Editorial El Comercio

La subcomisión especial encargada de evaluar la propuesta de la presidenta de nombrar a como próximo contralor general de la República aprobó ayer un informe que recomienda aceptar esa postulación. Ahora será la Comisión Permanente la encargada de analizar y votar la materia, a más tardar, el 15 de este mes. Como se sabe, el titular del grupo, el legislador (), debió ejercer su voto dirimente para que el resultado fuese el señalado, lo que habla de la controversia que existe en torno al eventual nombramiento.

En este Diario nos hemos pronunciado ya en ese sentido, poniendo de relieve inconvenientes y suspicacias asociados a una posible llegada de Cartolín a tan delicada responsabilidad. Por un lado, hemos mencionado que se trata de un abogado especialista en Derecho Constitucional y Procesal Constitucional; es decir, sin mayor conocimiento de las finanzas públicas que tendrían que estar bajo su mirada. Y, por otra parte, hemos recordado que hace poco aspiró también a la con el auspicio de las bancadas de y , a las que la jefa del Estado podría estar tratando de complacer en el contexto de la negada debilidad política que padece el .

La más serias de las inquietudes que plantea su candidatura, sin embargo, la despierta el hecho de que haya sido promovida por una mandataria que arrastra cuestionamientos por el uso del dinero del erario nacional y por signos de presunto enriquecimiento ilícito. Tener, en consecuencia, a un contralor general de la República políticamente agradecido ha de ser una circunstancia apetecible en . No conviene olvidar que en el se ha venido manifestando una tendencia a deshacerse sin rubor de funcionarios incómodos, como, por ejemplo, el ex procurador general del Estado, y el todavía presidente del , . Ahora, pues, habrá que observar cuidadosamente el proceder de la y los posibles nuevos ‘waykis’ que pudieran integrarla.

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