Un clásico de las comedias es poner a una familia numerosa bajo el mismo techo y dejar que los conflictos, generados por las diferencias entre los personajes, gatillen el humor. Pero, tal y como hay risas entre los que se aman, también hay lágrimas; quién, si no es la familia, puede destrozarle el corazón sus miembros con solo una palabra. Así, las diferencias se vuelvan irreconciliables, llevan a personas a no volver a verse las caras, ni dirigirse la palabra o mandarse un mensaje por Whatsapp al menos. Una peruana va a la raíz de estos conflictos.

Escrita por Italo Cordano, quien dirige junto a Bruno Ascenzo, “La tribu” sigue a la familia Cavagnaro, de ascendencia italiana, donde los hijos Ettore (Nicolás Galindo), Giulia (Luciana Arispe) y Filippo (Diego Pérez) quieren sorprender a sus padres, Silvano (Carlos Carlín) y Tere (Alejandra Guerra). Los sentimientos que cada uno de ellos tienen entre sí, sumado a la presencia de las parejas de los hijos ― Guille (Alejandro Villagomez), Belén (Jely Reátegui) y Diego (Óscar Meza) ― desatan un par de días donde todo lo que se ha guardado por años sale a la luz.

Lo que se hereda no se hurta

A veces los padres y los hijos son muy opuestos. Me ha pasado que digo, ‘¿cómo este ser humano salió de este otro?’”, dijo Cordano a El Comercio. “Los hijos heredan ciertas cosas y terminamos inoculados con ciertas maneras de ver el mundo, pero que hay un momento en el que los hijos se tienen que deshacer de esos conceptos aprendidos”, contó por su parte Ascenzo. Ambos hablaron con este Diario en su primer domingo tras el estreno de la obra, una puesta en escena que ideada desde un par de años antes de la pandemia y que ahora llega por el teatro NOS PUCP. Unos primeros días de risas y aplausos permitieron a los creativos respirar tranquilos; la propuesta parece funcionar en el público.

En “La tribu” elenco completo está la mayor parte del tiempo en escena, todos juntos. Ambiciosa en este aspecto, planteó un reto para los directores, que se enfocaron en los detalles más pequeños incluso; cuando un par de personajes conversan, los otros no pueden solo ser espectadores, tiene que transmitir algo, sea con su postura o que el movimiento de sus manos refleje su estado de ánimo. “Puede ir sucediendo algo a un lado del escenario y los otros personajes están ahí colaborando, incluso nada más con las miradas se arma la escena y se crea la tensión con la colaboración de todos. Eso fue un reto”, mencionó Ascenzo.

Una narrativa ágil

Por momentos la obra pareciera tener influencia televisiva, algo que Cordano reconoce, pues le gustan los diálogos ágiles y le encuentra a su obra algunos puntos en común con las sitcoms. La obra también tiene toques de drama, y es este paso de un género al otro algo que le interesa a los creativos. Precisamente, destaca en ese sentido el trabajo de Carlos Carlín, que con una palabra apenas, o un gesto, puede cambiar el tono de la narración. A Cordano no le gusta escribir pensando en los actores, para evitar decepciones cuando el talento no puede participar, pero en el caso de Carlín, Reátegui y Arispe, sí lo hizo.

Y a propósito de Jely Reátegui, la cara de incomodidad que le pone a su personaje, Belén, representa con éxito la opinión que un externo puede tener de esta familia hasta cierto punto alienada. “Jely es única, te puede dar absolutamente todo; también salta de la comedia al drama [con facilidad]”, mencionó Ascenzo. “Las reacciones de los personajes, interpretados tanto por Jely como por Oscar, son un poco la representación, creo, de cierta parte de la sociedad que está buscando un cambio”.

Con tantos elementos en juego, la “La tribu” solo puede terminar de una manera; Cordano está convencido con final que eligió. No le gusta dar moralejas, pero considera su obra en términos de esperanza en una sociedad donde la unidad básica no es tan básica y tampoco tan unida. Porque, dice, puede haber cariño a pesar de las diferencias.

DATO
“La Tribu”

De jueves a domingo hasta el 14 de abril (los horarios varían por cada fecha).

Lugar: Teatro NOS PUCP (Av. Camino Real 1037, San Isidro, Lima).

Entradas a la venta en Joinnus.com.