te lo vaya a impedir.

—Más allá del tema netamente jurídico —yo tampoco soy abogada—, ¿usted creería que sí podría renunciar si eso es lo que quiere?

Yo creo que sí. Yo creo que a nadie lo pueden obligar a ejercer un cargo que no desea. Yo creo que es un derecho de todo ciudadano renunciar a un cargo que no desea ejercer.

—¿Y cuál es su opinión respecto al accionar de Mercedes Araoz?

Yo siempre he tenido una relación de cercanía con la señora Araoz. Yo mantengo esta estimación por ella, independientemente de que yo discrepo de los actos políticos que ha tenido, políticos y legales, porque no se puede decir “he juramentado, pero era de mentiritas”…

—Pero eso dijo…

Por eso, es un acto político y es un acto jurídico. Jurar ante una institución, ante personas que en ese momento ya no tenían el rol de congresistas, porque ya se había hecho el anuncio y firmado el decreto de disolución del Congreso. Que después, un poco mirando en perspectiva, haya dicho: “Oye, lo que hice no era lo correcto o lo hice presionada o me sorprendieron”. Yo no estoy de acuerdo con todo ese accionar. Independientemente de eso, como persona yo mantengo la estimación por la señora Araoz.

—¿Si Mercedes Araoz le decía que ella sí renunciaba junto con usted, usted hubiese renunciado en lugar de disolver el Congreso?

No.

—¿Y por qué le preguntó entonces?

Yo quería saber simplemente. Yo le pregunté a la señora Araoz si en caso de que un presidente deje de serlo, si se muere, si renuncia o si lo vacan. Si fuera cualquiera de las tres, qué haría, nada más. Yo continúo, me dijo. Solamente era para [tener la] información. Nada más.

—¿Por simple curiosidad?

Por simple curiosidad. Si yo en ese momento tenía la seguridad de que la interpretación del Congreso era que si no hay presidente y no hay vicepresidente, entonces se convocan elecciones generales, sí lo hacía [renunciaba]. Pero yo he escuchado opiniones de congresistas diciendo que “si renuncia el presidente, convocamos elecciones del presidente, pero el Congreso continúa”. Por eso nunca estuvo dentro de mis posibilidades renunciar.

—Tiene cuatro meses para hacer todo lo que no ha podido antes y siempre ha querido, porque decía que este Congreso no se lo permitía. Ahora puede legislar a través de decretos de urgencia, con ciertas limitaciones. ¿Qué va a hacer en su gobierno en estos cuatro meses?

Vamos a continuar nuestro esfuerzo por tener resultados en beneficio de la población. Pero como bien lo dice, no tanto es porque no tenemos Congreso, porque tampoco vamos a hacer uso y abuso de los decretos de urgencia. Nosotros vamos a hacer estrictamente lo que sea necesario en estos cuatro meses, pero vamos a estar enfocados 100% en la función ejecutiva para mostrar una mayor cantidad de resultados que si estuviéramos también distraídos precisamente en entrampamiento político.

—¿Pero tiene algunas ideas puntuales sobre qué cosas le gustaría hacer?

Si bien no hay la obligación de una presentación del primer ministro en el Congreso para dar su plan de trabajo, igual, yo le he pedido que prepare, y seguro en dos o tres semanas va a haber un planteamiento de en qué se va a fortalecer el accionar del Ejecutivo para tener mejores resultados en beneficio de la población.

—O sea, no hay un tema puntual que estaba siendo bloqueado por el Congreso y que ahora ya pueden sacar, sino que van a elaborar un plan…

Es en general el entrampamiento. Es en general en todas las acciones, pero yo le aseguro que vamos a hacer un programa de acciones, que vamos a dar a conocer en todos los campos, para que se note el impacto en beneficio de toda la población.

—¿Van a hacer cambios en el proyecto de presupuesto ahora que no lo tiene que aprobar el Congreso?

Quizá algunos ajustes sí, pero respetando la disciplina fiscal, respetando la responsabilidad con la que estamos acostumbrados a manejar nuestra economía. Eso lo tiene absolutamente claro nuestra ministra María Antonieta Alva.

— ¿Va a haber más presupuesto para gobiernos regionales? ¿Más de lo que se tenía pensado?

En lo que estamos haciendo el esfuerzo es en que los proyectos que son regionales tengan su presupuesto desde el inicio del presupuesto regional, porque gran parte de ello [del presupuesto] está en el ministerio y en los primeros meses del próximo año recién se transfiere del ministerio a la región. En lo que estamos haciendo el esfuerzo no es en crear más presupuesto, porque el presupuesto ya está, sino en que parte de ese presupuesto que está en los ministerios aparezca en el presupuesto inicial de apertura de los gobiernos regionales y locales.

—Rosa Bartra ha llamado a su gobierno “comunismo vizcarrista” y varios miembros de la Comisión Permanente hablan del castrochavismo que se avecina. ¿Qué dice a esos comentarios?

Después de toda la forma en que ha actuado la señora Rosa Bartra, no merece que se le responda nada. Estamos en esta decisión porque ella archivó el proyecto de adelanto de elecciones. Y luego ella hizo el pedido de adelanto de elecciones, imagínese. Mire la inconsciencia de algunas personas cuando ejercen cargos de autoridad. Nosotros siempre hemos dicho que, en este gobierno, para cada decisión que tomamos ponemos al Perú primero. Aquí no, ven primero su interés. Entonces, archivo el proyecto de adelanto de elecciones. Ahora, por otras circunstancias son disueltos, y ahora sí [piden] adelanto de elecciones. ¿Se dan cuenta de que solo se actúa en función de intereses personales? Con ese tipo de actitudes no le respondo nada, ya el pueblo le ha respondido a ella.

—¿Usted puede asegurar que su gobierno va a seguir defendiendo el libre mercado?

La política económica del gobierno se sustenta en promocionar la inversión privada. Por supuesto que fomentamos y alentamos la inversión privada con reglas claras. Alentamos la inversión privada, siempre pidiendo una sustentación ambiental y social. Es muy importante la inversión privada para nuestro gobierno.

—La Confiep es una de las instituciones que se han pronunciado en contra de la disolución del Congreso. ¿Cómo recuperar la confianza del empresariado?

Una cosa es tener la confianza del empresariado y otra cosa es tener la confianza de la Confiep. Nosotros sí tenemos la confianza del empresariado, que sigue creyendo y que sigue invirtiendo en el Perú. Ahora, yo no recuerdo en el año y medio del gobierno algún comunicado de la Confiep a favor del gobierno. Pero el empresariado, y no estoy hablando simplemente de las grandes empresas, [sino también] las pymes, sí confían en el gobierno, sí respaldan al gobierno y a ellas nos estamos refiriendo y a todas para que se sigan dando las condiciones para que sigan invirtiendo en el Perú.

—La informalidad es uno de los grandes problemas del país.

[Asiente].

—Usted ha vuelto a nombrar a Edmer Trujillo ministro de Transportes y Comunicaciones. El ministro Trujillo salió de la cartera la última vez después de que ocurrió un incendio en un terminal de Fiori [que causó 17 muertes]. Se reveló que había dado más de 100 licencias a terminales en el país. Él luego declaró a este Diario que había muchas cosas que hacer en el ministerio, que básicamente no se podía dar abasto para todo. ¿Por qué lo vuelve a poner en la cartera?

En el tiempo en que estuvo, hizo una planificación y un orden de todos los proyectos de infraestructura que tiene el Ministerio de Transportes; coordinó estrechamente con todos los gobernadores regionales. [Ellos] son los que más han reconocido su regreso a este cargo. Tiene razón, eso no solamente tiene que ver el MTC, tiene que ver el tema legal, formal, reglamentario. Eso lo asumió autocríticamente, que no dio la misma importancia al tema. Hay lecciones aprendidas, con esa exigencia es que él retoma el cargo para continuar con todo lo que estaba haciendo en coordinación, pero también poner todo el esfuerzo en trabajar en estos temas que usted ha mencionado.

—Usted se había pronunciado en contra de que se devuelva el dinero de Chaglla a Odebrecht. La procuraduría parece haber cambiado de opinión y ahora está alineada con la fiscalía en que se devuelva el dinero a Odebrecht. ¿Qué opina de eso?

Somos respetuosos de la independencia de poderes. Respetamos lo que digan, pero también tenemos derecho a opinar. Es lo que siempre hemos manifestado y damos nuestra opinión con el mejor ánimo de que si los acuerdos pueden perfeccionarse en algún momento, lo hagan. Nosotros hemos dicho que finalmente lo que determine el Ministerio Público, y que luego convalide el Poder Judicial, obviamente tenemos que respetarlo.

—Pero no les tiene que gustar.

No nos tiene que gustar. No tenemos que coincidir necesariamente.

—Su gobierno ha estado basado en el apoyo de la calle. Pero su popularidad ha dependido también de la confrontación con el Congreso. ¿Siente que va a estar a la altura de la expectativa de la ciudadanía para poder mantener el apoyo popular sin un Congreso opositor?

Nosotros tenemos que estar a la altura de la responsabilidad que tenemos siempre, con oposición o sin oposición. Tenemos que trabajar en función de las convicciones que tenemos y una de ellas es la lucha contra la corrupción. Entonces, cuando había que tomar y hacer acciones fuertes para luchar contra la corrupción, lo hacíamos, y no lo hacíamos en función de que esto va a levantar nuestra popularidad. Lo hacemos por convicción.

—¿Tiene intenciones de volver a postular a la presidencia en el 2026?

Está tan lejos que… Hablemos de aquí al 2021 primero. Y obviamente en el 2021 no voy a postular.

—¿Le gustaría volver a ser presidente?

Primero tengo que terminar esta gestión.

—¿En otras circunstancias?

Quiero que todo mi esfuerzo, concentración, dedicación, esté abocado al año 2021… Después le prometo otra entrevista y hablamos del futuro.


Contenido sugerido

Contenido GEC